Se activaron los seguros anti-default de la deuda argentina luego de que el Gobierno no transfiera los intereses por U$S 500 millones de los bonos globales que vencieron el 22 de mayo. De todas formas, la decisión no afecta a Argentina, dado que existe un acuerdo tácito entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y los bonistas de no pedir la aceleración de la deuda.
La Asociación Internacional de Derivados de Crédito (ISDA, en inglés) dictaminó que se había producido un evento de “falta de pago” de Argentina después de que se incumpliera la cancelación de intereses por U$S 503 millones. La votación aclaró que el evento ocurrió el 22 de mayo, después de la expiración de un período de gracia de 30 días.
Con este acuerdo, los acreedores que tenían un seguro en caso de cesación de pagos cobrarán cláusulas determinadas previamente por cerca de U$S 1.500 millones. Los CDS se contratan entre privados justamente para proteger los títulos públicos de eventos de default.
Las consecuencias no se trasladan a la negociación de reestructuración, que sigue en pie con los acreedores. El martes vence la oferta revisada de Guzmán. A través de un comunicado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó su respaldo a esta propuesta, al indicar que es consistente con el restablecimiento de la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad.
El organismo les aclaró a los bonistas que sólo “existe un margen limitado” para mejorarla. De esta forma, dio a entender que no hay mucho más margen para mejorar la propuesta, tal como pretenden los fondos más duros, como Black Rock.