El gobierno de Javier Milei duplicó en el primer semestre la deuda en pesos. Pese a que el líder libertario asegura que solo se trata de renovación de vencimiento (lo que se conoce en la jerga financiera como rollover), la deuda pagadera (vigente) ascendió a 166,5 billones de pesos, con un incremento del 98,6 por ciento con respecto a diciembre de 2023, según cifras publicadas por la cartera de Economía que dirige el ministro endeudador Luis Caputo. Por el pago de compromisos con el exterior, la deuda en moneda extranjera disminuyó en 3,6 por ciento en el cotejo interanual.
Durante su disertación en el Council de las Américas, el presidente Javier Milei sostuvo que diseñará un Presupuesto sobre la base del déficit cero y acomodará el recorte fiscal a las necesidades de pago de deuda del año entrante, al tiempo que aseguró que no se tomarán nuevos empréstitos durante el ejercicio 2025. No faltaron las chicanas, anticipando que algún economista o analista pueda confundir renovación de deuda con nueva emisión.
Más allá de que durante este año hubo aumento neto de la deuda --es decir, emisión por encima de los vencimientos--, las condiciones sobre las que se realiza el rolllover (renovación) también implica un mayor o menor endeudamiento. Si esa renovación se realiza con mayores intereses o cambios en los plazos de vencimientos, varía el valor presente de esa deuda. Si se pagan más intereses, sube el nivel de compromisos; al igual que si se ofrece deuda a más corto plazo. Trampas a las que nos tiene acostumbrado Caputo y que su promotor Milei esconde bajo la premisa de rollover.
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El stock de la deuda performing (vigente) pagadera en pesos casi se duplicó durante el primer semestre con respecto al cierre de 2023 hasta alcanzar 166,5 billones de pesos, ya que se incrementó en 98,6 por ciento con respecto al stock inicial de 83,9 billones. Al inicio del semestre, la vida promedio de dicha deuda era de 2,1 años. "El 88 por ciento del capital vencía en el bienio 2024-2025, y 32 por ciento durante el primer semestre de 2024. Al finalizar el primer semestre de 2024 la vida promedio de la deuda en pesos ascendió a 2,9 años", señala el informe de deuda de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
El incremento de 82,7 billones de pesos en el stock se explicó por el efecto combinado de las nuevas emisiones (89,49 billones), el pago de amortizaciones y otras cancelaciones de capital (72,4 billones), los ajustes de valuación del capital (64,69 billones) y la capitalización de intereses (0,88 billones).
De acuerdo con las cifras del Palacio de Hacienda, al 30 de junio el capital adeudado por el Gobierno nacional estaba compuesto por 79 por ciento de deuda en pesos ajustable por CER, 14 por ciento de deuda en pesos sin ajuste y 7 por ciento de denominada en dólares estadounidenses pero pagadera en pesos (USD linked y bonos duales). La ampliación de este tipo de rendimientos incrementa el peso de los compromisos del Estado nacional al compás del aumento de la inflación y la suba del tipo de cambio.
En cuanto a las nuevas emisiones de deuda, que no tienen nada que ver con renovación de vencimientos, en el primer semestre el Tesoro obtuvo financiamiento en pesos por 89,49 billones de pesos, de los cuales 85 billones correspondió a licitaciones de títulos públicos.
Según informó el Ministerio de Economía, la mayor parte del financiamiento obtenido en las licitaciones en efectivo se utilizó para cubrir los pagos de vencimientos de títulos públicos en pesos del período y 20,6 billones del total se depositaron 14,4 billones en la cuenta del Tesoro en el BCRA. "De ese depósito, una parte fue utilizada para la compra de dólares al BCRA para pagos futuros de vencimientos en moneda extranjera y para la compra de títulos públicos a la misma autoridad monetaria", detalla el informe OPC.
En simultáneo, el efecto inflacionario provocó un crecimiento de la deuda por ajuste de valuación de capital y capitalización de intereses. "Además del efecto de las emisiones netas, el stock de la deuda pagadera en pesos se incrementó en 61,7 billones de pesos por la inflación acumulada del periodo, que actualiza la deuda que ajusta por CER, en 2,9 billones por la evolución del tipo de cambio, que impacta en la deuda que contractualmente se encuentra denominada dólares pero sus pagos son en pesos, y en 0,9 billones por la capitalización de intereses (0,87 billones por las LECAP y 0,01 billones por los bonos de consolidación PR17).
El stock de la deuda en moneda extranjera disminuyó en 9.436 millones de dólares entre el 31 de diciembre de 2023 y el 30 de junio último, hasta alcanzar el equivalente a 255.045 millones.
La variación negativa se explicó por cancelaciones de capital por 25.042 millones de dólares, compensadas parcialmente por desembolsos de préstamos y colocaciones de títulos públicos por un total equivalente a 16.923 millones y ajustes de valuación que disminuyeron el stock en 1.316 millones. El financiamiento neto con el Fondo Monetario Internacional durante el período resultó en 1.618 millones de dólares, tras recibir dos desembolsos por el programa de Facilidades Extendidas de 2022 (EFF) por un total equivalente a 5.491 millones, mientas que se pagaron amortizaciones por 3.872 millones.
Al 30 de junio el stock de la deuda con el FMI ascendía al equivalente a 41.546 millones de dólares), de los cuales 645 millones correspondían aún al préstamo stand-by que tomó el gobierno de Mauricio Macri y que fueron pagados como última amortización del programa el 16 de julio último. Caputo, integrante del equipo macrista que tomó la deuda con el FMI busca cerrar un nuevo acuerdo para que el organismo multilateral libere 10.000 millones de dólares adicionales en préstamos al país.
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