Pese al intento de la oposición por frenar una obra clave para el país, el gasoducto Néstor Kirchner seguirá adelante. Ieasa, la empresa estatal a cargo del proyecto, firmará en los próximos días los convenios para dar inicio a la construcción y así poder sacar el gas de Vaca Muerta y abastecer al país a un precio sensiblemente menor que el precio internacional, además de abrir la puerta a que Argentina ingrese dólares por la vía de la exportación.
Según revelaron fuentes cercanas a la licitación a El Destape, la causa judicial iniciada a partir del off the record que le costó el puesto a Matías Kulfas no pondrá freno a todo el proceso. De hecho, en las próximas horas se abordarán detalles técnicos con SIAT para la provisión de los tubos y está previsto que el 8 de julio se abran los sobres de las licitación de la obra civil. El plan de la empresa pública es alcanzar la meta de culminar la tarea a mediados del año que viene, con el objetivo de mejorar el resultado de su balanza energética, golpeada por los altos precios producto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
La causa con la que la oposición busca ponerle freno al gasoducto fue iniciada por una denuncia de los diputados de Juntos por el Cambio Waldo Wolff y Graciela Ocaña. El expediente quedó radicada en el juzgado federal de Daniel Rafecas, quien ordenó la recolección de documentos y declaraciones testimoniales. Fuentes del juzgado, sin embargo, aclararon a este medio que la pesquisa no interfiere con el desarrollo de la obra. "No tiene por qué frenarse, nos llevamos copias, no originales. Tenemos claro la importancia estratégica del gasoducto", deslizaron en Comodoro Py.
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La licitación del gasoducto Néstor Kirchner
"Este proyecto es transformación para la Argentina", detallan cerca de IEASA para dar cuenta de la convicción en seguir adelante. Según estimaron, se abrirán los pliegos de la licitación el próximo 8 de julio. Mientras tanto, se avanza en los estudios necesarios, como los permisos de paso por todas las provincias (el caño atravesará el país de Oeste a Este) y los estudios de impacto ambiental.
Inclusive, dentro de la empresa estatal estimaron cuál sería el costo de frenar la obra por la amenaza de la denuncia: 10 millones de dólares por día, lo que equivaldría a un promedio de 300 millones de dólares mensuales, muchísimo dinero en momentos en donde el Banco Central debe acumular reservas. En ese sentido, en la reunión de grandes empresarios de AEA, Paolo Rocca, de Techint, estimó que por un freno judicial el país abonaría, en el invierno de 2023, 28 dólares por el gas, cuando el gasoducto permitiría obtenerlo a un costo de 4 dólares, la séptima parte.
Alberto Fernández había lanzado la licitación del gasoducto, largamente anunciado, a fines de abril pasado con un acto en Tratayén, Neuquén, donde está situado Vaca Muerta. Desde ese momento, el Gobierno procuró avanzar con la obra pese a una serie de problemas. Primero, la renuncia del encargado de ejecutarla, el ahora exfuncionario de IEASA Antonio Pronsato.
Pocos días después, sobrevino el acto por los 100 años de YPF, la crítica de Cristina Kirchner porque Techint fabrica los tubos necesarios en Brasil, en vez de hacerlo en Argentina, el off del entorno de Kulfas, la respuesta de IEASA y la renuncia del ministro.
Esto motivó la denuncia de Juntos por el Cambio para la investigación de posibles irregularidades en la licitación de la obra, que recayó sobre el juez federal Daniel Rafecas. El magistrado ya citó a declarar a Kulfas el próximo viernes y a Pronsato el próximo lunes. Aunque de esta forma la oposición pretende paralizar la licitación, ahora el Gobierno dejó trascender que continuará según los pasos previstos.
Una vez terminado, según se espera, a mediados de 2023, el gasoducto Néstor Kirchner llevará 44 millones de metros cúbicos diarios de gas desde Tratayén a Salliqueló, provincia de Buenos Aires, lo que permitirá el ahorro de varios millones de dólares anuales gracias al gas que el país ya no deberá importar.