Dolarizar y pulverizar ahorros de los argentinos, el plan económico de Villarruel y Milei que hasta Melconian cuestionó

La candidata a vice de La Libertad Avanza sostuvo que los dólares necesarios para encarar la dolarización podrían salir de los ahorros de la ciudadanía. "Argentina es el tercer poseedor de cantidad de dólares físicos", sostuvo. 

09 de noviembre, 2023 | 21.54

Los planteos dolarizadores libertarios avanzan aunque la factibilidad de tal empresa carezca de especificaciones técnicas. ¿Cómo se haría para dolarizar un país con un bajo nivel de reservas en su Banco Central? Ni Emilio Ocampo, el economista que ideó la propuesta que enarbola Javier Milei, ni Roque Fernández, ex ministro de Carlos Menem y actual asesor del libertario, poseen una respuesta clara. Sin embargo, la candidata a vice de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, brindó algunas pistas durante el debate que mantuvo con Agustín Rossi, candidato a vice por UP, junto a Sergio Massa.

"Los argentinos ahorran en dólares y Argentina es el tercer poseedor de cantidad de dólares físicos", sostuvo. De esta manera, insinuó que las divisas que se necesitarían para avanzar con su plan económico podrían salir de los ahorros bancarizados como los que permanecen fuera del sistema. ¿Los ahorristas serían los garantes de la dolarización?

"Tu candidato a presidente dice que va a dolarizar la Argentina, pero sabemos que para dolarizar hay que tener dólares, y no se sabe de dónde los va a sacar, porque no dijeron de dónde los van a sacar", le lanzó Rossi a la candidata a Vice de Javier Milei

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

"Los argentinos ahorran en dólares y Argentina es el tercer poseedor de cantidad de dólares físicos", respondió y agregó: “Vamos a crear las condiciones de confiablidad para que los argentinos decidan utilizar sus dólares en nuestro país, puedan comprar, puedan invertir y hacer su proyecto de vida acá sin salir exiliados como está ocurriendo hasta ahora". ¿Piensan dolarizar con los depósitos y ahorros de la ciudadanía?

En su momento, el economista Carlos Melconian –renunciado de la Fundación Mediterráneo- explicó lo que parecería una obviedad.

“Esta T que dibujo acá representa que de un lado están los pesos -el circulante en la calle y las famosas Lelics- y del otro los dólares. La dolarización consistiría en que los dólares se cambiaran por los pesos. Pero donde tengo que tener los billetes norteamericanos para canjear hoy tengo cero. ¿Por cuál número cierra esto? Por infinito, por ninguno”, enfatizó Melconian.      

Acá es donde entraría a jugar la definición que brindó Villarroel. “La realidad es que los argentinos ahorran en esa moneda y Argentina es el tercer país en cantidad de dólares físicos”. No sería extraño que los libertarios estén considerado en utilizar parte de los dólares depositados como garantía para iniciar el proceso de cambio de moneda hasta tanto consigan otra fuente – mega endeudamiento-, si es que la consiguieran.

Los dólares están

Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en el segundo trimestre de este año los argentinos tenían en efectivo unos USD 249.524 millones.

El informe sobre la Balanza de Pagos precisa que a junio de este año los residentes argentinos tenían en su poder unos USD 264.948 millones. A ese valor se le deben descontar USD 15.424 millones que se encontraban depositados en el sector financiero, de acuerdo a los datos publicados por el Banco Central (BCRA). De ahí se obtiene el valor total de USD 249.524 millones.

El dato se completa con el total de los activos externos de los argentinos. Según el Indec, la cifra llegaría a los 424.535 millones. la cifra de ahorros en el exterior de los argentinos es 65% mayor a la deuda externa total de la Argentina, que según la variación publicada por el mismo informe oficial, la Balanza de Pagos creció al final del primer trimestre entre USD 1.300 millones respecto a un año atrás.

Pulverizar a los trabajadores

La dolarización no es solamente ceder la posibilidad de ejercer soberanía. También conllevaría la pauperización del salario de los y las trabajadoras.

El efecto inmediato de un proyecto de estas características, con arcas del Banco Central con escasas reservas, sería una mega devaluación y pulverización de los ingresos en pesos. El traspaso de la base monetaria con el actual nivel de reservas implicaría llevar el tipo de cambio, de mínima, a 2280 pesos por divisa. Sin embargo, si se toma en cuenta deudas indexadas y otros activos nominados en moneda local, la conversión podría llegar a hacerse en casi 10.000 pesos. Esta ecuación arrojaría como saldo un salario mínimo no superior a los 50 dólares.

El antecedente más cercano que tuvo la Argentina a una dolarización clásica como la que detentan Panamá, El Salvador, Ecuador, Montenegro, Palaus, Kosovo, Islas Marshall, Estados Federados de Micronesia y Timor Oriental fue la convertibilidad.

En la región, las experiencias de alta dolarización de Brasil Chile pueden destacarse por el uso de mecanismos de indexación para sostener la función de reserva de valor de la moneda nacional durante contextos inflacionarios, aunque se necesita impulsar el desarrollo de mercados que operen con instrumentos indexados.

El sistema de atar el tipo de cambio a una paridad de “uno a uno” con el dólar tuvo graves efectos sobre el nivel de actividad, con inestabilidad financieras, del sector externo y altos niveles de endeudamiento para mantener la convertibilidad. También modificó la estructura de precios relativos y el funcionamiento del sistema bancario.

“Tanto la convertibilidad en Argentina como la dolarización en Ecuador van más allá, al establecer rígidas políticas monetarias en un caso, y renunciar a emitir la propia moneda, en el segundo. Los efectos económicos de estos regímenes de “hard peg” (ancla inflacionaria) no se limitan al ámbito de la inflación, sino que tienen importantes consecuencias sobre el funcionamiento de la economía en el mediano y largo plazo”, señaló un documento de la Cepal que analiza cuáles fueron los efectos de la convertibilidad en Argentina.