Las familias que viven en el conurbano bonaerense recibieron un golpazo inflacionario en agosto: el precio de los alimentos aumentó 6% y se aceleró fuerte respecto al promedio general proyectado para el mes. Pero si se suman el resto de las variables que definen la línea de pobreza, el costo de vida en la zona más poblada del país se disparó por encima del 8%. Mientras se espera que el Indec difunda una inflación en el orden del 4%, los productos que componen la canasta básica escalaron muy por encima de esta proyección. Las subas evidencian la brecha de realidad entre los barrios y las estadísticas oficiales.
De acuerdo a un relevamiento mensual del Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci) en comercios de cercanía de veinte distritos del conurbano bonaerense, agosto arrojó un aumento promedio de 5,9%. Así, una familia de dos adultos y dos hijos pequeños, que en julio precisaba $ 388.795,47 para cubrir sus necesidades básicas de alimentación, un mes después necesitó $ 23.285 más para adquirir los mismos productos.
En los ocho meses que lleva el gobierno de Javier Milei, el aumento de estos alimentos llegó al 125,30% en negocios de cercanía en el Conurbano. "En noviembre del año pasado, con $182.905,48 la misma familia de cuatro integrantes, se alimentaba adecuadamente. Este agosto tuvo que sumar $229.175,65 a su presupuesto para sostener igual dieta", sostuvo el informe.
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Por otro lado, el valor de la Canasta Básica Total (CBT), que además de los alimentos incluye un conjunto de bienes y servicios indispensables para el funcionamiento de la vida de las personas, subió en agosto 8,63%, lo que equivale un incremento de $ 51.694, para que la familia no caiga por debajo de la línea de pobreza. En agosto, los productos de almacén tuvieron mayores incrementos (8,07%) que los otros rubros, seguido por las frutas y verduras (6,55%), y dejando relegada –como en los meses anteriores- a las carnes, que subieron 2,04%.
"El relato del Gobierno busca instalar una expectativa inflacionaria descendente que no termina de traducirse en una disminución constante. Mes a mes los resultados muestran que los precios de los alimentos no pueden mantenerse en una isla cerrada, en la que no impacten los incrementos incesantes de las tarifas y los saltos en el tipo de cambio, que influyen fuertemente en sus costos", remarcó el documento. En este marco, la "herramienta principal que sigue utilizando la conducción económica para contener los precios es profundizar la depreciación del poder adquisitivo de la mayoría de la población, buscando deteriorar aún más el poder adquisitivo de los trabajadores, los jubilados y las familias que perciben asignaciones sociales".
Los alimentos que más subieron en agosto
- Polenta 1kg: 36,6%
- Lentejas: 25%
- Arvejas: 25%
- Yerba: 21,05%
- Queso crema: 20,84%
- Queso de rallar: 16,67%
- Fideos guiseros: 11,1%
- Arroz: 10%
- Yogurt firme: 9,09%
- Queso cuartirolo: 8,23%
- Galletitas dulces: 7,14%
- Leche: 7,14%
- Harina de trigo: 5,26%
- Pan: 4,76%
Por qué el Indec mide una inflación menor a la de la calle
Los ponderadores de la canasta básica que mide el Indec tienen un punto de contacto cada vez más lejano con la realidad. La variación de precios se mide en base a índices, como una buena parte de las variables macroeconómicas. En la construcción del mismo intervienen dos elementos básicos, los precios y la canasta de bienes; en tanto que sus resultados son esenciales para medir el “costo de vida” de la población.
Por ejemplo, en la construcción del índice del Gran Buenos Aires, la electricidad pesa 1,03% y el gas 1,51%, mientras que el azúcar pesa 1,01% El suministro de agua alcanza el 0,89, mientras que las bebidas alcohólicas pesan 1,42%.
MÁS INFO
La estructura de ponderadores está diseñada en base a una canasta relevada hace 19 años, cuando el patrón de consumo de las familias era muy distinto. En la metodología aplicada para elaborar la canasta de bienes del IPC, base diciembre de 2016 y vigente en 2024, el Indec señala: “La elaboración de esta canasta implica una clasificación de los bienes y servicios de consumo, la selección de los que son representativos para el análisis de la evolución de los precios al consumidor y la asignación de ponderaciones a cada uno de ellos. La importancia de cada agrupamiento de bienes y servicios se obtiene a partir de encuestas a los hogares. En el IPC base diciembre 2016 se utilizan los resultados de la ENGHo (Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares) referida a período octubre de 2004-diciembre de 2005”.
Justamente, las categorías que más suben en la actualidad (los servicios públicos) son las que pesan menos en esa estructura. Esta razón explica por qué muchas personas perciben que el impacto del incremento de precios en su costo de vida es superior a lo que informa Indec.