Unilever implementó desde este mes en Argentina la semana laboral de cuatro días para sus empleados administrativos por una vez cada 30 días. De esta manera, se convirtió en la primera filial de la compañía en Latinoamérica en lanzar esta iniciativa que beneficia a más de 1.200 trabajadores.
"En Unilever estamos constantemente pensando de qué manera podemos desafiarnos para adaptarnos a las necesidades de nuestros empleados y este anuncio es un paso más de la cultura flexible que venimos construyendo desde hace más de 10 años", afirmó Melina Cao, directora de Recursos Humanos en la compañía.
Semana laboral de 4 días: el debate en Argentina
Argentina es uno de los países con jornadas laborales más extensas del mundo, con 48 horas semanales. Después del inicio de la pandemia del coronavirus, el debate sobre la posibilidad de reducir las horas de trabajo comenzó a estar cada vez más en agenda.
El llamado "modelo escandinavo" sostiene que la productividad aumentará si se reducen las horas de trabajo. Por este motivo, desde el Frente de Todos se presentaron dos proyectos de ley para reducir la carga laboral de los trabajadores y trabajadoras en todo el país. Sin embargo, no hubo avances significativos.
En los últimos años, muchos países europeos y de la región comenzaron a discutir sobre la extensión de la jornada laboral, y la posibilidad de reducirla. En general, existen dos modelos: una es la reducción semanal de horas, y otra más nueva donde se mantienen las horas, pero se reparten en menos días.
En la actualidad, los especialistas coinciden que el país tiene una jornada de trabajo extensa, de 48 horas, cerca de países como Mongolia o Pakistán, donde la carga horaria semanal supera las 50 horas. Del otro lado están Australia, Noruega, Dinamarca y Holanda, con semanas que van desde las 30 a las 35 horas.
Qué dicen los proyectos para reducir la jornada laboral
En agosto del 2021, el diputado nacional y titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, presentó un proyecto para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales. "El objetivo de esta iniciativa es reducir la carga de horas semanales para que más trabajadores que están en la informalidad, que superan el 30 por ciento, sean contratados y pasen a la esfera formal", explicó Yasky. La medida se aplicaría "sin bajar salarios" y con el objetivo de "distribuir más equitativamente un bien escaso como el empleo".
De la misma forma, la legisladora del Frente de Todos y representante de La Bancaria, Claudia Ormaechea, presentó uno para que haya un tope de 36 horas por semana, con seis horas máximo por jornada. La iniciativa busca dar respuesta a la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos, a pesar de la alta carga horaria.
"Partimos de la premisa que el derecho del trabajo no crea trabajo, pero el derecho del trabajo con la modulación de la jornada permite su redistribución", afirmó Ormaechea. Según la diputada, los sueldos en la Argentina "perdieron, en el período 2016/2019 según las mediciones INDEC o el INDEC de la Cámara de Diputados, entre un 26,4 y un 31,4% del poder adquisitivo".
La reducción en la jornada laboral ya se está experimentando en países como Chile, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Japón e Islandia y, según Yasky y Ormaechea, muestran buenos resultados. Además, destacan que el impacto positivo en el ambiente también está estudiado: hay una reducción de combustión, del gasto de energía y de la circulación de gente.
La intención de ambos proyectos oficialistas es modificar la Ley 11.544 que regula las horas de trabajo a 48 horas semanales con un máximo de ocho horas diarias. Se trata de una de las jornadas laborales más extensas, fijada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hace 101 años. Asimismo, la misma organización, el exceso de trabajo genera pérdidas de hasta un 3% del PBI.
Con información de Télam