El economista Miguel Kiguel consideró que el canje de deuda en pesos con entidades bancarias anunciado por el ministro Sergio Massa, que busca postergar los vencimientos hasta 2024 y 2025, "no representa ningún peligro, ya que "sólo ordena hacia adelante" el perfil del pasivo público. Así lo expresó en el marco de un seminario para inversores organizados por Adcap Grupo Financiero, en el que, además, estimó que en su acuerdo con la Argentina el Fondo Monetario Internacional "seguirá acomodando las cosas para tener un programa hasta fin de año".
En su exposición, el titular de la consultora Econviews, quien fue subsecretario de Finanzas en los ´90 y en el gobierno de Fernando De la Rúa, sostuvo que el canje de deuda "con entidades bancarias y que busca postergar los vencimientos hasta 2024 y 2025, no representa ningún peligro, ya que sólo ordena hacia adelante".
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El ex funcionario también buscó desdramatizar la carga de la emisión de las Leliqs, el instrumento del Banco Central para quitar pesos de la economía. "Hay un error generalizado de su contabilidad, que en 2022 terminó en 8,5% del PBI y podría llegar al 11%, aunque no es explosivo. Nadie querría una reestructuración de las Leliqs que afecte a los depósitos de los bancos. La oposición, tampoco", planteó.
Finalmente, respecto de la situación fiscal, consideró que "es necesario un ajuste fiscal para alcanzar un superávit en las cuentas públicas en 2024, desde un déficit primario de entre 2,5% y 3% del PBI en 2023, recortando subsidios energéticos, inversión pública y transferencias a provincias".
En este punto, estimó que este tipo de medidas generaría "resistencia en empresas, gremios y provincias" pero -juzgó- "de todas maneras es realizable"
El Ministerio de Economía realizará este jueves un canje de deuda en pesos con el objetivo de postergar una buena parte de los vencimientos que caen de acá a mitad de año (que totalizan unos $7,5 billones), con la intención de recomponer la confianza de los mercados. Para eso, realizó negociaciones en las últimas semanas con los bancos privados, principal actor de la operación. ¿Por qué es un día clave el día de hoy y qué implica?
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El gobierno buscará canjear 10 títulos que vencen entre marzo y junio. Son 4 Ledes, 3 Lecer, 1 Boncer, 1 dólar linked y 1 bono dual. A cambio pone sobre la mesa dos canastas:
- Canasta 1: compuesta por tres nuevos Boncer con vencimiento a 2024 y 2025.
- Canasta 2: se reemplaza un Boncer más corto por un bono dual también con vencimiento en 2024-2025.
La licitación se define por precio, por lo que no es posible determinar una tasa de interés con anticipación.
Estos nuevos títulos que se otorgarían son indexados: ajustan por inflación (CER) o, en el caso del dual por inflación y dólar. Es decir que la mayoría de los bonos que se van a canjear no van a garantizar pérdidas ni por una disparada inflacionaria ni por un aumento en la cotización del dólar.
La mayor parte de los vencimientos se pasan para el próximo año, fuera de un año electoral donde puede haber un cambio de signo político (o no). Sin embargo, los economistas advierten que la incertidumbre sobre la deuda en pesos no desaparecía, simplemente se está postergando un factor de incertidumbre para este año.
El porcentaje que se obtenga será un dato a tener en cuenta. Porque contemplando que, aproximadamente, la mitad de la deuda elegible para el canje está en manos del sector público, aún quedan cerca de $4 billones en danza. De ese total unos $1,6 billones están en manos de la banca privada, cerca de $800.000 millones entre Fondos comunes de inversión (FCI) y menos de medio billón de pesos entre las aseguradoras.