Un experto en finanzas internacionales e integrante del Think 20, uno de los grupos participantes de las deliberaciones del G20 por parte del sector privado, abogó este jueves porque el Fondo Monetario Internacional (FMI) abandone los recargos de los costos de intereses de los préstamos que otorga, en el contexto de la pandemia.
"Los países que más necesitan del FMI tendrán que pagar más de 4.000 millones de pesos en recargos adicionales, además de los pagos de intereses y tarifas desde el comienzo de la crisis hasta fines de 2022", dijo Kevin Gallagher, director del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Escuela de Estudios Globales de la Universidad de Boston, en un artículo publicado en el Financial Times.
El cálculo de Gallagher tiene que ver con que, "en respuesta a la pandemia de la COVID-19, el FMI ya aprobó 119 programas para 85 países a un costo de más de 100.000 millones de pesos", precisó el especialista. Gallagher se desempeña además como copresidente del Grupo de Trabajo Think 20 sobre Finanzas Internacionales del G20 de Italia. Argumentó que "el mecanismo actual del FMI para agregar recargos a los costos de intereses de la deuda sobre sus préstamos debería abandonarse para ayudar a la recuperación económica global".
Según el economista, "actualmente 30% de los países con financiación del FMI enfrentan recargos en medio de la crisis, incluidos Angola, Argentina y Georgia. Y más deben comenzar a pagar", a raíz de las secuelas de la pandemia. El experto destacó la paradoja de que " los países que más necesitan del FMI tendrán que pagar más de $ 4.000 millones en recargos adicionales además de los pagos de intereses y tarifas desde el comienzo de la crisis hasta fines de 2022".
El FMI estima que los recargos se han convertido en la mayor fuente de ingresos del Fondo, representando casi la mitad de los ingresos durante este período", desde que estalló la crisis en marzo último. Una de las causas de ello es porque "estos recargos a menudo pueden llevar a que los costos de la deuda se tripliquen", alertó el especialista en finanzas de la Universidad de Boston. "Algo ha ido terriblemente mal con la política", concluyó.
A modo de ejemplo expuso que "en Nigeria, más del 50 por ciento de los ingresos del gobierno se utiliza para pagar las deudas internacionales en lugar de combatir el virus" de la COVID 19. La misma presión de los organismos internacionales fue observada por Gallagher en la región de América Latina, "una de las más afectadas" por el virus "con más de 500.000 muertes y una recesión económica del 7,7 por ciento en 2020".