El premio Nobel de Economía Joseph Stglitz celebró el resultado de la negociación con los acreedores privados que encaró su discípulo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, pero adelantó la dura batalla que vendrá en la discusión con el Fondo Monetarios. “Todavía tiene un problema grande con la enorme deuda del FMI y muchas reformas que se necesitan en la Argentina", afirmó.
Luego de cerrar un pre acuerdo para reestructurar la deuda de 65.800 millones de dólares bajo legislación extranjera y que se apruebe en el Congreso la reestructuración de la deuda en dólares bajo legislación local, el equipo económico que comanda Guzmán deberá enfrentar una dura batalla con el Fondo. El organismo aprobó al macrismo un crédito por el cual desembolsó en un año y medio 44.000 millones de dólares a devolver en un breve lapso.
“Una de las cosas que demostró la última negociación es que la institución cambió, es una institución nueva. No sé si los 20 años que me pasé criticándolos motivaron ese cambio, pero estoy muy contento de que haya habido un cambio, al menos por ahora, y que sea en la dirección correcta. Me alegra mucho que la nueva directora del FMI (Kristalina Georgieva) se defina como la primera directora proveniente de un mercado emergente”, destacó Stiglitz en una entrevista con Forbes Argentina
El Fondo, bajo el comando de Georgieva, jugó en favor de la Argentina durante la negocación con los acreedores externos, reconociendo la delicada situación del país en materia financiera, la insustentabilidad de la deuda y la necesidad de un esfuerzo conjunto para liberar al país de la pesada mochila que dejó el macrismo. El interrogante es cómo se plantará en la discusión por su deuda con el país.
“Si hubieran sido más razonables, el acuerdo se habría firmado hace mucho tiempo. De hecho, como sabemos, mientras avanzaban las negociaciones, la economía se iba deteriorando, y obviamente siempre es más fácil partir de una mejor posición. Así que fueron muy obtusos. También fueron obtusos al ignorar las condiciones de sostenibilidad”, sostuvo en relación a los fondos de inversión que se cartelizaron para adoptar una posición de rechazo más dura contra el país.
“El FMI lo dejó bien en claro. En cierta forma fue una negociación peculiar porque la Argentina expuso claramente los parámetros económicos. Presentó el análisis completo. Hasta donde sé, los acreedores no retrucaron en ningún momento. Lo único que podían decir era que querían más. Y yo me cansé de decir: ‘No pueden sacar agua de las piedras’. Me cuesta entender por qué se mostraron tan obtusos, tan testarudos, tan insensibles”, subrayó el economista.
Finalmente, destacó el trabajo del ministro. “Tengo la enorme suerte de que Martín Guzmán trabajara para mí, primero como postdoctorando, después como colega, como parte de mi equipo de investigación, como colaborador, coautor. Y de que colaborara conmigo en un gran abanico de temas, algunos puramente teóricos. Pero quizás lo más relevante para la situación argentina actual es que trabajamos mucho en el análisis de crisis de deuda y en su reestructuración”, concluyó.