El Gobierno logró reducir vencimientos en casi 7,4 billones de pesos a partir de la instrumentación de un nuevo canje de la deuda en pesos, donde ofreció instrumentos ajustables por inflación y duales. De esta manera, la curva de lo que debería pagarse en lo que resta de 2023 pasó de $ 11,6 billones a $ 4,2 billones, es decir una disminución del 64%. “Para el cierre del año el panorama luce despejado”, aclararon desde el Ministerio de Economía. Los vencimientos promedio con el sector privado, para el último trimestre del año, equivalen a 0,1% del PBI. El canje tuvo la aceptación del 90% de los bancos.
De total de los vencimientos previstos para los próximos meses –en junio vencían 4,6 billones de los 9,2 billones-, el Gobierno consiguió extender plazos hasta 2024: un 13% de esas obligaciones pasaron a agosto, otro 36% a noviembre y un 27% a diciembre. Para enero de 2025, se pateó el 24% de vencimientos reprogramados.
"Por las características de la oferta que establecía títulos de salida entre 2024 y 2025, obtuvimos el acompañamiento de inversores institucionales de largo plazo como entidades financieras y compañías de seguro", destacaron desde Economía. La adhesión total de los bancos fue en torno al 90%.
"Hoy llevamos adelante el canje de deuda pública más grande de la historia argentina en el mercado doméstico; no sólo por la trascendencia económica de impacto en las cuentas públicas sino también por abarcar los vencimientos más importantes acumulados del segundo semestre", señaló el secretario de Finanzas, Eduardo Setti.
Economía esperaba que el canje de deuda en pesos de este jueves tenga un piso mínimo que sea la clave para avanzar con las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Superar un nivel de aceptación del 50% es la llave que habilitaría el cierre de un acuerdo para recalibrar metas y en ese sentido el número que estaría superado en unos 15 puntos.
"Esperamos que tenga un nivel de aceptación del orden del 65%", en línea con el promedio alcanzado en la última propuesta de canje que en marzo cerró el equipo de Sergio Massa. Es que buena parte de los 10 billones de pesos que suman los vencimientos de los bonos que se canjean están en manos de organismos estatales lo que garantiza un buen nivel de rollover.
Los instrumentos que se ofrecieron en esta oportunidad tienen vencimientos para 2024 y 2025, plazos tolerables para bancos y compañías de seguros, pero no así para los Fondos Comunes de Inversión quienes ya habrían comunicado un bajo nivel de participación en el canje pero, al mismo tiempo, serían la garantía de la próxima licitación de la semana próxima.
Apoyo del FMI
La vocera del Fondo, Julie Kozack, ponderó este jueves los canjes voluntarios de deuda en pesos implementados por el Gobierno argentino, al referirse a las iniciativas de los últimos meses para afrontar la actual coyuntura. “El FMI acoge con beneplácito los esfuerzos de las autoridades argentinas para reducir los riesgos de refinanciación asociados con la deuda interna”, dijo Kozack en una rueda de prensa brindada en Washington.
La directiva del organismo multilateral se refirió de esta forma al canje de deuda en pesos que el Gobierno implementó en marzo pasado y la operación que se lleva a cabo este jueves.
La Secretaría de Finanzas llevó adelante un nuevo canje voluntario de deuda en pesos para refinanciar los más de 6 billones que vencen durante el tercer trimestre de este año, por títulos pagaderos en 2024 y 2025.
El monto más fuerte de esta operación corresponde al corriente mes de junio, con vencimientos previstos por 1,8 billones de pesos, de los cuales cerca del 85% está en manos del sector privado y el resto en poder de distintas reparticiones públicas. A principios de marzo pasado, el canje de deuda en pesos tuvo una adhesión del 64%, lo que permitió despejar vencimientos por más de $ 4,34 billones.