"Ordenar la macro": el mantra de Guzmán que fascina a los empresarios

El ministro de Economía ganó influencia en el Gobierno y es elogiado por los grandes empresarios. Viajes y entrevistas para retomar la iniciativa.

12 de febrero, 2021 | 06.00

Cuando llegó desde Estados Unidos lo tildaron como "el ministro de la deuda" y hasta se especulaba con su salida una vez logrado el acuerdo de canje con los bonistas privados. Con el comienzo del 2021 y en medio de las negociaciones con el FMI, Martín Guzmán adquiere mayor visibilidad recorriendo provincias y programas de televisión. Preocupación por políticas de precios e ingresos ante una economía, sostiene, con "problemas de coordinación". Ante empresarios y gremialistas repitió: "Reducir la inflación es una prioridad y es un problema macroeconómico".

En los últimos meses, Guzmán ganó influencia en el Gobierno y respeto ante los sectores clave de la economía. Ayer, ante los principales popes del empresariado nacional, analizó: "Por la crisis de la balanza de pagos y luego la pandemia, la macroeconomía está muy desordenada, entonces hay que empezar a trabajar cadena por cadena y precio por precio para ver donde se producen los saltos". Además, afirmó que el objetivo es avanzar en una dirección coordinada, con “premisas sensatas” y evitando “promesas rimbombantes”.

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"La primera condición necesaria para resolver el patrón de inestabilidad de las tendencias y del rumbo es establecer una dinámica virtuosa de las exportaciones. Llevamos más de una década de estancamiento en las cantidades exportadas", reflexionó Guzmán. Y sumó: "No experimentamos una transformación de la estructura productiva que nos permita usar el aumento de los precios de los commodities como oportunidad y tener un aumento consistente en el ámbito de las exportaciones". 

Al finalizar su intervención, los empresarios realizaron un aplauso generalizado a quien en el Gobierno definen como el "Messi" del Gabinete por sus conocimientos en materia económica, pero también por su buen pie a la hora de jugar al fútbol. Los elogios hacia su persona son generalizados en Casa Rosada. Luego de haber logrado el acuerdo por el canje de deuda con los acreedores externos, el propio jefe de gabinete, Santiago Cafiero, pidió un aplauso para Guzmán en medio de una reunión de altos funcionarios.

Fuentes directas del Gobierno señalan que siempre confiaron en él por su "enorme trabajo". Además, destacan que a pesar de haber sido "ninguneado" en un principio, nunca se desenfocó para resolver los problemas del país. Asimismo, aseguran que quienes lo critican "se burlan también de su estilo zen", pero destacan que la entrevista con Marcelo Bonelli demostró que "no hace falta ser rimbombante ni pelearse para transmitir ideas, y mucho menos, para ser firme con ellas". Con semejante capital político, su rol atraviesa un periodo de transformación de cara a la sociedad.

El tour de Guzmán por las provincias

Ya durante el último trimestre del año pasado, Guzmán tuvo sus primeras incursiones en la política de la calle. Con Cafiero hizo visitas a una fábrica de calzados en Villa Lugano. Con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, participó en una charla con PyMES en Villa Lynch. Con tono pausado y una pose de parsimonia, se acerca a la gente para escuchar y explicar. A pesar de no ser demostrativo de sus emociones, no oculta sus pasiones terrenales.

Por eso se sacó una foto con Diego Maradona, cuando el presidente, Alberto Fernández, lo recibió en el despacho presidencial. Más cerca en el tiempo, participó de un partido de fútbol 5 con el ministro de Turismo, Matías Lammens. Fue en la antesala de un viaje que incluyó visitas a Neuquén y a Entre Ríos.

Previamente, había acompañado un fin de semana al Presidente en la ciudad balnearia de Chapadmalal, donde llovieron los pedidos de selfies y autógrafos. Era el estado de gracia que reflejan las encuestas de imagen en las que figura bien renqueado. Si embargo, como cualquier ministro de Economía argentino, su imagen es fluctuante y cambia semana a semana. Trepó el 44% de positivo en septiembre luego de cerrar el canje de deuda pero se desplomó a 33,3% en noviembre, cuando se disparó el dólar blue. En diciembre, el último informe de la consultora Aguiar ubicó su imagen positiva en el 38,2%.

La pulseada con los medios

Si el factor diferencial de los tiempos electorales es la economía, un ministro que se desempeña en esta área suele llevarse todas las luces. En un principio, los periodistas de los medios hegemónicos llegaron a calificarlo como "Sacachispas". La alusión a este pequeño club del fútbol argentino era una metáfora para instalar que Guzmán no estaba preparado para afrontar la negociación de la deuda. Sin embargo, el jugador fetiche del albertismo demostró aptitudes tanto en el despacho como frente a las cámaras.

Escapa a las preguntas capciosas y, con un método socrático, lleva a quienes lo interpelan a su terreno preferido. Durante una entrevista en la señal opositora TN, entre cuestionamientos, Guzmán hizo que el periodista Marcelo Bonelli reconozca que el macrismo fugó gran parte del préstamo otorgado por el FMI. Prácticamente una hazaña mediática.

De cara al 2021, se plantea como desafío construir reglas de juego que den previsibilidad a todos los sectores de la economía: la industria, la economía del conocimiento, la energía. "Buscamos ir a un esquema de regulaciones macroprudenciales que favorezcan la inversión en la economía real y desaliente los movimientos de capitales de corto plazo especulativos. Para eso necesitamos acumular reservas, y que las exportaciones vayan creciendo", le dijo Guzmán a los empresarios. Ahora resta saber si este año podrá manejar los hilos de una economía que espera salir definitivamente del pozo pandémico.