La ecuación es la misma: la temperatura aumenta y la luz se corta en los barrios del Área Metropolitana de Buenos Aires, con foco en el conurbano bonaerense. Mientras el Gobierno inicia investigaciones para una posible quita de concesión, las ganancias de la empresa Edesur se multiplicaron y no hay planes de inversión que prometan una mejora en el servicio.
Por primera vez en 30 años, la Secretaría de Energía instruyó al ENRE a realizar un informe de desempeño de la empresa Edesur para evaluar sus reiterados incumplimientos y conductas para con los usuarios, y la "correspondiente evaluación de los actos a seguir", reza un documento compartido por el ente. Se trata del primer paso de una hipotética quita de concesión contra una firma que se gana el descontento social cada vez que se la menciona.
Reducción de inversiones, multas por constantes cortes en el suministro, deudas millonarias con el Fisco y ganancias operativas revirtiendo pérdidas de ejercicios anteriores son los puntos destacados de los balances presentados por la distribuidora. Según el último balance disponible - y en medio de un proceso anunciado de desinversión y retiro del país- la firma registró una ganancia acumulada de 5011 millones de pesos, frente a una pérdida de 27.154 millones de igual lapso de 2019.
La italiana Enel detenta el 72% de las acciones de Edesur, mientras que el resto del paquete accionario está en manos de la firma holding Distrilec, propiedad de los grupos Reca, Escasany, Caputo y Bemberg. Si bien la empresa asegura que la caída en sus ingresos deriva del congelamiento de tarifas, los problemas financieros responden a problemas propios de su mala administración.
Desde Enel sostienen haber invertido unos 850 millones de dólares en cinco años para sostener el servicio, pero afirman que llegaron a un límite de sus posibilidades por el desfasaje entre la inflación y las tarifas. De acuerdo con los balances que presentaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la ganancia acumulada en los primeros nueves meses de 2022 llegó a los 5011 millones de pesos, frente a una pérdida neta de 27.154 millones registrada en igual lapso de 2021. Esto implicó una ganancia actual de 95,58 pesos por acción, frente a la caída de 30,22 del año pasado.
En paralelo, las inversiones pasaron de 3.833 millones de pesos a 4.728 millones, que implica un aumento de 23% nominal respecto del bajo volumen de desembolsos de un año atrás y unos 70 puntos menos que la inflación. A su vez, las deudas fiscales casi se duplicaron al pasar de 5.881 millones de pesos en 2021 a 10.691 millones en 2022.
Sin inversión, no hay buen servicio. En 2019 la firma desembolsó 966 millones de pesos y en el 2020, unos 1.590 millones. La baja en la inversión en el último año del macrismo en el poder tuvo lugar a pesar de que el resultado integral del período se había duplicado entre 2019 y 2018.
“Descontando las interrupciones en que las empresas invocan que se han originado en causales de caso fortuito o fuerza mayor, la frecuencia media de interrupción por usuario en el semestre fue de 2,69, cifra superior al parámetro de 2,14 considerado en la mencionada”, detalla el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) sobre el examen de la compañía entre septiembre de 2021 y febrero de 2022 (último relevamiento oficial). La duración total de interrupción semestral fue de 9,05 horas, “por encima del objetivo considerado en la RTI (Revisión Tarifaria Integral): 7,74 horas”. La firma acumuló en ese semestre multas por 2545 millones de pesos, en respuesta a deficiencias en la calidad del servicio técnico (2387,4 millones), del producto (7,2 millones) y del servicio comercial 151,3 millones.
La relación Gobierno-Edesur en su peor momento
Luego de las severas críticas de las empresas prestadoras de servicio sobre el esquema de aumentos de la tarifa eléctrica, el Gobierno les respondió duramente a los reclamos para subir los costos para los usuarios. El cruce de posturas tuvo lugar durante el desarrollo de la audiencia pública virtual convocada por el organismo regulador para analizar la "adecuación transitoria de tarifas de distribución de energía eléctrica".
En referencia a las declaraciones del CEO de Enel, Francesco Starace, quien en una disertación en la Escuela de Negocios de Harvard había asegurado que la Argentina "tiene la regulación más bizarra del mundo", el funcionario del ENRE respondió: "Lo bizarro es pretender tarifas del primer mundo ofreciendo servicios del tercer mundo".
El tono hostil ante el mal servicio por parte de la empresa no es nuevo. La falta de suministro es un problema recurrente en la agenda política. Los sistemáticos cortes de luz se convirtieron en un problema para los vecinos. El contrato data de 1992 y extiende la cesión del servicio por 99 años.
Los municipios avanzaron en pandemia en la conformación de mesas técnicas tripartitas para elevar planes de trabajo y exigir la mejora del servicio a la empresa distribuidora con ejes claros. El Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino, llegó a presentar formalmente un pedido de rescisión del contrato a Edesur. Sin embargo, nunca avanzó un pedido formal desde el ámbito nacional.
Según pudo saber El Destape, la redacción del informe de revisión contractual "lleva su tiempo", indicaron desde el ENRE. Aún así, se trata de un elemento que no aparecía en la mesa desde la década del 90 cuando Edesur se quedó con el servicio. ¿Será el inicio de un cambio de manos para los próximos años? La voluntad política del futuro decidirá finalmente del encargado de prender o apagar la luz.