(Por Marcelo Bátiz) La Argentina cuenta con los recursos naturales, profesionales y tecnológicos para desarrollar la construcción de viviendas de madera, pero para ello debe superar una serie de "barreras culturales" y que alguien "se anime a dar el puntapié inicial" con un "edificio simbólico" que sirva de ejemplo para emprendimientos futuros, en el marco de la protección del ambiente y la eficiencia energética.
Así lo señaló a Télam Diego García Pezzano, profesor de Arquitectura de la Universidad de Morón y asesor de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca en el área foresto-industrial.
En ese sentido, llamó a dejar de lado una serie de mitos y prejuicios en torno a la construcción en madera y puso como ejemplos diferentes emprendimientos en el orden local y principalmente a escala mundial, en un contexto en el que una multinacional automotriz proyecta una ciudad hecha íntegramente con esa modalidad y en el que ya se proyectan edificaciones de más de doscientos metros de altura.
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García Pezzano rechazó la negativa a impulsar la construcción en madera por una supuesta deforestación al señalar que "90% del recurso que utiliza la industria proviene de bosques cultivados" y que en consecuencia "el bosque nativo no se toca".
Asimismo, remarcó que la madera "es un recurso renovable, a diferencia del cemento y el acero" y que "por sus características, es el que requiere menor cantidad de energía para transformarla en material de construcción, con el agregado que, en su proceso de crecimiento, el árbol absorbe dióxido de carbono y libera oxígeno, es decir que es el único material carbono positivo en la industria de la construcción, ya que todos los demás emiten Gases de Efecto Invernadero (GEI)".
Ante esa serie de razones, con la disponibilidad de recursos naturales y tecnológicos, profesionales capacitados y una experiencia internacional que avala el uso de la madera en la construcción, García Pezzano atribuyó su poca difusión en el país a "básicamente, un tema cultural, que llega incluso a las normativas que, en definitiva, está elaborada por gente con esos prejuicios".
En ese sentido, puede considerarse la centenaria tradición de "invertir en ladrillos", sumada a las malas experiencias de algunos emprendimientos de casas prefabricadas realizadas con maderas sin la debida preparación.
García Pezzano enfatizó que "en el mundo, la madera tiene cada vez más desarrollo porque se entiende que es una de las soluciones más adecuadas para el problema del futuro", en referencia a la lucha contra el cambio climático y el ahorro de energía, a lo que sumó otro factor como los costos de construcción, mantenimiento y refacción, en los que asegura que esa modalidad lleva una ventaja respecto de la construcción tradicional.
Si bien los costos de construcción de una casa de ladrillo y una de madera son similares, la diferencia se encuentra en el mantenimiento y la refacción; en el primer caso, García Pezzano se puso a sí mismo como ejemplo: "Vivo en una casa de madera en el Oeste del Gran Buenos Aires, en un barrio común, la vuelvo a pintar más o menos cada cuatro años y ese mantenimiento me sale más barato que lo que gasto en ese tiempo en Internet o en televisión por cable", sostuvo.
Y en cuanto a las remodelaciones para mejorar la eficiencia energética, describió que "como la construcción en madera es en general de tramas o por capas, eso permite la incorporación de aislaciones con más facilidad que en una construcción tradicional húmeda".
"Los edificios de madera son tan resistentes al tiempo como otros materiales", indicó, al tiempo que remarcó la mención de "edificios" y no simplemente "casas" para abordar un proceso de construcción que toma impulso en varios países.
Al respecto, dijo que "cada vez el uso de la madera se está volcando más a las ciudades" y destacó que "hay ejemplos de edificios de 18 pisos en Noruega, como casos similares de construcciones en altura en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra o Alemania".
"En Australia y Japón ya se estudian proyectos para construir en 2050 edificios de madera de más de 200 metros de altura y en Japón está el proyecto de Toyota de la Woven City, una ciudad en la que toda la arquitectura será íntegramente en madera y con cero por ciento de emisiones de carbono", puso como ejemplo.
De todos modos, la Argentina cuenta con ejemplos de construcción en madera para destacar y regiones como el Delta del Paraná, la Patagonia Norte y provincias como Misiones y Corrientes con desarrollos importantes.
García Pezzano mencionó a Télam algunos casos emblemáticos, como la Villa Victoria, desde 1912 en Mar del Plata, así como el Aeropuerto de Ushuaia y la Galería del Sol en San Carlos de Bariloche.
"Desde el Estado y las cámaras empresarias se realiza un intenso trabajo de difusión y capacitación, pero hay que vencer barreas culturales y normativas", indicó, para finalizar convocando a un desafío: alguien tendría que animarse a construir un edificio urbano de madera que sea muy simbólico, como para dar el puntapié inicial".
Con información de Télam
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