"Populismo económico”. “Vivir por encima de nuestras posibilidades”. “Derroche del gasto”. “Cuidar el mango de los argentinos”. “Exceso de empleo público”. Estas fueron algunas de las consignas que desde la derecha se esgrimieron contra gobiernos de otro signo político, pero los números fríos indican que, incluso frente a la pandemia de COVID-19, el actual gobierno redujo el gasto de los recursos de los contribuyentes al compararlo con el macrismo, por lo menos mientras este último no tuvo las restricciones que le impuso el FMI para otorgarle su préstamo.
Los datos se deprenden del último informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, centro de estudios ligado a Domingo Cavallo, integrado por economistas ortodoxos que estudió los últimos seis años de gasto público, tomando 2017 como referencia “por tener los resultados más altos de los últimos 6 años en moneda constante”. El estudio adquiere relevancia porque de allí se desprende que, antes de su crisis de sobrendeudamiento y posterior subordinación al FMI, la alianza Cambiemos llevó adelante un abultado egreso de los recursos de los argentinos, en tanto que el actual gobierno tuvo un menor flujo de egresos al compararlo con el macrismo pre-FMI, aún en medio de la pandemia.
En cualquier caso, un elemento parece ser favorable a la actual administración, como lo es el hecho de que la reducción del gasto es aún mayor si se incluyen las erogaciones de los servicios de la deuda (resultado financiero). Y es que si al comparar el gasto antes del pago de estos servicios (resultado primario) el mismo se redujo un 6,7 por ciento al comparar noviembre de 2017 con noviembre de 2021, el ahorro fue aún mayor al comparar el resultado fiscal total, pues con una reducción del 7,9 por ciento y sin entrar en cesación de pagos, el actual gobierno registró una aún mayor optimización de los recursos fiscales.
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Razones para un gasto
Hasta la crisis de deuda provocada por su sobre endeudamiento, la alianza Cambiemos incrementó su gasto en relación a la recaudación, pues partió de un déficit primario de 3,8 por ciento en 2015 para ampliarlo a 4,2 por ciento en 2016 y llevarlo al 3,8 por ciento en 2017. Luego, cuando acudió al rescate del FMI, redujo por imposición de este organismo sus erogaciones a un déficit primario del 2,3 por ciento en 2018 y 04 por ciento en 2019, mientras que el actual gobierno volvió a incrementar el déficit primario a un 6,5 por ciento del PBI para enfrentar la pandemia, tras lo cual operó una reducción en 2021 en el que se proyecta un registro menor (1,9 por ciento) que en tres de los cuatro años de macrismo.
De esta forma, es posible conjeturar que cuando no tuvo restricciones de endeudamiento ni imposiciones del FMI, el gobierno macrista pareció no tener mayores previsiones sobre el uso de los recursos públicos, -algo que suele achacarle a la oposición-, pero también que el Frente de Todos llevó adelante una contención del gasto incluso en el contexto pandémico de 2021, lo cual puede haber repercutido en su derrota durante las elecciones de medio término.
Cierto es, de todas formas, que el actual gobierno tampoco tenía mayores fuentes de recursos para incrementar sus erogaciones, debido a la caída en la recaudación fiscal motivada por los cierres de la pandemia y la recesión macrista y a los mercados de crédito cerrados que produjo la crisis de deuda de la alianza Cambiemos.
El análisis del IERAL también desagrega cuales fueron las reducciones “mas salientes” en el gasto primario teniendo en cuenta los mayores componentes del mismo. Según se desprende del informe, la partida “Prestaciones sociales” que representa cerca del 50 por ciento del gasto primario, tuvo en las “jubilaciones y pensiones contributivas” una de sus mayores reducciones. Sucede que luego del ajuste que la alianza Cambiemos imprimió a la economía tras su acuerdo con el FMI, esta partida llegó a reducirse en un 11,5 por ciento, tras lo cual se mantuvo prácticamente estable en 2020 pero descendió cerca de 5 puntos porcentuales en 2021. Sin embargo, el informe no desagrega cual fue la reducción al interior de cada tipo de jubilación, un elemento no menor teniendo en cuenta que en 2020 el gobierno eligió sostener el poder adquisitivo de las jubilaciones mínimas y de aquellas que representaban un haber mínimo y medio, todas las cuales representan el 75 por ciento del total, y restringir el ajuste al 25 por ciento con mejores ingresos, incluyendo al 3 por ciento de privilegio cuyas rogaciones representan cerca del 10 por ciento de los recursos totales.
Según el informe del IERAL, el segundo rubro de mayor importancia en el gasto nacional son los gastos de funcionamiento, compuesto por el gasto en salarios del personal y la compra de otros bienes y servicios. Del mismo se desprende que tras el ajuste del macrismo impuesto por el FMI, el mismo se redujo cerca del 21 por ciento, manteniéndose en una cifra similar en noviembre de 2021 comparado con noviembre de 2019. Sin embargo, al desagregar el rubro de salarios de personal, considerado por un sector de la derecha como el principal problema del gasto público, los números del IERAL indican que, tomados los períodos acumulados hasta noviembre, en cualquier año del macrismo se gastó en este segmento más recursos de los argentinos que en los del actual gobierno.