El Gobierno aplica la teoría del palo y la zanahoria para pesificar el ahorro

Un plan de desdolarización del ahorro en dólares y la apuesta al mercado financiero doméstico que comenzó con el canje de deuda en moneda extranjera. Las claves para entender el objetivo de la estrategia oficial sobre el tipo de cambio. 

16 de septiembre, 2020 | 16.31

En medio de una aguda sangría de reservas, el equipo económico cerró el martes un programa transitorio de pesificación del ahorro compuesto de premios y castigos. Para librar la histórica batalla por desdolarizar una economía bimonetaria, la estrategia del equipo económico apunta a ofrecer una serie de incentivos para el ahorro en pesos y obstaculizar (e incluso prohibir directamente) el acceso a los escasos dólares de la economía para atesoramiento. Un balance de los anuncios, tomando en cuenta también las medidas aplicadas en los últimos meses --aún en el marco de una pandemia inédita--, revela el fin y los ganadores y contusos que tendrá esta política de palos y zanahorias.

Una lectura desapasionada y en retrospectiva de las medidas económicas que, con sus zigzagueos, concluyeron con la batería de anuncios de restricciones en el acceso de las divisas del martes, permite trazar una objetivo claro. En términos financieros, una de las cuentas pendientes que no logró resolver el kirchnerismo: desdolarizar la economía. La huella traumática de crisis cambiarias hizo lo suyo para impedir ese camino. Después el macrismo se encargó de profundizar el problema. 

Si algo dejó en claro el ministro de Economía, Martín Guzmán, pese a ser de pocas palabras, es que la apuesta era hacia el financiamiento doméstico. El gobierno de Cambiemos había demostrado que el problema del endeudamiento, además del destino de los fondos, radica en la moneda en la que se tome. Desde principio de año, mientras se batallaba una reestructuración de deuda con privados, se trabajó fuerte en darle profundidad al mercado local para obtener financiamiento en pesos. El paso siguiente fue acordar con los bonistas en moneda extranjera. Guzmán invitó luego a las provincias a hacer lo mismo y ahora será el turno de una veintena de empresas.

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Cerrado el capítulo de la deuda, este martes se presentó el proyecto de Presupuesto y, en simultáneo, desde el Banco Central se anunció las nuevas medidas para administrar la escasez de dólares de la economía. No parece que todo sea a la azar como algunos medios pretenden instalar, independientemente de que haya acuerdo con las medidas. "Todos los dólares salen del mismo lugar", había ratificado Guzmán en el convite a los gobernadores a emular sus pasos. El cierre del canje le permitirá al Central, junto al Nación y la ANSES, utilizar los bonos que nacieron con el trueque para intervenir en el mercado de dólar bursátil o financiero (dólar MEP o Cable).  Los anuncios de este martes se enfocan en asegurar el cupo de divisas a la producción, principalmente a la pequeña y mediana empresa, y en castigar el atesoramiento en moneda extranjera. 

Si funciona el esquema, debería permitir menores tensiones en los precios y un incremento del ahorro en pesos. Los afectados serán quienes aprovechaban su capacidad de ahorro para entrar en el rulo (o dólar PURE), que implica comprar los dólares en el banco y venderlos en una cueva. Para quien tenía esa capacidad le significaba hasta la semana pasada un extra de 6000 pesos en forma casi inmediata (diferencia del dólar turista (pre anuncio) de 101 pesos hasta los 130 que tocaba el blue. Hoy el dólar turista se negocia con la nueva disposición en 131,26 pesos a la venta.

Los palos

Para frenar la demanda minorista, el Gobierno dispuso encarecer el acceso al ahorro en dólares. La elección del instrumento da cuenta que está pensado en carácter transitorio. Más allá de la alternativa de revertir la medida (eliminando la disposición),  aunque a veces quedan enquistadas como el Impuesto al Cheque, la posibilidad de desgravarlo de Ganancias, Bienes Personales o mediante el mecanismo que disponga la AFIP da cuenta que es un desincentivo y un aporte temporal a las cuentas públicas. De acuerdo con el proyecto de Presupuesto para el año próximo, los ingresos correspondientes al Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) alcanzarán 342.713,4 millones de pesos, monto que será 89% superior al obtenido en el año 2020, mostrando un crecimiento de 0,24 puntos en términos del PBI.

La medida elimina el rulo y acerca el precio para el ahorro que ofrece el mercado oficial y los precios de la versión bursátil. El dólar ahorro paga desde este miércoles, además del impuesto PAIS, el 35% a cuenta del Impuesto a las Ganancias y Bienes Personas. Ambas alícuotas se aplican sobre el precio oficial (79,55 pesos). El resultante dólar turista asciende entonces a 131, 26 pesos. Se institucionaliza así un dólar financiero, en el que además se intervendrá para morigerar los precios; pero sin un desdoblamiento, algo que sumaría ruido blanco a la negociación con el Fondo Monetario. 

Otro palo a la clase media que puede ahorrar es la contabilización de gastos en servicios que se cotizan en dólares (Spotify, Netflix, Amazon, Google, etcétera) del cupo de 200 mensual que establece y mantiene el Gobierno por persona física.  Se impide también la compra de ese cupo por parte de cotitulares de las cuentas bancarias. Los ahorristas que no pagan Ganancias o Bienes Personales podrán pedir ante la AFIP el reintegro de la retención una vez que se venza el año fiscal. 

En el caso de la dolarización de grandes inversores, a través del contado con liquidación, se dispuso aumentar el "parking" (plazo en que debe inmovilizarse los títulos adquiridos en pesos antes de su venta) a 15 días. También en regulación de este mercado, eliminó la posibilidad de que los agentes financieros no residentes lleven adelante operaciones de liquidación de títulos valores contra moneda extranjera, a fin de regular la salida de divisas a través del mercado de capitales local. 

Por último, se estableció un porcentaje de 40 por ciento para que las empresas puedan acceder al mercado oficial para conseguir dólares para el pago de compromisos de deuda. El 60 por ciento de esos vencimientos deberán reestructurarlos. Esto podría incrementar los costos de las empresas, pero el Gobierno considera que la baja de tasas que se consiguió con el cierre del canje (el riesgo país se desplomó a los mil puntos) favorecerá ese canje. 

Las zanahorias

Una  medida que ejemplifica la idea de palo y zanahoria es la referida al mercado que permite la operatoria de de contado con liquidación. Este mecanismo consiste en comprar un bono en pesos en el mercado local y venderlo en dólares en el mismo mercado u otro. Así de simple. En este caso sirve para convertir pesos en dólares, mientras que el mecanismo inverso es para pasarse a pesos. Este martes se anunció forzar esa relación inversa, a través del plazo que se establece en medio de la compraventa. Cuanto mayor es el plazo, más costosa es la operación por una sencilla cuestión de administración de riesgos. No es lo mismo comprar un bono y venderlo de inmediato que tener que esperar una semana para hacerlo, ya que no se puede anticipar el precio que tendrá al momento de cerrar la operación. 

En la normativa se liberó el plazo de cinco días para comprar títulos con dólares y venderlos en pesos. Se puede hacer automático cuando quieran pesificar (dólar Cable). También se libera el parking para personas humanas que deban vender sus dólares en ahorros, una alternativa que muchas familias utilizan al no alcanzarles los ingresos en medio de esta pandemia. 

Para las pymes se establece un cupo de preferencia para el acceso al dólar. Según informó el Central, se reducirá la participación de grandes empresas en las líneas de financiamiento que las entidades financieras ofrecen para la prefinanciación de exportaciones. La iniciativa apunta a que aquellas grandes empresas con acceso a los mercados de crédito internacional aprovechen las nuevas condiciones generadas por la normalización de la deuda soberana, liberando margen de financiaciones para el crédito local de pequeñas y medianas empresas exportadoras.

En simultáneo, se ofrecieron --y se analizan ofrecer-- alternativas para mantener el ahorro en pesos. El Central estableció un piso de tasa de interés, del 33,06 por ciento anual para colocación en plazo fijo, opciones de indexación por UVA y depósitos con rendimientos vinculados al tipo de cambio (dólar linked). El proyecto de Presupuesto establece cerrar este año con una inflación que no supere el techo de 30 por ciento y anticipa la convivencia de índices por encima de 20 por ciento en los próximos tres años.

Desde el oficialismo se presentó también una alternativa para crear instrumentos alternativos, como plazos fijos de ahorro previo y cajas de ahorro indexadas con el índice de la construcción. El objetivo es financiar la infraestructura y la vivienda, otro reclamo histórico.  "En el escenario de recesión actual, esperamos que las obras de infraestructura sean parte del motor generador de empleo y reactiven la economía", aseguró Guzmán al anunciar el Presupuesto, que contiene un aumento del gasto en capital que se duplicará al 2,2% del PBI respecto a 2019. No será un plan pero cierra. 

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Cristian Carrillo

Es licenciado en Economía (UBA). Integró el Centro de Estudios para la Planificación del Desarrollo de la Economía. Escribe de Economía y Finanzas desde 2004 y trabajó en Página/12, Ámbito Financiero y la agencia de noticias Télam, radio América, AM750, Radio Palermo y El Mundo. Melómano empedernido, rozando lo histérico.