El Ministerio de Economía llevará a cabo desde este lunes un mega-canje de deuda vigente en pesos por activos de más largo plazo, con el objetivo de despejar los vencimientos de corto plazo. Según informó la cartera de Economía que conduce Luis Caputo, la operación permitirá refinanciar papeles indexados por inflación que vencen este año por un monto total de 57 billones de pesos, equivalente a 71.000 millones de dólares. Para ello lanzará títulos por un valor técnico de 105 pesos por cada lámina de 100; es decir, que ofrecerá un sobreprecio de 5 pesos por cada 100 de nominal que rescate del mercado, lo que implica una emisión adicional de 2,8 billones de pesos con los que premiará a los bancos. Durante el primer bimestre, para evitar imprimir pesos, licuó jubilaciones por 1,6 billones en un supuesto recorte a la “casta”. Las negociaciones entre Caputo y los bancos se iniciaron a principio de año y se espera por un alto grado de participación.
Con el objetivo de reducir el déficit presupuestario a cualquier costo, en el primer bimestre del año, la administra de La Libertad Avanza llevó a cabo un recorte 3,8 billones (millones de millones) de pesos, con foco en la licuación de jubilaciones y pensiones, que explicaron el 43 por ciento del 'ajustazo' (-1,6 billones de pesos). Bajo la misma lógica, el ministro de ‘endeudamiento’ licitará nuevos instrumentos para refinanciar los vencimientos de este año sin necesidad de emitir pesos para afrontar esos compromisos. El viernes a la noche, el Palacio de Hacienda publicó una lista con los bonos que busca recomprar y vender, que ascienden hasta unos 57 billones de pesos. La operación ´patea´ hacia adelante vencimientos de bonos con vencimiento este año.
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Las conversaciones Caputo y los bancos locales comenzaron en enero, cuando su equipo planteó la idea de refinanciar toda la deuda en pesos que vence este año. El monto récord a refinanciar será visto como una prueba de confianza del mercado local en el programa económico de Milei, aunque se especula con la posibilidad de que vuelva a ofrecer “seguros de precios” por los nuevos instrumentos, una práctica que abulta y asegura las ganancias a través del carry trade de los bancos que ingresaron en las colocaciones anteriores y que permitieron un umbral de aceptación alto.
Endeudarse para no emitir
Para el Gobierno, extender los vencimientos de la deuda local le permitiría reducir la necesidad de imprimir pesos para cubrir todos los pagos de la deuda local en 2024, lo que, en la mentalidad monetarista del equipo económica, bastaría para estabilizar la moneda y eliminar las presiones inflacionarias. Estas operaciones, según destaca el ex subsecretario de Financiamiento (2019), “requiere mejorar monto (no emitir más títulos de los que se canjean), plazo (nuevos títulos a mayor plazo que los que se canjean) y/o intereses (nueva deuda a emitir debe tener menos tasa que los ‘viejos instrumentos’)”. La mera extensión de vencimientos podría servir de incentivos para que los bancos continúen aprovechando rendimientos atados a una inflación que se mantiene en dos dígitos mensuales.
Los papeles ofrecidos incluyen 15 tipos de títulos elegibles (8 atados al CER, 4 Duales, 2 Dólar-linked y uno atado a la tasa Badlar) y el Gobierno entregará una canasta de 4 títulos CER cupón cero con vencimientos en 2025, 2026, 2027 y 2028. El canje se enfoca en ente públicos, pero está abierto a inversores privados (bancos) con iguales condiciones. De acuerdo con las estimaciones oficiales, el sector público explica el 72 por ciento de las tenencias en títulos en pesos. Sólo el Banco Central, el FGS del Anses y el Banco Nación explican el 66 por ciento de las tenencias. Por su parte, se puede identificar un 6 por ciento en manos de los Fondos Comunes de Inversión.
“Ajustando los valores técnicos de los títulos elegibles por el precio de mercado de cada uno de esos instrumentos y teniendo en cuenta el precio de corte de la canasta según cada título elegible, se concluye que Economía ofrece la canasta a un precio promedio superior a los 105 pesos por cada lámina de 100 de valor nominal de los papeles que entregarán los inversores para su canje”, advirtió el informe de la consultora 1816. Esto implica que, teniendo en cuenta los valores de mercado, “el premio por aceptar la operación” sería de entre el 2 y 5 por ciento por cada lámina entregada; equivalente a una sobre-emisión de entre 1,14 y 2,8 billones de pesos.
Con reaseguro de precios
“Suponemos que entre hoy (lunes) y mañana (martes) el BCRA informará oficialmente si ofrece o no puts sobre los nuevos títulos a emitir”, anticipó el informe de 1816. La consultora sostiene que esa decisión será crucial para el éxito en la adhesión de bancos a la operación. El put es un mecanismo de reaseguro para conseguir mayor adhesión a sus licitaciones y un ingreso de dólares financieros, que beneficia a un sector minoritario de altos recursos de la población en desmedro del conjunto de la sociedad. La bicicleta financiera que deriva de un dólar estable y tasas de interés que cuadruplican el ritmo de devaluación se va perfeccionando con el uso de derivados financieros que implican una elevada emisión de pasivos remunerados, esos mismos que el presidente Javier Milei identificó como el principal problema del país.
La estrategia de combinar la colocación de nueva deuda y cubrir al inversor con seguros de posiciones bajistas (put), disminuyendo la inversión inicial y amortiguando la pérdida de valor temporal, fue ampliamente difundida en las últimas semanas. En tan solo dos meses, la cartera que conduce Caputo emitió opciones ‘puts’, un seguro de precios que entrega el BCRA a los bancos para tentarlos a que compren bonos del Tesoro en cada licitación, por más de 11 billones de pesos.
Mediante este instrumento, la autoridad monetaria que conduce Santiago Bausili asume con este tipo de opciones financieras el compromiso de recomprar los bonos vendidos en el caso de una caída de los precios de mercado. Las opciones financieras son instrumentos que otorgan al comprador el derecho y al vendedor la obligación de realizar la transacción a un precio fijado y en una fecha determinada.
Es ampliamente utilizada por los brokers para obtener cobertura de sus inversiones. Los derivados financieros put, en particular, son un contrato que establece el derecho a vender un activo subyacente a un precio determinado en un momento definido en el futuro. En la práctica, funciona como una especie de seguro contra un ajuste futuro. Dadas las condiciones de incertidumbre política y económica actual, la última manera de sortear la desconfianza de los inversores y convencerlos de hundir millonarias inversiones en el país es ofrecer totales garantías a los bancos de que los bonos que recibieron no van a perder valor por ningún motivo.
El principal objetivo de los put es reducir la volatilidad de los precios de los instrumentos del Tesoro. El otorgamiento de este seguro es uno de los factores detrás del “éxito” de cada licitación de Caputo. Los inversores compran los títulos sólo si están respaldados con el compromiso del Central de responder comprárselos a un precio pre-fijado en el caso de una venta masiva de bonos.