Una de las primeras reacciones en el despacho de Alberto Fernández ante el COVID consistió en decretar la prohibición de despidos y suspensiones arbitrarias para cuidar los puestos de trabajo. A medida que se extendió la pandemia se acompañó esto de transferencias monetarias directas a las compañías y a los empleados. Casi un año y medio después, con un reordenamiento, el sector empresario lanzó la propuesta de flexibilizar las desvinculaciones, una propuesta antigua y anticonstitucional.
MÁS INFO
“Mochila argentina” le decidieron llamar a lo que plantean como una novedad, pero en rigor de la verdad consiste en décadas de retroceso: eliminar la indemnización por despido. El dueño de la textil TN&Platex, Teddy Karagozian, en una columna en El Cronista Comercial propuso cambiar ese pago compulsivo del empresario por un seguro de desempleo que se sustente con una mensualidad mientras tenga empleo la persona y que se le reintegre en cuotas desde el momento en que lo echan hasta conseguir otro empleo.
Esto implica mucho menos ingreso para el trabajador y también para el empresario. Un abaratamiento de los despidos. Con agresiones a los abogados laboralistas Héctor y Mariano Recalde, Karagozian plantea que oficiaría de incentivo para aumentar la plantilla laboral, mientras que el sistema actual, por el contrario, inhibe la expansión.
MÁS INFO
“Los grandes empresarios siempre buscan abaratar lo que ellos llaman ‘costo del trabajo’”, le respondió un Juan José Sisca, el secretario Nacional de La Asamblea de pequeños y medianos empresarios (APYME). “Lo último que hacemos las PYMES es despedir trabajadores. Lo que siempre queremos es ampliar los empleos”, enfatizó.
“En los años en los que el neoliberalismo gobernó al país se buscó avanzar sobre los trabajadores”, planteó el industrial PYME. “Sabemos que nuestro mercado es el interno, lo que necesitamos son trabajadores que tengan trabajo, seguridad en su trabajo, que ganen bien, de manera que puedan comprar lo que producimos. Lo que tenemos que discutir es cómo crecemos, cómo hay más trabajadores y más PYMES”.
Los representantes de los trabajadores tampoco se lo tomaron a la ligera. El secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano, contextualizó que "en el momento en que se necesita preservar más el empleo vienen con estas ideas antitrabajadores". "Lo grave es que estamos en la peor crisis socio económica de la historia y en el momento en donde deberíamos cuidar más el trabajo, quieren que el trabajador no cobre más indemnización y se pague su seguro de desempleo", argumentó a El Destape.
Llano vinculó esta propuesta con la nueva conducción de la Unión Industrial Argentina, que la preside Daniel Funes de Rioja hace cerca de un mes. “Es uno de los que, como representante en la Organización Internacional del Trabajo, año tras año intenta eliminar el derecho a huelga en el mundo", señaló el gremialista. "El empresariado argentino actúa así constantemente y presenta ideas foráneas”, criticó.
Más directa fue la explicación de Héctor Recalde: “Este sistema es inconstitucional porque no protege al/la trabajador/a contra el despido arbitrario, garantía consagrada en el art. 14 bis de la Constitución Nacional”. “Me explico, la indemnización por despido –este seguro no lo es– tiene una doble finalidad, por un lado reparar los daños que ocasiona el despido incausado y por el otro lado castigar o desalentar la conducta disvaliosa que constituye el despido arbitrario. En este esquema no existe ninguna protección contra el despido arbitrario y ello atenta gravemente contra la democracia en las relaciones laborales”, detalló en una columna en Página 12.
“No es muy difícil imaginar cómo empeorará la desigualdad negocial para un/a empleado/ a si al empleador no le costara nada despedir. Sería imposible hacer valer un derecho si la alternativa es un despido sin costo alguno”, explicó desde su experiencia. “Categóricamente afirmamos que estas leyes flexibilizadoras no son generadoras de empleo del mismo modo en que los mayores derechos a favor de los trabajadores no retraen las contrataciones”, enfatizó.
Recalde también utilizó información del pasado reciente argentino para ilustrar sus argumentos: “Con solo observar que en la década del noventa en un marco de aguda flexibilización el desempleo se duplicó y que a partir del año 2003 en un contexto de indemnizaciones por despido agravadas el desempleo fue disminuyendo sensiblemente hasta tasas consideradas como de pleno empleo podemos echar por tierra los trillados cantos de sirenas”.