La delegación de Economía que viajó a Washington ya culminó sus reuniones allí con el FMI. El equipo fue a suelo estadounidense a continuar las negociaciones del nuevo acuerdo que comenzaron en Buenos Aires hace un mes, que se mantienen bajo un velo de hermetismo absoluto desde el ministerio de Martín Guzmán.
La misión, encabezada por el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, mantuvo encuentros técnicos en la última semana, con el personal del Fondo. Junto al director por el Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos, y el subsecretario de Financiamiento, Ramiro Tosi, participaron de conversaciones “fluidas y constructivas”, calificaron desde el Palacio de Hacienda.
Allí profundizaron el diálogo y coincidieron en potenciar el desarrollo del mercado de capitales argentino. Tanto los funcionarios como los economistas del organismo multilateral plantearon que se trata de una “herramienta fundamental” para el desarrollo económico del país, dado que permite mejores condiciones de acceso al financiamiento para provincias, empresas y personas.
“La consolidación y los avances del segmento de deuda en pesos es uno de los pilares sobre los cuales se construye comprensión mutua y entendimiento duradero con el organismo”, plasmó Economía en un comunicado. Durante los encuentros de los equipos, se conversó también respecto del programa financiero 2021 en un marco de coincidencias.
El acuerdo no pareciera estar por cerrarse de forma inminente por el ambiente que se maneja en Economía, en contraste con algunos rumores que circularon en los últimos días, aunque sí encaminado hace meses. Estas versiones estuvieron alentadas por los indicadores cambiarios y bursátiles favorables que se vieron en los últimos días, pero no se hicieron eco de ellas las fuentes oficiales.
La brecha entre el dólar “contado con liqui” y el oficial reafianzó su descenso y se redujo hasta el 70%. Esto se debió a la necesidad de pesos por parte de las empresas, bastante recurrente en esta época del año en que deben afrontar el pago de aguinaldos.
Lejos quedó el fantasma de la escalada de los tipos de cambio alternativos, que empujaron la diferencia con el billete bancario a casi el 150%. En ese momento, Economía desplegó una batería de medidas financieras, entre las que se destacó el canje de bonos en pesos por dólares como vía de escape rápido para los grandes hedgefunds, lo que hizo efecto inmediatamente.
A las agitaciones de una corrida cambiaria de sectores desestabilizadores se las llevó el viento. Esto no quiere decir que el Gobierno haya solucionado la falencia de divisas, sino que ganó tiempo para resolver ese problema estructural.
Un panorama impensado en ese momento, donde preocupaba la fuga de capitales, era el incremento de los depósitos de dólares en el sistema como se dio en el mes pasado. “Es un movimiento interesante, y tiene que ver con su exención a la hora de contabilizarlos para la declaratoria de bienes personales”, aclararon desde la City porteña. “Los bonos están comenzado a subir y también se explica por la foto de fin de año para las declaraciones impositivas”, sumaron.