En línea con su política de soberanía económica, Bolivia devolvió al Fondo Monetario Internacional (FMI) un millonario crédito, contraído por la dictadura de Jeanine Áñez, y denunció imposiciones del organismo internacional. Así lo consignó el Banco Central de Bolivia (BCB).
“El BCB como agente financiero del gobierno, en defensa de la soberanía económica del país y luego de realizar las gestiones administrativas necesarias ante el acreedor, efectuó el pago total de 351,5 millones de dólares estadounidenses”, señaló el órgano emisor boliviano.
Los 351,5 millones de dólares corresponden a los 327,2 millones de dólares acordados en abril de 2020 por el gobierno ilegítimo de Áñez, además de otros 24,3 millones de dólares, por concepto de variación cambiaria e intereses y comisiones. El BCB explicó que “realizó la devolución” por varios motivos, como que el mismo era “oneroso” y fue “gestionado irregularmente por el gobierno de facto” de Áñez, que sustituyó en noviembre de 2019 al mandatario constitucional Evo Morales.
La entidad bancaria boliviana también agregó en su comunicado que hizo un análisis del crédito financiero y que determinó que el FMI condicionó su ayuda “a una serie de imposiciones fiscales, financieras, cambiarias y monetarias”, sin dar más detalles. El BCB, que depende del poder ejecutivo, realizará acciones civiles y penales contra funcionarios gubernamentales que tengan responsabilidad en la gestión del apoyo financiero del Fondo.
Tras acordar el crédito en abril, el gobierno dictatorial remitió al Parlamento una ley para su aprobación, pero el Congreso, controlado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), lo rechazó. El MAS había argüido entonces que no se había enviado la documentación requerida.