El Fondo Monetario Internacional (FMI) modificó hoy a la baja sus estimaciones de crecimiento de este año y el próximo para la economía estadounidense, y aseguró que cada vez es más desafiante que el país evite una recesión.
Se espera que Estados Unidos crezca 2,3% este año -en lugar del 2,9% calculado hace tan sólo un mes atrás-, de acuerdo con la evaluación periódica prevista en el artículo IV del organismo.
Del mismo modo, la perspectiva es negativa respecto al índice de desempleo: ahora el FMI prevé que este año promediará el 3,7% -en lugar de 3,2%- y espera que dicha cifra ascienda a 4,6% en 2023 y 5,2% en 2024.
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El Producto Bruto Interno (PBI) de Estados Unidos ya registró una contracción durante el primer trimestre del año con una caída de 1,5%, y según algunas estimaciones, se espera que continúe dicha tendencia en el segundo periodo del 2022, lo cual ubicaría al país en una recesión, si se sigue la definición tradicional del término.
El FMI recomendó que ahora la prioridad deberá ser disminuir el incremento de los salarios y los precios sin precipitar una recesión, lo cual no será una tarea fácil debido a la escasez en los suministros globales y en la fuerza de trabajo domestica, además de la incertidumbre de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Para que la inflación regrese a la meta de la Reserva Federal del 2% para fines de 2023 o comienzos de 2024, se necesita que la tasa regrese a términos neutrales y se la deje allí por un tiempo, señaló el FMI en el reporte, al considerar que el último incremento de 75 puntos porcentuales de la FED en junio ha sido acertado.
Tras subrayar la necesidad de una correcta y anticipada comunicación por parte de la FED, el Fondo consideró que calibrar la respuesta a la inflación -que hoy registró un nuevo récord de 9,1% en su índice de junio- es una tarea difícil, ya que juzgar mal el equilibrio de la política monetaria puede resultar en grandes costos económicos en el país y efectos negativos hacia la economía global.
Según el análisis del FMI, si la FED no responde a la inflación, esta se puede prolongar en el tiempo y podría requerir medidas más fuertes -y probablemente más costosas- en el futuro, mientras que una política excesivamente dura puede generar una recesión.
En concreto, para el FMI, pese a su reducción en las estimaciones, Estados Unidos "evitará por poco una recesión.
Sin embargo, aclaró que existen riesgos materiales de que la economía nuevamente sea golpeada por un shock negativo que transforme la desaceleración en una recesión de corta duración.
Del mismo modo, el FMI se lamentó por la inhabilidad de la administración de Joe Biden de aprobar gran parte de la agenda de reformas, que permitiría impulsar el lado de la oferta de la economía estadounidense, mencionando, como ejemplo, los planes de transición hacia una economía de menores emisiones de carbono.
Asimismo, recomendó al Gobierno dar marcha atrás con las restricciones al comercio y los incrementos en las tarifas que fueron introducidas en los últimos cinco años.
Con información de Télam