La mesa nacional de Juntos por el Cambio (JxC) emitió un comunicado alertando sobre la "bomba" que el actual gobierno le estaría dejando a la siguiente administración por el nivel de deuda en pesos. Ante esto, el economista Emmanuel Álvarez Agis advirtió por el intento desestabilizador de la oposición para llegar a un estallido y la posible aplicación de un brutal ajuste por parte del macrismo si regresa al poder.
"La conducción nacional se expresó en contra de la utilización de instrumentos financieros en pesos, ajustados en dólares con tasas de interés imposibles de pagar, o en dólares a tasas usurarias. Con esto, el Gobierno Nacional no hace más especular con dejar una bomba de tiempo al próximo Gobierno", reza el comunicado de JxC. Un informe de la consultora PxQ, que conduce Álvarez Agis, subrayó al respecto: "No es la primera vez que JxC hace referencia explícita a la deuda en pesos. El pasado 28 de enero un comunicado de contenido similar señalaba que `..no podemos avalar con nuestro silencio una política económica cortoplacista que hipoteca nuestras posibilidades de desarrollo´. No parece casualidad que en solo dos semanas el centro de las manifestaciones públicas de JxC tengan que ver con la deuda en pesos".
"El análisis técnico de la deuda doméstica muestra que evidentemente el problema es de carácter político: si la oposición no da por tierra con los rumores de un no-pago, la refinanciación se vuelve imposible y la dinámica se transforma en una profecía autocumplida. Al parecer, la oposición no solo no da por tierra con los rumores de no-pago, sino que manifiesta públicamente que la deuda en pesos es una bomba. Vale aclarar que las bombas no se pagan, explotan", continuó el informe. Pero, ¿Es impagable la deuda en pesos?.
El documento al que accedió este medio detalló que el 14% del total de la deuda del Tesoro + BCRA no paga intereses, el 37% está emitida a tasa fija y el 49% a tasa variable. Asumiendo una inflación en el orden del 100%, la tasa real ponderada del Tesoro es de +0,67% anual, y la del conjunto Tesoro + BCRA de -5,8%. No parecen tasas de interés "imposibles de pagar".
En un contexto en el cual Argentina no tiene acceso al mercado internacional, "el mercado doméstico aparece como la única alternativa para financiar el déficit fiscal", sostuvo el informe. Siguiendo este razonamiento, "si la oposición prevé llevar a cabo un ajuste fiscal de una magnitud tal que elimine las necesidades financiamiento, la pregunta ya no refiere a la sostenibilidad de la deuda, sino a la sostenibilidad social y económica de tal programa".
Estallido o ajuste extremo, las apuestas de Juntos por el Cambio
Es decir, obviando el incumplimiento de contratos que implicaría un default de la deuda en pesos, que no parece ser la mejor forma de comenzar un gobierno que busque "recuperar la confianza", resulta central evaluar la viabilidad de un ajuste fiscal le permita el gobierno de 2024 eliminar por completo las necesidades de financiamiento del Tesoro.
"Un ejercicio rápido contribuye a comprender la complejidad de tal ajuste. Asumamos que Massa cumple con las metas fiscales del FMI para 2023. Eso implicaría un déficit primario de -1,9% y un déficit total de -3,7% ¿Cómo podría la oposición, en un escenario donde la bomba no explota, pasar de 3,7% a 0%? Estresemos al máximo el ajuste fiscal pero sin reducir el gasto social (jubilaciones, gasto en niñez y planes sociales), puesto que ese es el renglón más sensible del gasto", sintetizó el informe. El exviceministro de Economía plantó el siguiente ensayo con el ahorro fiscal de cada medida:
- Reducir los subsidios a la energía a la tarifa social (1,1%).
- Llevar la obra pública a mínimos históricos (0,6%).
- Lo mismo con el déficit de las empresas públicas (0,3%).
- Reducir a 0% las transferencias a universidad públicas, tal como en 2017 (0,7%).
- Minimizar el resto de los gastos (0.2%)
- Ahorro total: 2,9%. Faltan 0,8% y recordemos el lema de JxC de no subir impuestos (creemos que no vale la pena hacer el ejercicio precedente intentando configurar una baja de impuestos).
Este ejercicio muestra la "complejidad de equilibrar el presupuesto total del sector público sin afectar gastos que podrían implicar un alto nivel de conflictividad político-social", añadió PxQ. Es por eso que tal vez la hipótesis de JxC sea "mejor que le explote a Massa".
"¿Qué significaría exactamente esa explosión? Nuestra deducción es que implica descansar en que el ajuste lo haga el mercado, y no el Gobierno. Una crisis de la deuda en pesos implicaría una depreciación del tipo de cambio paralelo, una caída de reservas, un salto del tipo de cambio oficial y, con esto, una aceleración de la inflación. En un escenario donde la crisis económica se traduce en crisis política, la aceleración de la inflación podría hacer el trabajo sucio del ajuste", reflexionó el informe. Para utilizar un ejemplo histórico, luego del salto devaluatorio e inflacionario de 2001-2, en 2003 el Tesoro no necesitó financiarse en el mercado local, puesto que la aceleración inflacionaria licuó el gasto al punto tal de poner al fisco en un superávit global.
Por último, el trabajo concluyó: "Si la oposición percibe el nivel de ajuste necesario para que el fisco tenga superávit global como inviable, tiene solo dos opciones. La primera implica aceptar que 2024 tendrá ciertas continuidades en materia de política económica. Si esta opción no parece políticamente viable, la segunda es apostar a que un estallido económico durante el actual gobierno haga el ajuste. Deseamos lo primero, tememos lo segundo".