A horas de la definicón final, el Gobierno se mostró "dispuesto" a recibir contraofertas de los bonistas para reestructurar la deuda bajo legislación extranjera. Sin embargo, le advirtió que esas iniciativas deben asegurar la "sostenibilidad" de pagos.
En declaración a la agencia Bloomberg, el ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó: "Estamos dispuestos a considerar cualquier combinación de reducción de intereses, reducción de capital, extensión y vencimiento del periodo de gracia que respete las limitaciones que definen lo que es sostenible".
La propuesta argentina por la reestructuración de la deuda de unos U$S 65.000 millones tiene un plazo de negociación formal que cierra mañana, pero el Gobierno podría extenderlo hasta el 22 de mayo, cuando vence el pago de un bono que postergó.
Sin embargo, Guzmán aseguró que el Gobierno no retrasará la fecha límite del 8 de mayo a menos que haya "nuevos elementos", como una propuesta por escrito de los acreedores.
"Somos flexibles en términos de combinaciones de parámetros. La esencia es la sostenibilidad", explicó el ministro. De hecho, el titular del Palacio de Hacienda reveló que el Gobierno ya realizó una concesión a los acreedores: reducir de cuatro a tres años el período de gracia para iniciar los pagos.
A modo de conclusión, sentenció: "No es nuestra intención retrasar la resolución del problema, porque estamos en un entorno muy incierto y alejar el problema no será efectivo para reducir la incertidumbre".