El nivel de actividad económica marcó en noviembre una baja de 0,9% respecto a igual mes del año pasado, mientras que retrocedió 1,4% en relación a octubre, informó el Indec. El dato más preocupante fue el desplome del aparato industrial, en medio de la transición de gobierno tras la victoria de Javier Milei.
En noviembre, el estimador mensual de actividad económica (EMAE) registró una caída de 0,9% en la comparación interanual, y de 1,4% respecto a octubre en la medición desestacionalizada. Con relación a igual mes de 2022, nueve sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en noviembre, entre los que se destacan explotación de minas y canteras (+6,7%) y Hoteles y restaurantes (+3,8%).
El sector de explotación de minas y canteras fue a su vez el de mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE, seguido por agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+3,6%). Por su parte, seis sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacó la industria manufacturera (-4,8%), que aporta 0,9 puntos porcentuales a la variación interanual del EMAE.
Se desplomó la actividad de las industrias Pyme en diciembre
Como sucedió como la recaudación y el consumo, el nivel de actividad de las pequeñas y medianas industrias (pymes) se derrumbó en diciembre, el mes en que el flamante gobierno de Javier Milei impuso su mega devaluación. Según un informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) tuvo una importante caída del 31,7% con respecto al mes anterior, noviembre, y en todo 2023, una baja acumulada de 2,6%.
Además, el informe registró una caída de 26,9% respecto a igual mes del año anterior y pronosticó "un futuro recesivo".
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"La significativa depreciación de la moneda, la escalada de la inflación posterior a las elecciones y los cambios en las regulaciones de importación, que impidieron realizar compras durante algunas semanas, entre otras cuestiones, crearon un entorno marcado por la elevada incertidumbre y la disminución del consumo, factores que obstaculizaron los niveles de producción en el conjunto del sector manufacturero", señaló CAME al explicar los números del último mes de 2023.
"Además, se experimentaron períodos sin cotizaciones, con tasas elevadas de escasez de insumos, lo que llevó a que numerosas empresas suspendieran operaciones durante algunos días o adelantaran las vacaciones de su personal", agregó la entidad empresaria. CAME, en un comunicado, señaló que si bien las pymes industriales operaron con el 73,1% de su capacidad instalada, casi en los mismos niveles de noviembre (73,3%), el contraste con el nivel de producción obedeció a "la salida del proceso productivo de algunas maquinarias sin repuestos disponibles, y al achicamiento de unidades de negocios frente a la expectativa de un futuro recesivo".