La construcción en julio comienza a dar signos de recuperación. Según el INDEC, contra igual mes del año pasado registró una caída interanual de 12,9 por ciento, el menor descenso desde diciembre último. Respecto del mes previo aumentó 6,8 por ciento y el indicador ya se ubica por encima de fin del año año pasado.
La construcción fue uno de los sectores que más sintieron el frenazo del comienzo de la pandemia, pero se espera que sea uno de los primeros en pontenciarse. El acumulado de los siete meses la actividad presenta una disminución de 34 por ciento respecto de igual período de 2019.
La demanda de insumos evidencia un comportamiento dispar. Los datos del consumo aparente de julio muestran bajas interanuales en hormigón elaborado (- 67,6% ), en asfalto (-62,8%), en mosaicos graníticos y calcáreos (- 48,6%), en el resto de los insumos (-38%), en yeso (-30,9%), en cemento portland (-13,5%) y en hierro redondo y aceros para la construcción (-5,3%).
Mientras tanto, se observan subas de 25,3% en ladrillos huecos; 20,9% en pinturas para construcción; 18,5% en pisos y revestimientos cerámicos; 17,1% en cales; 10% en placas de yeso y 4,7% en artículos sanitarios de cerámica.
Según los datos complementarios a junio del informe, los puestos de trabajo registrados en la actividad de la construcción en el sector privado alcanzó a 314.674 pesos, un 27,5 por ciento respecto de igual mes del año pasado.
La encuesta para los meses de agosto a octubre revela que 43,4 por ciento de las empresas que realizan obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector disminuirá, mientras que 37 por ciento estimó que no cambiará y 19,6 por ciento que aumentará.
Los que estimaron una baja del nivel de actividad durante los próximos tres meses la atribuyeron fundamentalmente a la caída de la actividad económica (34,9%), a los atrasos en la cadena de pagos (18,9%) y a otras causas (16,0%) específicamente por la emergencia sanitaria de público conocimiento.