La negociación entre el Gobierno y el FMI parecen acercarse a momentos definitorios en el mediano plazo, lo cual puede significar un nuevo capítulo de la extensa historia de la deuda externa. En diálogo con El Destape, el historiador y especialista en derecho internacional Alejandro Olmos Gaona advirtió por los peligros legales de un nuevo acuerdo con el organismo multilateral de crédito y la costosa moneda de cambio que le pedirá a la Argentina para desembolsar entre 10 mil y 15 mil millones de dólares.
El ministro de Economía, Luis Caputo, salió este miércoles al cruce de las versiones sobre una posible devaluación en el marco del acuerdo que se negocia con el Fondo. Sin embargo, el organismo a cargo de Kristalina Georgieva se encargó de filtrar a los medios supuestos avances en el diálogo con el Gobierno para llegar a un entendimiento.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Olmos Gaona señaló que "como este Gobierno cultiva el secretismo, es extremadamente difícil saber qué es lo que se está negociando. Una nota del Bank of America ha dicho que el Fondo Monetario quiere la competencia libre de moneda y la salida del cepo con un dólar de entre 1.300 y 1.400 pesos". Según su visión, el FMI "le va a pedir a Milei una devaluación porque esto ha sido una insistencia desde hace tiempo". En cambio, Caputo "se opone porque podría haber un enorme repunte de la inflación". En el Fondo "hace tiempo que no lo ven bien a Caputo y Alejandro Werner -ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo- lo despedazó en un libro que escribió hace dos años", apuntó Olmos Gaona.
Por otra parte, recordó que "Martín Guzmán arregló con el Fondo en 2022 pagarle con dinero del propio FMI, toda la deuda de Macri, y después toda esa deuda que el Fondo nos prestó para pagarse a sí mismo, devolvérsela en 10 años, hasta el año 2034", por lo cual "técnicamente eso está vigente y el Gobierno tendría que cumplir con lo estipulado". Sin embargo, "ocurre que el Gobierno necesita plata ahora, entre 10.000 y 15.000 millones de dólares", matizó el historiador.
"No creo que el Fondo le de semejante cifra"
"No creo que el Fondo le dé semejante cifra de un golpe y, de hecho, en el Presupuesto 2025 no se esperan recursos del FMI este año. En un Gobierno como este, que hoy se dice una cosa y mañana se dice otra, todo puede pasar. Más allá de los buenos modales de los muchachos del Fondo, hay mucha sanata, porque ellos no van a decir la realidad de lo que están tratando hasta que no se logre un acuerdo", analizó Olmos Gaona. En esa línea, indicó las peticiones que pueden transar en la decisión final: "La realidad es que nos van a a exigir una serie de cosas y de lo contrario no le van a dar un mango. Y una de las cosas es la devaluación. El Fondo no da dinero a cambio de nada y ya lo demostró innumerables veces desde 1958 con el primer stand-by".
Por otra parte, Olmos Gaona puntualizó que otra variable muy difícil de zanjar es el terreno legal. "Antes se podía arreglar con el fondo sin pasar por el Congreso. En este momento hay una ley dictada en el 2022 que establece la obligatoriedad que el Congreso intervenga y apruebe o no apruebe el acuerdo. Milei puede modificar de un plumazo la ley a través de un decreto. Ahora, eso le va a generar indudablemente un gran quilombo, porque esa ley fue mayoritariamente aprobada".
El costo de la legalidad
"Eso puede tener un costo enorme, pero si no la modifica no tiene posibilidad alguna de que el acuerdo se realice porque es necesario que sea discutido en ambas cámaras, lo que además lleva tiempo", insistió. Desde su mirada, la ex presidenta Cristina Kirchner "tiene el suficiente poder en el Senado para tratar de que eso fracase". Sin embargo, agregó que la "única alternativa para el Gobierno es modificar la ley por decreto y como a Milei la legalidad no le importa absolutamente nada, se ríe a carcajadas del Estado de Derecho".
En contrapartida, consideró que "el Fondo, más allá de sus desmesuras, es respetuoso de los formalismos". De esta manera, puso en duda de si el organismo firme un acuerdo de facilidades extendidas a través de una modificación de la ley por decreto: "Creo que lo evaluarían debidamente, porque más allá de la foto con Kristalina Georgieva y todas estas cosas que se ven en los medios, la realidad es que no es así".
Por último, posó sus ojos al norte del continente y subrayó que "también hay que tener en cuenta si Donald Trump le da el aval que Millei quiere". Recordó que "Mauricio Claver Carone, ex presidente del BID y amigo íntimo de Trump, fue muy desconfiado al respecto en sus declaraciones de hace unos meses". Y remató: "Si bien Estados Unidos tiene un gran poder de decisión en el Fondo, también tienen votos claves China, Japón, Alemania y Gran Bretaña. En cuestiones de intereses, ciertas relaciones de bla bla bla y ciertas fotitos no significan mucho".