China Evergrande Group tendrá como máxima prioridad ayudar a los pequeños inversores a canjear sus productos de inversión vendidos por el endeudado gigante inmobiliario, dijo su presidente, mientras la incertidumbre se cierne sobre el pago de intereses de un bono denominado en dólares que vence el jueves.
Las declaraciones de Hui Ka Yan se produjeron después de que la promotora dijera el miércoles que había "resuelto" el pago de un cupón de un bono local, lo que empujó el precio de las acciones de la empresa a su mayor subida porcentual en un solo día desde su salida a bolsa en 2009.
Los inversores de todo el mundo se han mantenido en vilo en las últimas semanas debido a que las obligaciones de pago de Evergrande, que acumula una deuda de 305.000 millones de dólares, han hecho temer que sus dificultades puedan suponer un riesgo para el sistema financiero chino.
La empresa tiene que hacer frente a 83,5 millones de dólares en pagos de intereses de un bono en el extranjero de 2.000 millones de dólares, que vence el jueves. Y la semana que viene se producirán más pagos, con un abono de intereses de bonos en dólares por valor de 47,5 millones de dólares.
Sin mencionar la deuda extranjera, el presidente de Evergrande instó a última hora del miércoles a sus ejecutivos a garantizar la calidad de la entrega de las propiedades y el reembolso de los productos de gestión patrimonial en manos de millones de inversores, principalmente individuales.
La presión política sobre la empresa para que actúe es cada vez mayor, ya que los compradores de viviendas y los pequeños inversores están cada vez más enfadados por haber invertido sus ahorros en sus propiedades y en sus opacos productos de gestión patrimonial.
"Suponiendo que esta situación siga el camino de la reestructuración de la deuda (...) pensamos que la naturaleza minorista de los productos de gestión del patrimonio tendría prioridad para la estabilidad social", dijo Ezien Hoo, analista de crédito del OCBC Bank.
Los inversores extranjeros, que poseen títulos emitidos por entidades extraterritoriales, podrían tener más dificultades para cobrar, ya que tienen "un menor poder de negociación frente a otros acreedores más cercanos a los activos", dijo.
Las acciones de Evergrande subieron hasta un 32% el jueves al reanudarse la cotización después de un día festivo, aunque las ganancias se redujeron pronto y los meses de fuertes pérdidas siguen dejando el valor con una caída de más del 80% en lo que va de año.
La unidad de servicios inmobiliarios de Evergrande también subía. La sensación de alivio se extendió a los valores inmobiliarios de China que cotizan en Hong Kong, y Country Garden, el mayor promotor de China, subió hasta un 14%. Sunac China subía un 16% y Guangzhou R&F Properties un 26%.
Oscar Choi, fundador y director de inversiones de la empresa Oscar and Partners Capital Ltd, dijo que Evergrande no quiere exacerbar las tensiones sociales dejando viviendas sin construir, trabajadores de la construcción sin pagar y pequeños inversores contando sus pérdidas.
Una vez que se hayan cumplido estas prioridades, Evergrande hablará con sus otros acreedores, dijo, y añadió: "De lo contrario, unos cientos de miles de personas se pelearán con el Gobierno".
Un portavoz de la empresa no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios sobre su obligación de pago que vence el jueves.
Riesgos de contagio
Evergrande, que personifica el modelo de negocio de "pedir prestado para construir" y que en su día fue la promotora más exitosa de China, entró en dificultades en los últimos meses al endurecer Pekín las normas en su sector inmobiliario para frenar el exceso de deuda y la especulación.
Los inversores temen que la quiebra se extienda a los acreedores, incluidos bancos de China y del extranjero, aunque los analistas han restado importancia al riesgo de que un colapso provoque un "momento Lehman", o una crisis de liquidez sistémica.
El 16 de septiembre Fitch Ratings dijo que había recortado su previsión de crecimiento económico para China en 2021 al 8,1% desde el 8,4%, citando el impacto de la desaceleración del sector inmobiliario del país en la demanda interna.
Subrayando el esfuerzo por evitar el riesgo de contagio, Chinese Estates Holdings, el segundo accionista de Evergrande, dijo el jueves que había vendido 32 millones de dólares de su participación en la compañía y que planeaba salirse completamente del grupo.
Algunos analistas afirman que los inversores podrían tardar semanas en tener claro cómo se resolverá la situación de Evergrande.
"La empresa podría reestructurar sus deudas aunque continúe en funcionamiento, o podría liquidarse", escribió Paul Christopher, jefe de estrategia de mercado global del Wells Fargo Investment Institute. En cualquiera de los dos casos, los inversores en los instrumentos financieros de la empresa probablemente sufrirían algunas pérdidas, escribió.
"En caso de liquidación, sin embargo, los inversores chinos y mundiales podrían considerar que el contagio podría extenderse más allá de China", añadió.
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, dijo el miércoles que los problemas de Evergrande parecen exclusivos de China y que no veía conexiones con el sector empresarial estadounidense.