Casi una veintena de legisladores estadounidenses instaron a la representante de su país en el FMI a que exija la eliminación de las sobretasas, en sintonía con el reclamo argentino. En paralelo, Martín Guzmán cosecha nuevos apoyos internacionales contra el ajuste fiscal que intenta imponer el Fondo para llegar a un nuevo acuerdo por los US$ 45.000 millones que recibió Mauricio Macri. Alberto Fernández reiteró que no dejará que se impongan políticas neoliberales.
En total 18 congresistas de Estados Unidos le enviaron una carta a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, instándola para usar la voz y el voto del país en el Fondo Monetario para abolir la política de recargos. Esta requiere que las naciones con deudas sustanciales o de larga data paguen tarifas considerables además de los costos del servicio de la deuda, como es el caso de Argentina.
“A medida que la variante Ómicron devasta nuestro país, la necesidad de una recuperación global y equitativa de la pandemia de COVID-19 es más clara que nunca. Desafortunadamente, la política de recargos injusta y contraproducente del FMI castiga a los países en desarrollo y socava la misión del FMI de promover el crecimiento económico sostenible y reducir la pobreza en todo el mundo”, sostuvo el congresista Jesús “Chuy” García. Junto a él rubricaron la misiva Alexandria Ocasio-Cortez, Pramila Jayapal y otros 15 legisladores.
Estados Unidos se erige como el socio mayoritario dentro del organismo multilateral y el único que ostenta el 16%, por lo que tiene un poder de decisión clave. Al mismo tiempo, fue el principal responsable de entregarle a Macri una línea de crédito por US$ 50.000 millones, que un par de meses después amplió en US$ 7.000 millones pese a su rotundo fracaso. Todo para apoyar al gobierno de derecha que cortó con 12 años de kirchnerismo, por lo que no pretendió que Cambiemos rinda cuentas ni se molestó cuando volcó todas esas divisas en la fuga de capitales.
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El ministro de Economía, Martín Guzmán, busca conseguir apoyos internos para mostrar una única expresión de Argentina frente a la comunidad internacional sobre el acuerdo con el FMI. A pesar de todo, el país de Joseph Biden presenta una de las posturas más rígidas en las negociaciones y sobre eso pretende minar el gobierno argentino.
En línea con Guzmán, el premio Nobel Joseph Stiglitz elogió la "sorprendente" recuperación de la economía argentina. Además, se manifestó a favor de un nuevo acuerdo con el FMI que no socave la mejora que se verifica en el nivel de actividad.
"Si bien todos deberían saber a estas alturas que la austeridad es contraproducente, es posible que algunos estados miembros influyentes del FMI aún la defiendan", sostuvo el mentor del ministro local. También, consideró que "un acuerdo que simplemente amplíe el plazo de amortización de 4,5 a diez años no es suficiente para aliviar las preocupaciones sobre la deuda de Argentina".
Ratificó la postura del Gobierno Alberto Fernández, quien subrayó: “Seguimos firmes buscando un acuerdo con el FMI que le convenga a la Argentina”. "Buscamos un acuerdo que permita crecer y ordenar la economía, estamos en ese proceso, logramos que en 2021 haya un alto crecimiento, más de 10 puntos, todo lo que nos caímos en la pandemia y un poco más", planteó el Presidente también el lunes.
"Además del crédito incalificable, sobrevino una pandemia. No se le puede exigir a la Argentina más de lo que puede dar. La verdadera discusión es cómo debe ser el programa, si es como proponemos, con crecimiento de la economía para afrontar los pagos; o es volver a las recetas eternas donde piden ajuste, achicar la economía, importar menos y que los dólares queden para pagar", enfatizó el Presidente en diálogo con AM750. Por otra parte, Fernández recordó que en un puñado de meses del 2019 se fugaron 23 mil millones de dólares. De esta forma, criticó a Macri y María Eugenia Vidal por decir que "el problema de la deuda se arregla en cinco minutos".
El Fondo advirtió por la suba de la tasa de Estados Unidos
Los países emergentes deben prepararse para momentos de "turbulencia económica" por los aumentos de las tasas de interés en Estados Unidos, según advirtió el FMI. La decisión de la Reserva Federal (FED) podría desencadenar salidas de capital y depreciación de la moneda en el extranjero, precisó el organismo.
"Las economías emergentes deberían prepararse para posibles episodios de turbulencia económica", señaló el Fondo, al recordar los riesgos planteados por medidas de la FED más rápidas de lo esperado y la nueva ola de la pandemia. Según el documento, "los aumentos más rápidos de las tasas de la FED podrían sacudir los mercados financieros y endurecer las condiciones financieras a nivel mundial".
"Estos desarrollos podrían venir con una desaceleración de la demanda y el comercio de Estados Unidos. Y pueden conducir a salidas de capital y depreciación de la moneda en los mercados emergentes", añadió el informe. Estos mercados, con alta deuda pública y privada, exposiciones cambiarias y saldos de cuenta corriente más bajos, ya mostraron movimientos de sus monedas en relación con el dólar.
Cuando Estados Unidos sube la tasa de interés, los precios de las materias primas suelen seguir una trayectoria a la baja, lo cual afecta el curso de nuestras exportaciones. A su vez, el costo de endeudamiento para los países emergentes subirá de forma automática.