Se mire como se mire, más allá que una guerra siempre es una mala noticia, el desenlace de la escalada bélica en Ucrania afectará seriamente a la Argentina. El conflicto armado y las posibles sanciones económicas, financieras y políticas que se conocieron en simultáneo con la noticia de que Rusia reconocía dos regiones separatistas de Ucrania, encendieron luces de alerta en todo el mundo y, principalmente, en la Argentina. La suba de las materias primas, por una menor oferta global, podría mejorar los ingresos de las exportaciones argentinas pero encarecerá el costo de la energía (gas y petróleo), lo que atizará aún más los actuales niveles altos de inflación. Por su parte, el fortalecimiento del dólar como refugio presionará el tipo de cambio frente al peso, lo que comienza a reflejarse en la suba de las variantes de la divisas en el mercado financiero.
El Destape consultó a distintos actores económicos para anticiparse a lo que será el impacto en la Argentina, tanto en materia de comercio exterior como por la vía del costo de los insumos que el país importa. Todo esto en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde el Gobierno busca comprometerse a una baja del déficit, con una reducción de los subsidios a la energía, algo que cada vez parece más difícil. El propio secretario de Energía, Darío Martínez, anticipó que, por la evolución del conflicto en Ucrania se estima que se necesitarán en Argentina entre 3500 y 4000 millones de dólares para comprar Gas Natural Licuado (GNL) durante este invierno, por la escasez de gas natural en Europa.
El aumento del precio de la energía (gas y petróleo) afectaría negativamente a la Argentina -que es un importador neto- encareciendo el precio GNL, el gas natural licuado que llega en barcos al país. En este marco, la Secretaría de Energía había calculado para este año un precio medio de 25 dólares el BTU, incluyendo el costo de regasificación, el triple de lo pagado en 2021. Sin embargo la evolución del conflicto estima que se necesitarán hasta casi 4000 millones de dólares adicionales para comprar el combustible.
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"La expectativa es cómo sigue, pero no es una buena noticia desde ningún punto de vista", señaló a El Destape Agustín D’Attellis, economista y director de AD Consultores. "Es todo muy prematuro. Depende de cómo sigue del otro lado y las respuestas que haya. Por el momento, desde el punto de vista financiero, el impacto vendrá vía commodities. La parte positiva es por el lado de los commodites que exportamos, aunque traerá tensiones internas de precios. Pero también un efecto negativo directo por la energía, en momentos en que está en discusión de las tarifas y la necesidad de importar gas de cara al invierno", dijo el economista.
Para D'Atellis esto derivará "en una presión inflacionaria adicional que se va a dar por el tema de alimentos, porque todos los commodities suben todos en tándem. "Esto va a generar una presión adicional en el precio de los alimentos en el mundo y, especialmente, en la Argentina", señaló el analista consultado por este medio.
En el plano financiero, el titular de AD Consultores sostuvo que "lo que se va a ver es una aversión al riesgo (se traduce en fondos que van hacia monedas duras o metales)". "Sumado al problema del FMI y la incertidumbre de cómo se cierra el acuerdo con el organismo, lo que empezamos a ver es una leve suba de las variantes financieras de la divisa en el país. Hoy el riesgo país subió a niveles por encima de 1800 puntos", explicó D'Atellis.
El economista Hernán Letcher adelantó a este medio algunos números que empezaron a bosquejar en el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), entidad que dirige. Según las cifras a las que accedió El Destape, el saldo comercial con Rusia el año pasado pasado fue de 30,1 millones de dólares, derivado de exportaciones por un volumen total de 680,8 millones e importaciones por 650,7 millones. En el caso con Ucrania, el saldo fue 15,7 millones de dólares, derivado de exportaciones por 77,9 millones e importaciones por 63,1 millones, de acuerdo con el relevamiento del CEPA.
La participación de ambos países en el país representa el 0,9 por ciento de las exportaciones y el 1,1 por ciento de las compras externas. El saldo comercial con Rusia y Ucrania, superavitario con los dos países, es de apenas el 0,3 por ciento del total del resultado del intercambio comercial de la Argentina.
"En estos primeros días hay mucha incertidumbre, pero hay dos cosas claras: Todos los commoditries están subiendo fuerte, sobre todo el petróleo y gas, pero también los metales. Por eso, lo que vamos a ver es mucha volatilidad y, dependiendo de cómo evolucione el conflicto, será una tendencia o no", explicó a El Destape el ex titular del Banco Central y de la Anses, el economista Alejandro Vanoli.
El ex funcionario y titular de la consultora Synthesis anticipa "mayores presiones inflacionarias y, en el corto plazo" un fortalecimiento del dólar, a partir de lo que ocurra en función del conflicto y las medidas económicas que se tomen". "En el interín no es bueno. En el corto plazo es muy negativo para el país, porque genera presiones en los precios internos, principalmente de lo derivado en el costo de la energía, y obviamente implicará profundizar los subsidios para convalidar estos mayores costos", detalló Vanoli. También vaticina problemas en los compromisos que asuma el país con el FMI. "Los escenarios macros van a estar muy condicionados con cómo evolución el conflicto", agregó a este medio el economista.
Los técnicos de la Unión Industrial también comienzan a hacer cuentas del impacto que podría tener este conflicto si sigue escalando. "Todavía no hicimos el cálculo, pero lo más natural va a ser un incremento del costo de la energía y en el precio de los commodities. Lo que resta ver es si hay riesgo sistémico --que se expanda a otros países-- y su impacto en los países vecinos, como Brasil", explicó desde esa entidad un directivo que prefirió hacerlo en off para no generar pánico anticipado entre los empresarios. "A nivel productivo, no habrá impacto grande en comercio exterior, pero habrá que ver cómo afectan en el esquema de costos de las empresas", agregó.
En el informe que realizó el CEPA, se destaca como los principales productos importados desde Rusia son vacunas para medicina humana (171.537.553 dólares), fosfato (106.312.711), hidrogeno ortofosfato de diamonio (52.644.658), gasoil (49.073.922), mezlas de urea (40.399.509), nitrato de amonio (17.859.824) y alambrón de hierro (16.226.911), entre otros. Desde Ucrania se destacan Ferroo-manganeso (5.824.528 dólares), mezclas de urea (3.492.230), aparatos electrotónicos (2.056.614), bolsas, bolsitas y cucuruchos de plásticos (1.107.887), bobinas de reactancia (1.104.288) y juegos de cables para bujías (533.696), entre otros.
En caso de las ventas externas, a Rusia si dirigen manteca (54.425.805 dólares), maníes sin cáscara (52.113.171), pastas frescas (42.548.906), hígados bovinos congelados (36.490.625), queso de pasta dura (5.574.288) y merluzas congeladas excluido en filetes (23.873.092), entre otros. A Ucrania se dirigen meluzas congeladas excluido en filetes (7.873.768 dólares), filetes de merluzas (5.470.080), limones (4.187.890), maníes sin cáscara (3.644.460) y camarones y langostinos (3.331.026), entre otros.