El presidente Alberto Fernández aseguró que la propuesta de canje argentino respeta las normas internacionales existentes para dirimir reestructuraciones de deuda soberana. "Si el mundo decide cambiarlas, nos acoplaremos a ello. Pero no vamos cambiar sobre la marcha. Las normas están escritas para ser cumplidas", afirmó el mandatario horas después de que los principales tres grupos de acreedores presentó anoche su rechazo conjunto a la oferta argentina. Estos fondos pretenden un cambio en la letra chica de los bonos que establece el piso de adhesión necesaria para que el canje sea exitoso. El objetivo, tal como informó El Destape, es mantener la posibilidad de futuros litigios legales por parte de fondos buitre. "No es un capricho, es sensatez", ratificó Fernández.
El Presidente ofreció una videoconferencia, acompañado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, en el marco de una serie de charlas organizadas por el Consejo de la Américas. Con un público virtual compuesto principalmente por financistas en Buenos Aires y Nueva York, Alberto aprovechó para enviar un mensaje directo a los acreedores que persisten en trabar la reestructuración. "No estamos para pelear con nadie. ni discutir con nadie. Estamos para resolver el problema con los acreedores, con quienes seguimos discutiendo tema de la deuda aun con la pandemia", afirmó el mandatario.
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Fernández detalló la crítica situación económica y social que enfrenta la Argentina. "Comenzamos en 2019 con muchas dificultades y una situación heredada muy compleja, con un 36 por ciento pobreza, un nivel endeudamiento de casi el 100 por ciento del PIB y una una inflación de 50 puntos el año pasado. Todo esto con un gobierno que creyó que la manera de solventar el déficit era con deuda", resumió. "Estamos pensando en un modelo de desarrollo que no postergue más a la gente. Con un 40 por ciento de pobreza no se puede pedir más esfuerzo", reiteró en clara alusión al "pequeño esfuerzo" que los acreedores y los medios hegemónicos plantean tan livianamente.
"Éticamente, lo que tenemos que hacer es sacarlos de la pobreza y la deuda es un condicionante, por eso abordamos el tema desde el primer día y lo hacemos de buena fe", sentenció Alberto. Este martes se conoció la posición de uno de los fondos de inversión que se desmarcó del tandem que encabeza Blackrock, al que acusan de negociar de la mala fe con la Argentina. "Lo que queremos es encontrar un sentido de sostenibilidad al tema de la deuda; que la Argentina se desarrollo y que la deuda que podemos pagar sea consistente con el nivel de desarrollo. Comprometernos a más que nos va a llevar otra vez al problema que tenemos hoy", detalló.
El mandatario recordó sus críticas al macrismo por la cantidad y velocidad del endeudamiento. "Sabía que íbamos a este punto en el que estamos. Me extraña que el mundo no se haya dado cuenta entonces. Ahora necesitamos salir de este problema y quiero hacerlo con seriedad. No soportaria que me digan que no estamos cumpliendo", reiteró el jefe de Estado.
Entre los puntos que tensaron la discusión con los acreedores se destaca la interpretación de las cláusulas de acción colectiva, que establecen un piso de adhesión mínimo para una operación de canje se universalice a todos los tenedores. Los acreedores no quieren que el canje se vaya destrabando sin su "consentimiento" --ya que el nuevo marco legal permite el cierre de canjes parciales por series de títulos--y mantener siempre la carta del litigio en algún tribunal permeable, como el neoyorquino. "Una de las cosas que debemos respetar son las normas", reiteró el mandatario.