Los senadores del Frente de Todos le pidieron al ministro de Economía, Martín Guzmán, destinar los dólares que le entregará el FMI a Argentina en paliar los problemas derivados por la pandemia. De este modo, le explicitaron que no utilice los casi U$S 4.400 millones para el pago de los intereses de la deuda externa que dejó Mauricio Macri y que el Gobierno nacional está en proceso de renegociación, sino en reducir la pobreza y los problemas de educación, vivienda y trabajo.
Ante una nueva mega emisión de derechos especiales de giro, está agendado que el país reciba U$S 4.350 millones en agosto. Desde el Palacio de Hacienda habían adelantado que, por lo pronto, planeaban engrosar con ellos las reservas del Banco Central. Aunque las fechas no están confirmadas, pretendían usarlas para la cancelación de obligaciones externas.
Hoy, el bloque de senadores del oficialismo presentó un proyecto de declaración, en el que le solicitaron al Ministerio de Economía que “los fondos que le corresponden a la Argentina como consecuencia de la próxima emisión de Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional se apliquen para financiar la puesta en marcha de políticas públicas tendientes a resolver los graves problemas de la sociedad argentina derivados de la pandemia de COVID 19, tales como salud, reducción de la pobreza, educación, vivienda, generación de trabajo, entre otros, y no a al pago de la deuda por capital, intereses o gastos, que el país mantiene con dicho organismo financiero internacional y/o con otros países englobados en el Club de París y que en ambos casos se encuentran en vías de negociación”.
El documento, al que accedió El Destape, lleva las firmas de Oscar Parrilli, José Mayans, Anabel Fernández Sagasti, Carlos Caserio, María de los Ángeles Sacnun, Alfredo Luenzo, José Neder y Jorge Taiana. Los legisladores del kirchnerismo recordaron las declaraciones públicas de Geoffrey Okamoto, vicedirector ejecutivo del FMI, quien había aclarado que esos fondos tendrán el objetivo de ser utilizados en temas de “salud y vacunación contra el COVID”. Aclararon que “si esa será la condición, la Argentina no podría utilizar esos fondos para saldar vencimientos previstos para septiembre y diciembre de este año con el FMI”.
Aseguraron que “la nueva emisión de DEG cuenta con el respaldo del G20” y que la propia directora gerenta del organismo, Kristalina Georgieva, declaró que “los debates iniciales sobre una posible asignación de DEG de U$S 650.000 millones (para todo el globo) son muy alentadores. Una nueva asignación que abordaría la necesidad mundial a largo plazo de activos de reserva, beneficiaría a todos los países miembros y respaldaría la recuperación mundial tras la crisis de la COVID 19. Además, sería una señal clara de que los países miembros del FMI están resueltos a hacer todo lo posible para superar la peor recesión desde la Gran Depresión”.
El bloque repasó que también el Banco Central Europeo emitió en euros el equivalente a más del 20% del PBI comunitario. Estos los destinaron a los gobiernos de Europa que se encontraban en situaciones críticas por la baja actividad económica derivada de la pandemia y no solo como préstamos con bajísimas tasas de interés sino, incluso, dedicaron 390.000 millones de euros como aportes no reintegrables.
En un comunicado, el bloque recuerda el aumento de los indicadores de pobreza e indigencia en el país y reconoce que “ello ocurrió a pesar de las medidas de contención social implementadas por el Gobierno Nacional, tales como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP, los créditos a tasa del 0%, la suspensión de aumentos en alquileres y tarifas de servicios públicos, entre otros dispositivos ejecutados”. Por esto cerraron con que se debe “entonces, seguir pensando que lo fundamental, en estos momentos, no son tanto los equilibrios fiscales o monetarios, sino garantizar el equilibrio social de nuestro pueblo”.