Represas patagónicas suspendidas, otra víctima de la crisis diplomática con China

Fuentes oficiales reconocieron que las obras, como las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner, estarán frenadas al menos hasta marzo y esperan un desembolso de u$s 500 millones de China para continuar. Todo estaba listo para ese desembolso hasta la asunción de Milei y su giro en política exterior.

31 de enero, 2024 | 00.05

Las tensiones diplomáticas entre los gobiernos de Javier MileiXi Jinping, que generaron la suspensión del segundo tramo del swap de monedas por unos 5000 millones de dólares, ahora también provocó la parálisis de los fondos que ya habían sido acordados para la continuidad de las represas de Santa Cruz, Jorge Cepernic y Néstor Kirchner. En este caso, China debería haber desembolsado unos 500 millones de dólares, de un crédito otorgado de 4714 millones. Todo estaba listo a fin de año, pero se frustró tras la asunción del libertario y su giro en política exterior.

La cifra congelada no es contundente pero marca el sendero que, sin críticas grandilocuentes, llevará al Milei y Compañía a ponerse de rodillas ante el gigante asiático. Vale recordar que cuando el macrismo suspendió las obras para cambiar el financiamiento, China dejó de comprar soja. Finalmente, dejaron todo como estaba.

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Dentro de los muchos temas que el gobierno de Javier Milei tiene que resolver en tiempo récord, también se encuentra la continuidad del proyecto Represas Patagonia, una obra vinculada estrechamente a los lazos que el país mantiene con China. En ese sentido, la canciller Argentina, Diana Mondino, y el embajador de la República Popular de China en Argentina, Wang Wei, se reunieron para celebrar los primeros 10 años de la Asociación Estratégica Integral que ambos países establecieron en 2013.

Mientras el gobierno de La Libertad Avanza administra ajusta los fondos presupuestarios y congela la obra pública, el proyecto de las represas patagónicas aguarda avances indispensables de la gestión de ENARSA, obras clave no solo para reactivar la actividad de la construcción sino también para dejar de importar energía. El rol de las carteras de Economía y Energía será fundamentales en el desembolso de bancos chinos para una obra clave, la única con financiamiento total más el IVA.

La gota china

El crédito acordado con China asciende a 4714 millones de dólares, de los cuales ya se habían desembolsado 1850 millones de dólares desde 2015 (cuando se firmó el acuerdo) y en estos días deberían haber arribado 500 millones.

Fuentes oficiales aseguraron “las obras están suspendidas por lo menos hasta el 29 de febrero y el congelamiento viene desde del 18 de diciembre último”. El último avance fue en octubre del año pasado, cuando llegaron a Santa Cruz las turbinas para la Represa Hidroeléctrica Jorge Cepernic desde un barco procedente de Shangai, China, con el equipamiento para el armado de las turbinas. El avance físico de las obras es bajo. La represa Jorge Cepernic tiene un 42 por ciento de avance, mientras que el de la construcción de la represa Néstor Kirchner se ubica en el 21 por ciento.

Para su continuidad, se requiere de la firma de la Adenda XII, un documento que deben rubricar representantes de Energía Argentina (ENARSA), a cargo de la obra, junto a los contratistas que construyen. Concretar la firma de la adenda es clave para poder avanzar con las obras, destrabar el financiamiento y lograr su puesta en marcha en los próximos años.

Para destrabar la situación son necesarias las gestiones del ministro de Economía, Luis Caputo, y las de los equipos de la Secretaría de Energía que encabeza Eduardo Rodríguez Chirillo; pero éstos parecen más preocupados por tomar deuda para y bajar subsidios que en avanzar en obras clave para el ingreso de divisas genuino y abaratar costos energéticos internos.

Finalizadas las obras y en funcionamiento, las represas evitarían la salida de más de 1000 millones de dólares por importación de combustibles fósiles y lograrán una reducción de la emisión de gases de efecto invernadero de 2,5 megatoneladas de CO2, que representa el 2,5 por ciento del volumen de reducción propuesto en el Acuerdo de París.

Las provincias del sur argentino manifestaron cierta preocupación frente a esta situación, ya que la falta de actividad en las obras de las represas, además de obstaculizar el camino hacia la transición energética que lleva adelante el país, significa un retroceso para las economías regionales.

El potencial

Para empezar, el río patagónico en el que están emplazadas las represas tiene una cuenca de 25.000 kilómetros cuadrados e incluye a los lagos Argentino y Viedma. El aprovechamiento hidroeléctrico del Río Santa Cruz es una obra clave para el futuro desarrollo energético de Argentina. Consiste en la construcción de dos represas y sendas centrales hidroeléctricas ubicadas sobre el río Santa Cruz con la finalidad de generar energía renovable para todo el país.

El contrato está a cargo de las empresas China Gezhouba Group Corporation, Eling Energía e Hidrocuyo, que poseen una vasta experiencia y reconocida experiencia en el diseño y construcción de grandes obras de infraestructura energética. Esta obra resultante el desarrollo de emprendimientos agrícolas, ganaderos e industriales. La disponibilidad de energía en la región incluido la creación de industrias metalúrgicas, gasíferas, pesqueras, entre otras.

La represa Néstor Kirchner tendrá 73 metros de altura y cruzará el río a 180 kilómetros al oeste de la ciudad de Puerto Santa Cruz. La represa Jorge Cepernic, de 41 metros, estará a 65 kilómetros aguas abajo. Las empresas a cargo del proyecto son la constructora de origen chino Gezhouba Group que posee el 54 por ciento de las acciones y las argentinas Eling, con el 36 por ciento e Hidrocuyo, con el 10 por ciento.

La explotación hidroeléctrica del Río Santa Cruz aumentará en un 16 por ciento la producción de energía e incrementará en un 3 por ciento la capacidad de generación instalada en la matriz a través de un recurso limpio y renovable, sin emisiones de gases nocivos al medio ambiente.

Con la energía que produzcan estas represas se podrá abastecer el consumo de aproximadamente 1.000.000 de hogares de todo el país dado que las plantas estarán conectadas al SADI (Sistema Argentino de Interconexión). Según estimaciones del sector, durante la etapa de construcción se crearán 5.000 empleos directos y 15.000 indirectos.

Sin embargo, desde el sector confirmaron que estos proyectos no son posibles sin el crédito otorgado por los bancos chinos y acordado por los gobiernos de ambos países por el total del presupuesto de la obra incluido el IVA. En este contexto el país asiático aguarda señales del Poder Ejecutivo Nacional para poder avanzar con un nuevo desembolso y continuar con los proyectos planeados. Las gestiones de la canciller Diana Mondino con sus pares chinos están lejos de dar algún buen resultado.