Pese al sólido crecimiento de puestos laborales desde la salida de la pandemia y hasta la primera parte del año, todavía persisten12 millones de personas sin trabajo o con empleos precarizados, ya sea porque están desocupadas, trabajan en la informalidad o son asalariados no registrados. El elevado número de trabajadores y trabajadores que se desempeñan en la informalidad explica la ampliación de la cobertura estatal para cada vez más personas, ya sea como un único ingreso o refuerzo de las "changas" semanales que puedan conseguir. De hecho, dentro del empleo asalariado, el 35,9 por ciento no está registrado, equivalente a unos 5,3 millones de habitantes.
Las cifras de personas precarizadas está lejos incluso del número de perceptores de algún plan social: el plan Potenciar Trabajo alcanza a 1,3 millones de personas, la Tarjeta Alimentar a 4,1 millones y la Asignación Universal por Hijo a 4,5 millones. Todo esto sin contar la superposición de planes, lo cual reduciría el universo de beneficiarios a menos hogares aún, con lo cual sigue habiendo una alto porcentaje de la población sin cobertura. Ante este escenario, se hace innegable la necesidad de mantener una cobertura sobre esos hogares, pese a que el nivel de empleo en porcentaje evidencia la proporción más elevada de personas ocupadas en relación a la población total desde 2004 .
Para poder comparar en números absolutos la situación del empleo, es necesario extrapolar los porcentajes de la encuesta permanente del INDEC al total proyectado de la población. Los porcentajes no varían, pero la cantidad sí. La medición oficial se realiza sobre un universo de 31 aglomerados urbanos, que representan a 29,1 millones de personas. Sobre los datos proyectados en esos aglomerados urbanos, el relevamiento arroja que la tasa de empleo creció 1,7 puntos porcentuales, alcanzado al 43,3 por ciento.
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"En consecuencia, en el primer trimestre de 2022, se observa la proporción más elevada de personas ocupadas en relación a la población total desde el año 2004 (el primer trimestre relevado)", explicaron desde el Ministerio de Trabajo. La evolución de este indicador implica que, durante el último año, 600 mil personas accedieron a un puesto de trabajo, mientras que 850 mil lo hicieron en el ámbito urbano nacional.
Cuando se extrapolan los porcentajes al total de la población, estimada en el mismo informe para el 2022 en 46,2 millones de personas, las cantidades se disparan. Incluso siendo generosos en pensar que la situación es la misma en todas las localidades respecto de la que exhiben las principales urbes que releva la encuesta permanente de hogares. Por ejemplo, el desempleo (porcentaje del 7 por ciento) en los centros urbanos alcanza 0,9 millones de personas. Pero si se lleva ese porcentaje a toda la población, existen 1,5 millones de desocupados. De esta manera, puede calcularse en casi 21,5 millones de personas la población económicamente activa (46,5 por ciento del total).
Del total de la población, entonces, el 43,3 por ciento (20 millones) se encuentra ocupada. Estos puestos se dividen en asalariados, con un 73,5 por ciento (14,7 millones), y no asalariados, con el 26,5 por ciento (5,3 millones). A esto se suma que del total de ocupados formales, un 52,3 por ciento reconoce estar subocupado, es decir que trabajan menos de 35 horas semanales y buscan más horas.
Dentro de los empleos asalariados, un 35,9 por ciento no registra descuentos jubilatorio (está en la informalidad), lo que equivale a 5,29 millones de personas. En el apartado de empleos no asalariados, se destacan los trabajadores y trabajadoras por cuenta propia, con el 87 por ciento (5,3 millones), seguido por puesto de patrón no asalariado, con el 11,3 por ciento (2,2 millones) y por puestos de trabajo familiar sin remuneración, con 1,7 por ciento (340.000 empleos).
Los bajos salarios que ofrece el mercado laboral también desincentiva la búsqueda laboral. Según el informe del INDEC, de los 15.5 millones de personas laboralmente inactivas, existe un 1,2 por ciento (296.600 personas) se manifiesta estar "disponible para trabajar" pero no salen en su búsqueda. La tasa de subocupación resultó del 10 por ciento de la población económicamente activa, mientras que los otros ocupados demandantes y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, el 11,5 por ciento.
"Consecuentemente, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 28,5 por ciento (equivalente a 6,1 millones de personas) de la población económicamente activa", explican en la cartera laboral.
Al observar las poblaciones específicas, para la población de 14 años y más, la tasa de desocupación fue de 8,3 por ciento para las mujeres y de 5,9 por ciento para los varones. En referencia al nivel educativo de las personas desocupadas, 70,7 por ciento cuenta con hasta secundario completo y 29,3 por ciento presenta nivel superior y universitario, completo o incompleto. En cuanto al tiempo de búsqueda, el 58,1 por ciento lleva buscando empleo entre uno y doce meses, mientras que el 41,8 por ciento ya lleva más de un año.
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Esto explica que, en muchos casos, quienes reciben algún derecho de protección social se vea estimulado a elegir empleos no registrados y mantener la ayuda estatal y, así, completar un ingreso mayor que en muchos puestos formales. El ingreso medio de un asalariado registrado se ubica a abril en 68.879 pesos, mientras que un empleo informal paga en promedio 28.592 pesos. Sin embargo, en este último caso puede suceder que el hogar recibe algún plan de asistencia para complementar los ingresos, como el Programa Potenciar Trabajo (16.500 pesos por cada padre) y la Tarjeta Alimentar (18.000 por tres o más menores en el hogar).
Tampoco existe un festival de planes, como se pretende presentar en los últimos días, más allá de cómo se administren los fondos. De 12 millones de personas en la precariedad, existen casi 10 millones de inscriptos a programas de protección social. La diferencia quedaría cubierta por el seguro de desempleo, el cual, si lo cobran todos los desocupados, suma a 1,5 millones de desocupados.
De acuerdo con datos oficiales, a diciembre último el Potenciar Trabajo llegaba a casi 1,3 millones de personas, la Prestación Alimentar es percibida por 2,4 millones titulares y alcanza a 4,1 millones de personas y la cobertura para las asignaciones universales alcanzó a 4,3 millones de niños, niñas y adolescentes con AUH, a 50.003 niños, niñas, adolescentes y adultos con AUHD (Hijo con alguna Discapacidad) y 73.946 personas gestantes con AUE (por Embarazo).