Expertos en energía advierten que Argentina es especialmente vulnerable ante una posible escalada bélica en Medio Oriente tras los ataques mutuos entre Israel e Irán, sobre todo, debido a la intención del gobierno de Javier Milei de lograr la paridad de exportación en el petróleo.
Los especialistas consultados coinciden en que, por ahora, los intercambios bélicos entre ambos países no repercutieron en el valor local de los combustibles. En ese sentido, desde una de las principales petroleras del país confirmaron a El Destape que, en estos días, no debieron tomar ninguna medida o prevención adicional para evitar un aumento en los precios, ni siquiera este viernes luego de la respuesta de Israel al ataque iraní del sábado pasado.
Aun así, los expertos agregan que el problema se presentaría si la situación en Medio Oriente continuara agravándose, una posibilidad que volvió a despertar preocupación luego de la decisión del gobierno de Benjamin Netanyahu de bombardear Isfahan en las últimas horas.
El valor que los especialistas del sector toman como bisagra es el de 100 dólares por cada barril de petróleo brent (hoy ronda los 90 dólares). Si supera ese umbral, la posibilidad de posponer aumentos a nivel local para evitar una disparada inflacionaria entrará en conflicto con la intención del propio Gobierno de llevar los precios internos a la "export parity", es decir, al mismo nivel que los de exportación de crudo. Hoy, el barril se está pagando aproximadamente a 67 dólares en el mercado local.
"La intención de Milei de igualar los precios de los combustibles al precio internacional (export parity) y desregular las exportaciones, sin necesidad de abastecer al mercado interno, hace que seamos mucho más vulnerables a las fluctuaciones del mercado mundial", afirmó al respecto Martín Bronstein, director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (CEEPYS).
En ese sentido, agregó que "si llega a haber una escalada en los precios del petróleo, tranquilamente podría tener un impacto directo en el precio de los combustibles en el mercado local, con lo cual también podría tener un impacto directo en la inflación".
Lo cierto es que el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, había prometido a las petroleras, al hablar frente al Congreso en enero pasado, lograr la export parity en los meses siguientes.
Pero, luego, el Gobierno debió posponer este objetivo para evitar una suba inflacionaria por el aumento del precio en el surtidor (se calcula que para el export parity el precio del litro en surtidor debe rondar 1,20 dólares, mientras que hoy es cercano a 1,05 dólares). Y, además, para poder en cambio acelerar el descongelamiento del impuesto a los combustibles, apremiado por la necesidad de recaudación para mantener la meta de déficit cero.
Si la situación en Medio Oriente sigue escalando y el precio del petróleo sube, estas dos posibles vías entrarán en mayor tensión. En ese escenario eventual pero no lejano, el Gobierno podría "permitir, como pretende vía la desregulación incorporada al nuevo proyecto de Ley Bases, que se acoplen los precios internos con internacionales y que YPF traslade ese alza al surtidor, de entre un 15 y un 20%. O, en cambio, privilegiar el control de la inflación con el reciente argumento de 'se les fue la mano con los aumentos a la clase media', pero aquí aplicado a las refinadoras como YPF, Axion y Shell", lo explicó Juan José Carbalajes, director de la consultora especializada en energía Paspartú.
Como sea, previo a procurar una moderación del aumento de la nafta, el Gobierno dejó que los combustibles en surtidor subieran un 106% entre diciembre y abril, evitando renovar los acuerdos de precios del sector que había promovido la administración peronista.
MÁS INFO
Adicionalmente, en el mega DNU 70/2023 de diciembre pasado Milei desreguló las exportaciones de petróleo y gas, eliminando la obligación de abastecer primero el mercado local. Carbajales aclara que "en el DNU lo único que hay es una 'declaración de principios' de que el Gobierno no va a influir en las exportaciones, pero que eso "no está operativo" mientras no se logre aprobar la Ley Bases.
Aun así, esa normativa genera que un aumento del precio internacional incentive aún más a las petroleras a vender su producción en el exterior, en todo caso presionando políticamente por incrementar los valores internos para evitar una pérdida de rentabilidad.
Otro problema está en la importación, ya que, según remarca otro experto del sector con el que habló El Destape, también se incrementará el precio del GNL que debe importar Enarsa, que anunció la licitación de 10 barcos en marzo pasado.