Tras cosechar dos canjes de deuda exitosos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, pidió que el Congreso convierta a la sostenibilidad de la deuda como política de Estado. Cambiemos se apoyó en un modelo de fuga de capitales que fue alimentado sólo por un nivel de endeudamiento que trascendió las capacidades de repago de Argentina. Esto derivó en la desesperación por conseguir el mayor préstamo en la historia del FMI, que se desvaneció tan rápido como llegó y ahora deberá ser renegociado.
“Queremos un nunca más del endeudamiento insostenible”, respondió el mandamás del Palacio de Hacienda ante la consulta de El Destape que fue transmitida por el colega Daniel Blanco Gómez luego de un sorteo desfavorable para preguntar durante la conferencia. “Más que instrumentos legales, lo que nosotros pensamos es en ir dando pasos junto al Congreso, seguir tratando a la política de mantener la sostenibilidad de la deuda como una política de Estado”, asentó el funcionario.
“Situaciones de endeudamiento insostenible son situación que generan enormes problemas económicos y sociales, que destruyen oportunidades, trabajo, que generan pobreza. Eso es algo que como sociedad tenemos que trabajar para que no vuelva a ocurrir”, reflexionó sobre el mega endeudamiento que generó Mauricio Macri en sus cuatro años de gobierno. De hecho, antes de asumir funciones, Guzmán debió desplegar un equipo, encabezado por el secretario de Finanzas, Diego Bastourre quien, con un éxito contundente, se encargó exclusivamente de reestructurar los bonos en dólares y mejorar el perfil de los en pesos.
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“Necesitamos reglas de juego. Legislación en pos de inmunizar a Argentina de esos problemas. Y es por eso también que cuando sancionemos el acuerdo con el FMI no va a ser una acción unilateral, sino que vamos a mandar al Congreso para su aprobación”, afirmó el ministro. “Es algo que no se ha hecho antes y que de aquí en más buscamos que sea así y que sea para siempre así”, concluyó y con razón.
Como había apuntado este medio en 2018, Macri no sólo acudió al Fondo a espaldas del Poder Legislativo, sino que omitió seguir la legislación argentina que ordena los actos de endeudamiento. De hecho, tampoco le requirió al Banco Central un dictamen donde la autoridad monetaria proyecte cómo devolver cada uno de esos billetes recibidos, tal como fue evidenciado judicialmente por el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER).
Con su canje de hoy exitoso, Guzmán se atrevió a aseverar: “La sostenibilidad de la deuda pública en moneda extranjera ha quedado restaurada”. Consiguió el aval del 98,8% de los bonos emitidos bajo ley argentina, que equivalían a U$S 41.715 millones. Esto después de que el lunes anunció que, activación de cláusulas anti buitre de por medio, reestructuró el 99% de los títulos que se rigen por la legislación de Nueva York.
Satisfechos con estos inéditos logros en sus currículums, los funcionarios ahora encaran las renegociaciones con el FMI y, posteriormente, el Club de París. Se espera no sean sencillas, más allá de que debatan objetivos macroecónomicos e instrumentos de política y no tanto montos.
No obstante ello, pueden ahora mirar con mayor detenimiento y actuar con una cintura más ancha sobre la crisis de la economía local. El proyecto de Presupuesto 2021, sobre el que trabaja el ministerio hace meses, va a ir en esa línea. Será presentado el 15 de septiembre y buscará la recuperación económica en el corto plazo. En palabras de Guzmán procurará “la reactivación del mercado interno que hoy exhibe en un contexto de pandemia una capacidad instalada que no se está utilizando y hay que ponerlo a trabajar”.