El empleo formal perdió más de 60 mil puestos en enero y enfrenta los números más bajos de la última década

El programa de shock y ajuste que el gobierno celebró por cadena nacional tiene su lado más crudo en la destrucción de empleo tanto público como privado. El costo de un mayor desempleo y una crisis productiva y social sin precedentes.

25 de abril, 2024 | 00.05

En la cadena nacional para anunciar el “superávit financiero” del primer trimestre del año, el presidente, Javier Milei, aseguró que el país se encamina a un crecimiento económico vía la “corrección de precios relativos” favorable a "minería, petróleo, gas y campo". En tal sentido, ratificó un modelo de reprimarización de la economía por sobre el desarrollo de la industria y los sectores productivos, principales generadores de puestos de trabajo y con potencialidades de exportación con valor agregado. Sobre esto, los números más recientes del mercado laboral formal dan cuenta ya de caídas inéditas en la cantidad de puestos de trabajo formales, tanto en el sector público como privado.

El mayor impacto lo sufren las y los trabajadores públicos con una caída en cantidad de puestos del 1% en enero, “magnitud que no se veía desde mediados de 2014”. Junto a los asalariados privados (-0,5% en el primer mes del año) sumaron una pérdida de 66 mil puestos de trabajo. Descontando la cuarentena, un informe privado advirtió que “estos números son de los mayores en casi 10 años, ya que, en otros episodios de contracción del empleo privado, el sector público permanecía estable”. Por el rezago en los datos oficiales, aún faltan conocer el panorama del primer trimestre, con fuertes caídas en el nivel de actividad, en su conjunto.

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Al respecto, no son pocas las voces que señalan que si bien la inflación “en el mejor de los casos” puede llegar a bajar sería solo en parte y, sobre todo, a costa de un mayor desempleo y una crisis productiva y social. De hecho, la posibilidad de que la desocupación duplique el 5,7% con el que cerró 2023 se vincula a su vez con el aumento del cuentapropismo y las contrataciones informales, así como la necesidad de pluriempleo (para intentar llegar a fin de mes) y que empeoren las condiciones al momento de acceder y permanecer en un trabajo (algo que el gobierno mismo alienta vía la reforma laboral del DNU 70/2023, hoy frenada en la justicia pero que buscará aprobar vía Congreso).

Según estimaciones privadas, sólo el empleo privado terminará 2024 con una caída promedio en torno al 1%, que afectará sobre todo a las ramas de producción de bienes para el mercado interno (textiles, cuero y calzado, maquinaria y equipo, aparatos electrónicos, y construcción) a lo que se suman los servicios transables (comercio minorista y hoteles y restaurantes) afectados por la pérdida del poder adquisitivo de los hogares. En otras palabras, el resultado en 2024 sería peor que en 2016, primer año de la gestión macrista también marcado por una caída del consumo y recesión.

Asimismo, en una economía que no muestra al momento señales de pronta recuperación, las expectativas de las empresas respecto de la contratación de personal para los próximos tres meses mostraron en febrero una caída del 0,2%, el primer valor negativo desde febrero de 2021, según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), es decir que “se interrumpe así el ciclo de expectativas netas positivas que venía extendiéndose desde la salida de la pandemia”. Todo ello en un marco donde desde diciembre último los trabajadores registrados perdieron 300 mil pesos mensuales de salario, según datos del Mirador de la Actualidad Económica (Mate), que alertó que “la pérdida del 20% del poder adquisitivo del salario, resultado de estos tres meses del gobierno de Milei, implica que de 5 días de la semana que trabajamos, uno lo hacemos gratis”, en un contexto donde “el promedio salarial cayó por debajo de la línea de pobreza”. 

El impacto en cada sector

La dinámica del empleo registrado en nuestro país muestra que desde el último pico de actividad en octubre pasado se perdieron, al menos, 40 mil puestos de trabajo formales netos (-0,3%). Sin embargo “ese número esconde algo de heterogeneidad, ya que hay más de 50 mil trabajadores independientes (dos meses de suba consecutiva de cuentapropistas), un descenso de casi 50 mil asalariados privados, prácticamente explicado por la construcción, y unos 30 mil asalariados públicos menos”, detalló un informe de la consultora Ecolatina.

En el caso de las y los trabajadores públicos, los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) a enero de 2024 reflejan que el mayor impacto del ajuste libertario recayó sobres esos puestos de trabajo que “cayeron 1% en enero, una magnitud que no se veía desde mediados de 2014”. En relación, junto con las pérdidas de asalariados privados (-0,5% en el primer mes del año) sumaron un total de 66 mil puestos de trabajo menos en apenas dos meses del gobierno libertario. Estos números dan cuenta de que, con excepción de los meses más duros del freno a la actividad por la pandemia de Covid-19, la caída de periodo “es de las mayores en casi 10 años”. 

Respecto de los asalariados privados, el principal factor que explica la contracción del empleo es el sector de la construcción que sufrió la pérdida de casi 42 mil puestos desde octubre pasado, “la mitad de ellos en enero, una magnitud prácticamente inédita para un mes puntual”, señalaron los especialistas y agregaron que ello se deba “no sólo de la parálisis en la obra pública sino también de la elevada incertidumbre y el fuerte incremento del costo de la construcción, especialmente post-devaluación”. 

Mientras en su última cadena nacional, el jefe de Estado destacó “una reducción drástica del 87% en la obra pública” para que el sector privado se haga cargo de las obras de infraestructura, datos de la actividad de construcción dan cuenta de que el empleo registrado volvió a disminuir en enero por quinto mes consecutivo, con una baja del 5% mensual y del 11,1% interanual, registrando la mayor caída de la serie histórica para un mes de enero. Así, “el volumen de ocupación sectorial marcó por segundo mes consecutivo una caída superior a los 20.000 trabajadores registrados, alcanzando una pérdida de algo más de 72.000 puestos de trabajo desde agosto de 2023”, de acuerdo con el Informe de Coyuntura del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción. En relación, el Indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) que mide el Indec registró en diciembre del 2023 una caída del 12,2% que escaló en enero al 21,8% y al 24,6% en febrero, en tanto el Índice Construya (IC) que mide la evolución de los volúmenes vendidos de productos para construcción al sector privado anticipó para marzo una baja interanual del 40% (quinta consecutiva) tras el impacto del freno a la obra pública, así como la suba del precio de los insumos. 

Por su parte, en enero también cayó la cantidad de puestos en la industria, el comercio y otros servicios como la hotelería, restaurantes, transportes y comunicaciones, actividades inmobiliarias y servicios sociales y de salud. Entre todos superan los 15 mil puestos perdidos en el primer mes del año en enero. En el caso del sector industrial, la industria pyme cayó 11,9% en marzo y acumuló en el primer trimestre del año una baja del 19,1% en comparación con el mismo período de 2023, sosteniendo su cuarta caída consecutiva, según datos de CAME. “Las empresas relevadas operaron en marzo con 70% de su capacidad instalada, mostrando una caída de 0,8 puntos porcentuales frente a febrero. Hay sectores con niveles altos de stock que se debaten entre seguir produciendo para no cortar el proceso y tener que cesantear personal o frenar”, indicaron.

Entre los sectores más afectados estuvieron “Papel e Impresiones” (-27,4%) y “Químicos y plásticos” (-20,7%), al tiempo que, por otra parte, crece la preocupación por la situación de la producción metalúrgica que registró en marzo una caída interanual de 17,7% y acumuló durante los primeros tres meses del año una retracción de 6,6%, según la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA). Se agrega también la situación de las empleadas de casas particulares que perdieron más de 6 mil puestos registrados desde el pico de octubre 2023 con impacto de la eliminación del programa nacional Registradas que buscaba hacer frente a la informalidad del sector, así como por la crisis de otras actividades y la licuación salarial de trabajadores que no contratan este servicio. 

Qué esperar para los próximos meses

“No tanto la profundidad de la recesión sino su duración será el factor que determine cuales son otros sectores asalariados que comienzan a tener dificultades, que podría afectar a ramas industriales puntuales -más dependientes de importaciones, obra pública o consumo interno- y servicios no esenciales como hotelería y restaurantes, sensibles a los vaivenes del poder adquisitivo”, analizaron desde Ecolatina. En esa línea, agregaron que “sin embargo este deterioro será compensado en buena forma por el cuentapropismo, los trabajadores independientes crecieron casi 2% en enero”. En lo que respecta al empleo informal, “veremos si el ajuste a lo largo de la primera parte del año viene por cantidades (despidos) o por precios (caída del salario real).”

Por su parte, los datos de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que elabora mensualmente la Secretaría de Trabajo de la Nación, indicaron que la cantidad de empresas de más de 10 personas ocupadas, que están pensando en aumentar su planta de personal es la más baja de la última década en tanto que “por primera vez desde enero de 2021, cuando se vieron afectadas por la pandemia— las expectativas netas de las empresas en lo referente a la contratación de personal para los próximos tres meses son levemente negativas (-0,2%)”.

A su vez, el informe ya anticipó que en febrero todas las ramas de actividad experimentaron contracción. Comercio, restaurantes y hoteles registró una caída de 0,1%, la Industria manufacturera y los Servicios comunales, sociales y personales presentan, ambas, una reducción de 0,2%; y Transporte, almacenamiento y comunicaciones, al igual que Servicios financieros a las empresas, muestran contracciones de 0,3%. Por su parte, el empleo en el sector de la Construcción registró una caída significativa de 1,3% con relación al mes anterior. Este sector mantiene variaciones mensuales negativas desde agosto de 2023.