No será el regreso de los muertos vivos. Pero algo se le parece. La sociedad Macri – Milei (en permanente redefinición) trae consigo al club de los endeudadores seriales. Tal podría ser el caso de Luis “Toto” Caputo, un Messi de las finanzas deslucido pero responsable de la ruinosa deuda externa adquirida durante los primeros dos años de la Alianza Cambiemos; por estas horas, sería el firme candidato de Milei para ocupar el cargo de ministro de Economía. Su anterior paso por la administración pública le dejó al país el empréstito más extenso de su historia, un bono a 100 años que fue calificado como “ruinoso” por la Auditoria General de la Nación. La operación se había concretado a través del HSBC, que por entonces era presidido por Gabriel Martino, empresario que se acercó a Milei vía el jefe de esta sociedad (Macri).
Las irregularidades entorno a Caputo y su paso por la gestión Cambiemos también lo llevan a la primera emisión de deuda realizada en marzo de 2016, luego de que el Congreso aprobara un pago en efectivo para los Fondos Buitres de Paul Singer. Uno de los bancos que intervinieron en esta emisión fue el Deutsche Bank, vinculado a Caputo y su segundo, Santiago Bausilli. Ambos fueron denunciados por jugar en ambos lados del mostrador. La investigación es llevada adelante por el juzgado de Sebastián Casanello.
100 años
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El bono emitido a 100 años fue calificado por la AGN, luego de haber analizado todos sus pormenores, como “poco transparente e ineficiente, que comprometió a generaciones futuras de argentinos”.
Así lo determinó la comisión de Control de la Deuda Pública de la auditoria, en el marco de la Resolución 97-E/2017. “Se tramitó la deuda del siglo en tiempo exiguo, sin una estrategia previa, sin procedimientos, sin la intervención de áreas competentes y sin un análisis técnico sobre su conveniencia”, había concluido el organismo oficial.
El cuerpo de auditores concluyó que la emisión del bono del siglo había sido inconsistente tanto en sus aspectos formales, como ruinosos en la ecuación financiera.
Entre las cuestiones formales se calcó el procedimiento que luego correría para el mega endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional:
* El auditado no contaba con un manual de procedimientos ni con un proceso normado que determine el circuito a seguir en los casos de endeudamiento público internacional.
* No se constató la intervención de algunas áreas con funciones asociadas al endeudamiento externo según normativa, como es en el caso de la Unidad de Análisis de Riesgos Financieros (UARF), Unidad de Evaluación de Financiamiento (UEF) y Coordinación de emisión de deuda externa (CEDE)”
* Su emisión no estuvo contemplada en el programa financiero anual ni contaba con el respaldo de una estrategia.
“La inexistencia de un marco legitimado por el Congreso Nacional otorgó un poder discrecional al Ministerio de Finanzas poco transparente”, concluía el trabajo de la AGN.
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Ruinoso
Con el bono del siglo, el Estado se endeudó por USD 2.750 millones aunque solo ingresaron al país 2.470 millones. Hubo 148 fondos de inversión que formaron parte de esta emisión. Quienes hayan adquirido alguno de los títulos, recuperará su inversión al cabo de los primeros 13 años. El resto será ganancia extraordinaria por el pago de intereses.
Es decir que al cabo de esos primeros 13 años, la Argentina habrá devuelto el 100% del capital captado. En tanto, a los 50 años pagaría casi el 400% y al final de los 100 años ya habría repagado más del 900% de monto neto recibido en 2017. Toto Caputo fue un “Messi de las finanzas” pero para beneficiar a sus amigos.
“Dadas las ventajas para los inversores, no es de extrañar que las órdenes de suscripción más que triplicaran el monto adjudicado final”, concluyó la Auditoría.
Delito de cuello blanco
Cuando Caputo asumió en el área de Finanzas durante la gestión Macri trajo bajo el brazo una serie de bancos y fondos de inversión, sumado el propio – Axis-, listos para hacer negocios bajo el paraguas macrista. Junto a Santiago Bausilli, quien fuera su segundo tanto en Finanzas como en el BCRA, se ocuparon de organizar la emisión para pagarle cash a los Fondos Buitres.
Por esta operación son investigados en el juzgado de Sebastián Casanello. El corazón de la pesquisa apunta al doble rol cumplido por ambos ex funcionarios en la emisión para los buitres y los bancos beneficiados. La investigación original de la causa había sido realizada por el fiscal Federico Delgado, quien falleció recientemente.
Uno de los emisores había sido el Deutsche Bank, junto con el HSBC, JP Morgan y Santander como coordinadores globales, y el BBVA, CITI y UBS como colocadores. Santiago Bausili había trabajado en el Deutsche hasta unos días antes de asumir su cargo. De hecho, mantuvo reuniones en Nueva York con inversores en bonos argentinos y el representante de la Corte de Nueva York y la Task Force Argentina antes de su nombramiento oficial
En el caso de Caputo, compartió la conducción de la empresa Axis Sociedad Gerente de Fondos Comunes de Inversión junto a Carlos Hernán Planas por lo menos hasta el 4 de diciembre de 2015. Planas como Caputo solían compartir espacio laboral dentro del Deutsche Bank.
Como parte del entramado investigado, el fiscal Delgado destacó “la simultaneidad de Caputo en las firmas Axis Sociedad Gerente de Fondos Comunes de Inversión y en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, por inversiones realizadas entre las mismas, donde también intervino el Deutsche Bank”. Es decir, un doble rol de jugador y regulador.
La causa tuvo un primer procesamiento sobre Bausili, luego revocado por la Cámara Federal (Sala 2, con los votos de Irurzun y Farah. Casanello sigue investigando el rol de ambos funcionarios.
“Esta causa se convirtió en una discusión fuera de contexto, en un lenguaje desprovisto del sentido de los asuntos humanos y que, me parece, se va a perder en el inexorable destino de los delitos de cuello blanco. Mi lectura de los hechos revela que un grupo de tipos tuvieron información privilegiada, que tenían lazos con actores financieros y que, en ese marco, facilitaron el acceso al mercado de sus anteriores patrones. Imaginate lo que sería si se tratase de un funcionario que creó un plan social, participó de la implementación y le asignó una parte del dinero a su ex socio. Sería condenado”, reflexionó Delgado ante una consulta de este periodista, realizada en diciembre de 2020.
Tomala vos, pagame a mí
Caputo se pagó a sí mismo. En 2016, cuando integraba el consejo asesor del Fondo de Garantía de Sustentabilidad y era el ministro de Finanzas de Macri, autorizó un pago de 450 millones de pesos para el fondo de inversión Axis, cuyo fundador y presidente había sido el propio Caputo. Un “Messi de las finanzas” donde él fue uno de los pocos ganadores.
La operación cuestionada ocurrió en mayo de aquel año, como parte del paquete “Axis ahorro plus”. Las principales inversiones del fondo de Caputo se concentraban en Lebacs (en un 80%) y el 20% restante entre plazos fijos y otros fondos de inversión.
De acuerdo a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la inversión total de la ANSES en el fondo “Axis ahorro plus” llegó a superar los 500 millones de pesos que se redujeron con el correr de los meses debido a que la ANSES fue retirando su posición.