Entre Ríos: entre la reactivación económica y la crisis social

Empleo, actividad económica y exportaciones mostraron mejoras en Entre Ríos. La pobreza sigue azotando a Concordia. ¿Reactivación, recuperación o rebote?

06 de octubre, 2021 | 16.45

La reactivación económica registrada a nivel nacional tiene su correlato en Entre Ríos, donde los indicadores en diversas actividades han mostrado mejoras no sólo interanuales, sino que niveles prepandemia, lo cual brinda un dato más real del estado de situación. A la par, la situación social sigue siendo crítica, con niveles de pobreza que, en casos, superan ampliamente la media nacional.

Datos oficiales muestran que, por cuarto mes consecutivo, en agosto se recuperaron índices de trabajo registrado. Se alcanzaron los 129 mil puestos en el sector privado, de los cuales 30 mil fueron en el ámbito industrial. A la par, la desocupación cayó, mientras que crecieron el empleo y la actividad económica en los dos conglomerados urbanos que mide el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en la provincia: Concordia y Gran Paraná.

En el segundo trimestre de 2021 el empleo marcó una mejora interanual de 10,4% en Paraná y de 2,6% en Concordia, llegando al 43,7% y 36,9% respectivamente. Incluso reflejaron una suba en relación al primer trimestre del 2020 -un espejo más real, debido a que las restricciones comenzaron a regir en los últimos 10 días de marzo- cuando eran del 41,5% en la capital y 36,2% en la capital del citrus.

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En cuanto a la actividad económica, el segundo trimestre de 2021 mostró un repunte de 2,7% en Concordia (40,8%) y de 8,1% en Paraná, escalando al 45,7%. En comparación con el primer trimestre del año pasado, en tanto, es un crecimiento de 0,4% en Concordia (40.4%) y de 1,4% en Paraná (44,3%)

En lo que refiere al desempleo, en Concordia es actualmente del 9,6%, en línea con el índice medido en todo el país. De ese modo, mostró una merma de 0,3% en términos interanuales. Sin embargo, reflejó una suba de 2,1% en relación al primer trimestre de 2021, cuando había alcanzado el 7,5%. Se calcula que unos 6 mil concordienses están desocupados, mientras que son 11 mil los ocupados que demandan otro trabajo. La subocupación alcanza a unos 10 mil vecinos.

En el Gran Paraná, el otro conglomerado medido dentro del informe de mercado de trabajo, se registró una retracción importante del desempleo: 7%. Del 11,3% del segundo trimestre de 2020 se pasó a un 4,3% en el mismo período del presente año. Asimismo, se mantuvo prácticamente en el mismo lugar respecto del primer trimestre de 2021 (4,4%), reflejando una caída de apenas 0,1%. En la capital y alrededores (Oro Verde, San Benito, Sauce Montrull y Colonia Avellaneda) hay unos 6 mil desempleados, 11 mil personas que trabajan pero demandan otro ingreso y unos 10 mil subocupados.

Otro índice que mostró un repunte son las exportaciones. Datos oficiales muestra un crecimiento del 15% en valores FOB y del 14% en toneladas, con relación al 2020. De ellas, el 52,15% fueron primarias; el 28,23% fueron agroindustriales y 9,62% energéticas e industriales.

La pobreza sigue azotando a Concordia

Los últimos datos en torno a la pobreza siguen mostrando a Concordia como una de las ciudades con peor performance en la materia. El último relevamiento del Indec, dado a conocer hace pocos días, encontró a la Capital del Citrus con más de la mitad de sus habitantes en esa condición: 56,1%. Se trata de una cifra aún mayor que en el primer semestre de 2020, cuando regían las medidas sanitarias más estrictas en el marco de la pandemia, que pulverizaron el marcado de trabajo: era de 52,2%. Significa también un salto de 6,5% en relación al cierre del año pasado, y coloca a 91.126 vecinos en la pobreza.

El otro dato alarmante son los 25.559 concordienses que viven en la indigencia, con necesidades básicas insatisfechas. Son el 15,8% de la población, un 3,8% más que en el primer semestre del año pasado y un 7,6% en comparación con el segundo semestre. 

En Paraná y alrededores, por su parte, la pobreza bajó, aunque menos de un punto: fue de 37%, un 0,7% en la variación interanual. Asimismo, sí es una caída relevante en relación al cierre de 2020, cuando trepaba al 40,9%. En la capital y alrededores 104.307 pobres. También 23.947 indigentes, que son el 8,5% de la población, un 2,2% más que el mismo período de 2020. También significa un incremento de 2,8% respecto de fines del año pasado, cuando era de 5,7%.

¿Reactivación, recuperación o rebote?

El economista y docente de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), Gabriel Weidmann, cree que los datos que se reflejan actualmente a nivel nacional son la consecuencia de dos factores: las políticas estatales y una tendencia natural del sistema económico de reavivarse luego de una caída profunda.

“Pensemos que venimos de tres años de derrumbe fuerte. De ellos, dos fueron por decisiones gubernamentales, mientras que otro por la pandemia, que arrastró a todas las economías del mundo. Ahora bien, como tal, la economía tiende a crecer de nuevo, un poco como un efecto sistémico y otro poco gracias a la lenta reactivación promovida desde el Estado”, explicó el especialista, en contacto con El Destape.

Para Weidmann, los actuales indicadores muestran una recuperación de actividad que se había perdido años anteriores, pero aún están lejos de los de 2015, en la previa del arribo de Cambiemos; y de 2012, último año de crecimiento: “En los últimos tres años de Cristina Fernández hubo un estancamiento. Luego de eso se cayó en 2016, se recuperó en 2017, pero se volvió a caer en 2018, 2019 y 2020. Es muchísimo”.

Para el economista, las decisiones de la Casa Rosada van en una dirección acertada, pero aún son insuficientes: “El mayor problema sigue siendo la inflación, que erosiona el poder adquisitivo”. Por eso mismo, apuntó, uno encuentra datos que pueden resultar pardójicos, como que caiga la desocupación, pero crezca la pobreza en algunos lugares del país: “Esto sucede porque si bien se recupera mano de obra, el nivel de ingresos sigue siendo bajo y a la par se deprime más con la variación de precios y el aumento del costo de vida. Entonces puede ser que haya más gente trabajando, pero no necesariamente ganando lo suficiente como para cubrir las expectativas”.

Para finalizar, Weidmann señaló que el principal desafío del gobierno es que la clase trabajadora recupere poder de compra: “Debe ser el objetivo, junto con contener la inflación. No es menor tampoco el doble condicionante de la deuda externa. En primer lugar, porque no te permite apostar, por ejemplo, a un déficit; justamente por el segundo condicionante, que es político, dado que todas las decisiones deben estar avaladas por el FMI para poder avanzar en la renegociación”.

Ricardo Couchot, gerente Bursátil de Leiva Hermanos SA, señaló que la reactivación económica ha tenido un correlato en los mercados: "Se vio una fuerte recuperación en agosto, que se tranquilizó un poco más en septiembre". En contacto con El Destape, el experto consideró que el dólar sigue siendo el principal refugio de los ahorristas, más que las acciones o los bonos. Asimismo, en relación a éstos últimos, sí indicó que se han acelerado operatorias de, por ejemplo, Dólar MEP o Contado con Liqui, que permiten el acceso a la divisa en mayor cantidad que por vía oficial con restricción de 200 por mes: "Ahora la Comisión Nacional de Valores puso algunas restricciones más a este tipo de operatorias, con lo cual podría, eventualmente, caer".

Couchot considera que existe una recuperación económica en el país: "Algunos indicadores, especialmente los de septiembre, muestran un rebote. Otros son más genuinos, muestran evidentemente una senda de crecimiento. Esperemos que se sostenga y se traslade a todos los sectores productivos".