La Argentina a dos velocidades de la era Milei también impacta en el sector agropecuario, supuestamente beneficiado por la baja temporal de las retenciones a la soja y el resto de los principales granos de la Pampa Húmeda. Pero tal como fue diseñada la medida, los principales ganadores serán las exportadoras -integradas con acopios y grandes productores- con la capacidad financiera de poder endeudarse para pre financiar sus ventas e ingresar las divisas a los 15 días de concretadas las declaraciones juradas de ventas.
Las dos velocidades de este modelo pueden apreciarse en los niveles de ventas registrados por las estadísticas oficiales. Entre lunes y martes, el mercado de la soja estuvo prácticamente paralizado. No solo eso. Según el sitio SIO Granos (Secretaría de Agricultura), se produjo una baja en el precio pagado a los productores. En cambio, las exportadoras registraron declaraciones juradas de ventas al exterior por casi 70.000 toneladas de aceite y subproductos de soja.
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Granos quietos
Para el titular de RIA Consultores, Javier Preciado Patiño, el mercado se encuentra prácticamente paralizado. Según su mirada, en “días normales”, suelen comercializarse entre 150.000 y 200.000 toneladas de soja; el viernes de la semana pasada fueron, apenas, 16.000 toneladas.
Este lunes se vendieron 23.234 toneladas (contratos con precio hecho), de los cuales 20.000 toneladas corresponden a la cosecha 2023-2024; mientras que hubo otras 24.000 toneladas con precio a fijar. Es decir, las ventas del primer día de vigencia de la baja de retenciones llegaron al 20% de lo que ocurre en un día normal.
El martes no fue mejor. De acuerdo al sistema SIO Granos - difundido por la Secretaría de Agricultura -, se comercializaron nada más que 12.110 toneladas. Si el lunes la tonelada de soja se comercializaba a 300.000 pesos, este martes se pagó 295.000 pesos, con contratos que también estuvieron por debajo de los 285.000 pesos.
“Por ahora viene todo muy flojo.Habrá que ver a qué precio se acomoda todo esto”, concluyó Preciado Patiño en diálogo con El Destape.
Por su parte, la exportación realizó declaraciones juradas de venta al exterior por 72.000 toneladas, divididas en 42.400 toneladas de aceite de soja y otras 30.000 para los subproductos, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Capacidad financiera
De acuerdo a las declaraciones juradas de ventas al exterior que publica la Secretaría de Agricultura, de la campaña 2023-2024 se registraron 36,2 millones de toneladas (granos de soja, aceite y subproductos), de una campaña de 50 millones de toneladas. De la nueva cosecha, apenas se registraron 10.000 toneladas de granos.
Si el nuevo esquema funcionase como pretende el Gobierno para conseguir “dólares rápido”, Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, estimó los siguientes movimientos en el mercado granario:
“La soja de la cosecha 23/24 que está un 65% vendida a precio, debería irse a 74%, la diferencia son 9 puntos, o 4,5 millones de toneladas, una oferta realmente importante. La soja 24/25 debería pasar del 1,6% al 6,5%, esos casi 5 puntos serían 2,5 millones de toneladas”.
Por su parte, en maíz 23/24 deberíamos pasar del 76% vendido a precio al 79%, es decir 1,5 M.Tn de maíz disponible y de la cosecha nueva, otros 4,5 millones de toneladas”.
“Si suponemos que se venderán 7 millones de toneladas de soja y otros 6 millones de maíz, no sería raro hablar de ingresos por 4500 millones de dólares. El monto es realmente importante pero la disposición más dura es que habrá que ingresar las divisas del negocio de exportación a los 15 días de presentada la DJVE. Esto no sería tan grave para negocios con entrega de la mercadería en el corto plazo (dentro de los 30 días, por ejemplo). Pero si hablamos de aprovechar esto para vender maíz o soja de la nueva cosecha, que está entre cuatro y seis meses por delante, sería necesario contemplar los intereses por traer antes el dinero”, explicó Romano.
Es decir, solo podrán aprovechar esta ventana temporal con la reducción de las retenciones los grupos exportadores con capacidad financiera para lograr la pre financiación de sus ventas. Es decir, los grandes jugadores que dominan el mercado de la exportación, los grandes acopios y pooles de siembra.