El Gobierno invirtió más de 1,8 billones de pesos para articular las distintas medidas de asistencia económica durante la pandemia del coronavirus. En un contexto crítico, el sistema previsional creció a los niveles más altos de la historia. Los datos surgen se un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).
La inversión extraordinaria realizada en contexto de pandemia, significó una ampliación significativa del rol de la ANSES y de la cobertura de la Seguridad Social en nuestro país. A la cobertura ordinaria de los jubilados y pensionados, los beneficiarios de Asignaciones, se le sumaron todos los beneficiarios de IFE, ATP, Bono Salud, entre otros programas. Con esto, la cobertura de la Seguridad Social alcanzó a más de 27 millones de personas.
En total, teniendo en cuenta todo tipo de medidas extraordinarias producto de la pandemia del covid-19, el Estado lleva invertidos, a octubre, cerca de $1.829.686 millones, es decir, un 7,4% del PBI.
En qué invirtió el Gobierno durante la pandemia
Para sostener los ingresos de los sectores más vulnerables y precarizados, la medida de mayor alcance fue el IFE, que se abonó en tres oportunidades y alcanzó a casi 9 millones de personas. El gasto estatal por el IFE fue de $ 265.712 millones, equivalente al 1,1% del PBI.
Por otra parte, ANSES difirió las deudas de los beneficiarios de AUH y jubilados y pensionados con el organismo. Con datos a septiembre, esta medida tuvo un costo de $ 65.000 millones, que representa el 0,3% del PBI. Los bonos de $ 3.000 destinados a los jubilados y pensionados que cobran la mínima (el 75% del total) implicó una erogación de $ 13.100 millones, 0,1% del PBI.
También se realizó una fuerte inversión para los beneficiarios de la Tarjeta Alimentar (1,5 millones de personas), que implicó un gasto de $ 7.700 millones (además, ahora en diciembre vuelve a reforzarse el monto para dichos beneficiarios).
Otras tres medidas relacionadas a la contención de ingresos para los sectores más vulnerables fueron el refuerzo para el seguro de desempleo ($ 6.795 millones), el fortalecimiento de la provisión de alimentos a comedores comunitarios ($ 4.321 millones) y el estímulo a beneficiarios de planes sociales ($ 1.123 millones).
"Sumado a estas medidas, el Gobierno implementó el ATP y los créditos a tasas del 24%, que permitieron sostener el entramado productivo lo mejor posible (en la peor etapa de la pandemia y el confinamiento cerraron 20.000 empresas, proceso que paulatinamente se encuentra revirtiéndose)", resaltó el documento.
El ATP, hasta su sexta ronda implicó un gasto de $ 326.000 millones, lo que equivale al 1,3% del PBI. En tanto, los créditos a tasas del 24%, que ya llegaron a más de 300.000 empresas, tuvieron una erogación a septiembre de $484.000 millones, lo que implica un 1,9% del PBI actual.