El banco de inversión Morgan Stanley publicó este lunes una serie de simulaciones sobre potenciales resultados del canje de deuda argentino y la conclusión es que es necesario alcanzar los pisos mínimo de adhesión vigentes en las clausulas de acción colectiva para evitar reclamos judiciales de fondos buitre. El equipo económico que conduce el ministro Martín Guzmán presentó la semana pasada una mejora en el menú de bonos que ofrece para reestructurar 65.800 millones de dólares en deuda en cesación de pagos. Según reconocen desde el Economía, esa propuesta se mantendrá abierta seguramente hasta fin de agosto.
La negociación, tal como informó El Destape, se centra en la posibilidad de alcanzar el umbral mínimo de aceptación para universalizar la operación al resto de los acreedores externos. Los fondos de inversión más beligerantes fuerzan a que ese piso se eleve de manera artificial, mediante una caprichosa interpretación del marco legal (las denominadas cláusulas de acción colectiva) aprobado durante 2016 por Naciones Unidas, para evitar que el país pueda cerrar el capítulo de la deuda y continúe la historia en tribunales extranjeros.
Morgan Stanley elaboró un informe sobre los posibles escenarios de como podría terminar esta compleja negociación que ya lleva tres meses y medio desde la primera oferta oficial. Las posibilidades abarcan desde un "canje exitoso", que sería llegar a los porcentajes requeridos por las CAC, un acuerdo parcial, reanudar negociaciones y mejorar la oferta, hasta un posible default.
Si se alcanzan las CAC, según el banco de inversión, "sería el mejor resultado para la Argentina, especialmente si se alcanzan en todos los bonos, ya que evitaría por completo futuras demandas". Morgan Stanley indica que esa sería la única opción en la que el rendimiento de los títulos de Argentina puede caer por debajo del 10 por ciento.
En caso de no alcanzarse los mínimos que plantean las CAC, que es una opción que dejó abierta el propio Guzmán, implica cerrar un acuerdo parcial, con una mayoría suficiente como para que el mercado que quede vigente sea lo más líquido posible. El informe de Morgan Stanley señala que este sería un "escenario subóptimo para Argentina", con el objetivo del país de convencer a una mayor proporción de acreedores para que finalmente se unan a la oferta. Este resultado tiene el riesgo de que "no se avance y se convierta en un enfrentamiento legal de varios años, tal como sucedió después de 2005", cuando se iniciaron los juicios contra el gobierno y cuyas esquirlas llegan hasta hoy.
Para la entidad, el factor legal no sería la única implicancia. "Es probable que los rendimientos sean más elevados y permanezcan alrededor del 12 por ciento debido a la incertidumbre", agrega. Se analiza también la posibilidad de llegar a un umbral mínimo de las CAC y luego seguir las negociaciones. En ese caso analiza una eventual mejora en la oferta o posponer la negociación. Por último, en un escenario que califica de la más baja probabilidad, el país suspendería las negociaciones: continuar en default.