El ministro de Economía, Martín Guzmán, consideró que en el Fondo Monetario Internacional "debió haber más autocrítica" durante el informe en el que analizó la situación del crédito por 45 millones de dólares que fue otorgado al ex presidente Macri. Además, apuntó que "va a llevar más de una década" solucionar el problema generado por la deuda de US$ 45.000 millones tomada con el FMI por el ex presidente Mauricio Macri.
En este sentido, Guzmán aseguró que en el análisis que hizo el FMI se "reconoció que la plata se utilizó para pagar deuda que era insostenible a acreedores privados y también que se utilizó para financiar la formación de activos externos". En este punto añadió que el ente internacional "dijo que debería haber habido medidas para regular la salida de capitales antes para que no pase lo que pasó. Lo que quedó es el daño y ahora nosotros trabajamos para resolver ese daño".
Por otro lado, en charla con C5N, el ministro de economía volvió a apuntar con contra el FMI y aseguró: "Creemos que le falta hacer una revisión mayor de esto porque es necesario que haya una evaluación seria de si se cumplieron o no se cumplieron las normas, el estatuto del FMI". También disparó: "El mismo Fondo dice que el programa fracasó porque profundizó la recesión, no ayudó a bajar la inflación, no ayudó a proteger a los sectores más vulnerables. Aumentaron la pobreza y la desigualdad".
Con respecto a la situación con el préstamo y los problemas que dejó aparejado esto añadió: "Es tan grande la deuda que dentro de los marcos que hoy dispone el FMI no se puede resolver con un solo paso. Un acuerdo (con el organismo) nos va a ayudar en el corto plazo ir despejando el horizonte financiero, pero curar las heridas que generó el endeudamiento en dinero extranjero el gobierno de Juntos por un Cambio nos llevará más de una década". En este sentido, agregó: "Lo que hizo la oposición no daña al gobierno, daña a la Argentina como Nación, daña a todos los argentinos y nos daña ante el mundo".
En el informe, por ejemplo, el FMI aseguró -según los directores- que "no eran lo suficientemente sólidas para abordar los problemas estructurales profundamente arraigados de Argentina, incluidas las frágiles finanzas públicas, la dolarización, la alta inflación, la débil transmisión de la política monetaria, un pequeño sector financiero interno y una base exportadora estrecha".