Hubo un alerta sanitaria en Santa Fe: un barco llegó con un tripulante muerto y tras la autopsia descartaron un caso de ébola

Un hombre filipino falleció el pasado 25 de diciembre y fue resguardado en la cámara de frío del barco "African Magnolia". Debido al origen de la nave que llegó a General Lagos, se activaron protocolos de prevención ante la posibilidad de que el deceso haya sido causado por la grave enfermedad. La embarcación no podrá continuar su trayecto hasta que se conozcan los resultados de la autopsia.

07 de enero, 2025 | 15.40

Una situación inusual encendió las alarmas de las autoridades santafesinas. Este lunes, el buque "African Magnolia", de bandera de Liberia, arribó al puerto de General Lagos con un tripulante fallecido y desató una serie de medidas de emergencia por el riesgo de contagio de enfermedades como el ébola. Sin embargo, la autopsia confirmó que el hombre murió por causas naturales

La embarcación provenía de la terminal portuaria de Onne, Nigeria, y transportaba harina de trigo para su carga. Sin embargo, también trajo consigo una tragedia: el hombre fallecido era de nacionalidad filipina, tenía 47 años y perdió la vida hace dos semanas. Antes de su llegada, el capitán había informado ante la Agencia Marítima del fallecimiento de un tripulante, ocurrido el 25 de diciembre pasado, mientras el barco navegaba por aguas internacionales.

Ante el destino del buque, con una ruta que involucra al continente africano, las autoridades locales decidieron trasladar el cuerpo al Instituto Médico Legal de Rosario para realizar una autopsia y descartar cualquier vinculación con el virus del ébola, una patología hemorrágica febril. La misma es causada por un virus del género Ebolavirus, afectando a personas y a primates no humanos (ya sea monos, gorilas y chimpancés).

El capitán de la nave había informado previamente a la Agencia Marítima sobre el deceso, lo que alertó de inmediato a las autoridades sanitarias y judiciales. En respuesta, la Unidad Fiscal Rosario, encabezada por el fiscal Javier Arzubi Calvo y la fiscal coadyuvante María Virginia Sosa, inició una serie de diligencias con el apoyo de la Prefectura Naval Argentina. Entre las acciones realizadas se incluyó la desinfección sanitaria del buque, llevada a cabo por la Dirección de Fiscalización y Sanidad de Fronteras del Ministerio de Salud de la Nación.

Según indicaron fuentes judiciales al medio local Rosario 3, el cuerpo del tripulante fallecido fue resguardado en la cámara de frío del barco y, hasta el momento, no se observaron lesiones visibles. No obstante, debido al origen de la nave, se activaron protocolos de prevención ante la posibilidad de que el deceso haya sido causado por el ébola, que despertó la preocupación en diversas regiones del mundo debido a su alta tasa de mortalidad.

En tanto, el buque permanece anclado en la terminal portuaria de General Lagos, en espera de los resultados de la autopsia y los análisis que se realizarán sobre el cuerpo del tripulante. Las autoridades confirmaron que la embarcación no podría continuar su trayecto hacia la República del Congo hasta que se conocieran los resultados de la autopsia y los análisis epidemiológicos.

Puerto General Lagos: el antecedente de un barco retenido por la Justicia

No es el primer procedimiento de este tipo que recae sobre el juzgado federal de Vera Barros. Ese mismo magistrado y esa misma terminal ubicada 20 kilómetros al sur de Rosario coincidieron con otro caso de un buque retenido hace poco más de una década. El 26 de julio de 2013, arribó al puerto privado de la cerealera Dreyfus en General Lagos el RM Power. La orden de detener la embarcación fue por la denuncia de un cuádruple homicidio ocurrida en alta mar.

El propio capitán rumano Florin Filip confesó el crimen a sus superiores por incidentes posteriores. El barco había zarpado del puerto de Matadí, en la República del Congo, el miércoles 3 de julio de ese año. Días después, la tripulación de cubierta encontró a cuatro jóvenes escondidos en la panza del bulk carrier (mismo tipo de barco que el African Magnolia). El capitán dio la orden de arrojarlos al mar y los marineros obedecieron, según la investigación judicial.

El juez Vera Barros entendió que los crímenes cometidos en alta mar deben ser investigados en el país del primer puerto de arribo, según jurisprudencia nacional. Prefectura tomó el control del RM Power e informó al capitán de la causa penal abierta por supuesto homicidio el 7 de julio.

Ese buque quedó retenido en el puerto y, seis días después, el RM Power fue lugar de otra víctima. Danilo Dumogho, el jefe de la tripulación de cubierta y uno de los acusados por el cuádruple crimen de los hombres, cayó al río Paraná y desapareció.