Indumentaria: mientras las ventas siguen en caída libre, las importaciones tendrían un impacto menor en precios

Al menos 6 de cada 10 empresas afirman que el principal problema es la contracción de la demanda, a su vez, un 24% evalúa despedir personal en los meses que quedan del año. Según el sector, la mayor apertura importadora “tendría un impacto insignificante en el nivel de precios de la ropa, representando un 0,1% del precio en mostrador". 

21 de noviembre, 2024 | 00.05

El entramado productivo nacional continúa con dificultades para sostener su actividad con un consumo doméstico que sigue a la baja y la mayor apertura importadora. Los últimos datos de venta de indumentaria muestran una caída del 12% a nivel país, mientras 6 de cada 10 empresas afirma que el principal problema es la contracción de la demanda. A la par, un 24% de las firmas evalúa despedir personal en los meses que quedan del año.

El panorama poco alentador se desprende de la última encuesta nacional realizada por la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) desde donde indicaron además que en el periodo septiembre-octubre el 65% de las empresas reportaron caídas en sus ventas, con impacto menor de promociones y descuentos que, pese a que se incrementaron comparado con un año atrás, no lograron revertir la caída en fechas especiales como el Dia de la Madre

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Pese a este escenario, el rubro Prendas de vestir y calzado volvió a ser la segunda categoría con mayor incremento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC al crecer 4,4% en octubre y 6% en septiembre (detrás ambos meses de Vivienda y Servicios). Frente a ello, desde el sector responden que “el IPC no discrimina productos nacionales con importados. Se basa en estructura de consumo de 2004-05 (20 años atrás) por eso mide principalmente shoppings que tiene mayor participación importada”. 

En relación, sobre el desempeño de los precios de la ropa aseguran que “es una falsa causalidad la que plantea que la apertura comercial lleva a la caída de los precios”, según indicó un informe de Fundación Pro Tejer, desde donde consideran que la apertura importadora desregulada (rebaja arancelaria para el ingreso de productos textiles y del calzado) “tendría un impacto insignificante en el nivel de precios de la ropa, representando un 0,1% del precio en mostrador". 

De hecho, según el sector, “se considera que durante el gobierno pasado (2020-2023) la ropa era cara y aumentaba su precio porque la economía estaba ‘cerrada’, pero en esos años fue récord de importaciones a pesar de la restricción externa, superando la gestión de Macri, de mayor apertura comercial relativa. Luego, crecieron las importaciones y aumentaron los precios en 2024”. En ese sentido, consideran que lo que hay que mirar es “la correlación entre precios de la ropa y nivel de actividad económica. Los precios bajan cuando cae el consumo interno, que se ve afectado por la pérdida de poder adquisitivo, sumado a la rentabilidad negativa y dificultad de absorción de costos fijos”. 

Crisis de ventas y alerta en el empleo

La compleja coyuntura que atravesó todo el año el sector textil y de indumentaria no parece revertirse en lo inmediato si se tienen en cuenta los últimos datos del sector. En el bimestre septiembre-octubre el 65% de las empresas de indumentaria reportaron caídas en sus ventas y, como consecuencia, la comercialización sufrió una caída interanual del 11,5% en todo el país, acumulando cinco bimestres con resultados negativos -todos de dos dígitos- en el año.

En relación, según el último informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), “el principal problema para las empresas sigue siendo la caída de la demanda” ya que el 58% de las firmas lo indicó como la mayor dificultad que enfrentan actualmente. En segundo lugar aparece el incremento de los costos con un peso del 35%.

Otro aspecto que señala la encuesta de CIAI refiere que el 24% de las empresas manifestó tener “un excesivo nivel de stock en relación con sus ventas”. No obstante, “este porcentaje significa una reducción de 14 puntos respecto a la encuesta anterior”. Animismo valoraron que “se está recuperando la salud en la cadena de pagos del sector” ya que en comparación con la encuesta anterior, la respuesta “sin atrasos significativos” aumentó en 6 puntos.

El informe puso el ojo también en lo ocurrido en un día especial para las ventas como el Día de la Madre. Según los datos, las ventas disminuyeron 7% en comparación con la misma fecha de 2023. Un aspecto no menor es que “el 39% de las empresas otorgó mayores descuentos y promociones respecto a igual celebración del año pasado pero a pesar de ello, el 44% de las empresas no pudo evitar la caída en las ventas y el 65% experimentó una disminución en la facturación en términos reales”.

De acuerdo con datos oficiales, en el primer semestre del año la actividad sufrió una contracción del 20% en su nivel productivo y una caída del 40% en las ventas, que todo indicaría podría sostenerse hasta la temporada de verano 2025, en un marco donde ya se registran, al menos, 8.000 despidos y más de 10.000 suspensiones. 

En relación, el rubro Productos textiles se contrajo en septiembre 18,3% interanual, sosteniendo un comportamiento negativo en todos los meses de este año, según el último informe del Índice de Producción Industria (IPI-INDEC) al tiempo que la actividad mostró una caída del 17,1% comparada con igual mes del 2019, y que escala a 23,6% frente a 2016, inicio de la serie actual. En nueve meses del año, acumuló una contracción del 18,1%, en tanto que, en el caso de Prendas de Vestir, Cuero y Calzado, mostró un descenso de 2,5 interanual (diez bajas en los últimos once meses) acumulado en 2024 del 10,2%.

En materia de puestos de trabajo, el 29% de los encuestados indicó una reducción en su dotación de personal, ya sea por jubilaciones, renuncias no reemplazadas o despidos. A su vez, el 24% de las empresas evalúa “despedir personal en los meses que quedan del año”, una cifra que alarma pero que se ubica por detrás de bimestres previos cuando el número superó el 40%, evidenciando la crisis del sector.

Cambios en importaciones 

El gobierno nacional continúa avanzando en la desregulación total del comercio exterior. En ese sentido, el Decreto 908/2024 redujo los aranceles de importación de diferentes productos finales e insumos (89 en total) vía la modificación del Listado Nacional de Excepciones al Arancel Externo Común del Mercosur. Dentro de ese extenso listado, se encuentran productos textiles y del calzado que tenían alícuotas de entre 12,6% y 35%, las que ahora disminuyeron a entre 2% y 20%. En detalle, el Ejecutivo dispuso la reducción del arancel del hilado texturizado de poliéster que pasó del 18% al 6%, producto que cuenta con elaboración nacional. A su vez, se recortaron los aranceles del kit desmontado de calzado y de partes de calzado, que también tienen producción nacional (calzados deportivos y otros que contaban con un arancel del 15% disminuyó al 10% y en las capelladas cayó del 28% al 10%), siendo ambas cadenas de valor generadoras de empleo en todo el país.

Si bien desde el oficialismo aseguran que el objetivo es “mejorar la competitividad de la industria y fortalecer el comercio”, lo cierto es que empresarios nacionales alertan que “la medida pone en riesgo la continuidad de diez fábricas nacionales que generan alrededor de 1.000 puestos de trabajo formal y calificado. Fábricas que, además, se han modernizado en los últimos años, invirtiendo en nuevas tecnologías, digitalización, automatización de procesos y ampliación de la capacidad instalada, posicionando al segmento en la frontera tecnológica mundial”, señalaron desde la Fundación Pro Tejer.

Según entienden para analizar lo que sucede con los precios “hay que mirar la correlación entre precios de la ropa y nivel de actividad económica” ya que “los precios bajan cuando cae el consumo interno, que se ve afectado por la pérdida de poder adquisitivo, rentabilidad negativa y dificultad de absorción de costos fijos”. Por otro lado aseguran que dicha rebaja arancelaria "tendría un impacto insignificante en el nivel de precios de la ropa, representando un 0,1% del precio en mostrador". Al mismo tiempo, implica una menor recaudación fiscal. 

Expectativas

Las proyecciones indican que el contexto de recesión continuará en lo que resta del año afectando los diferentes rubros de la cadena de valor: desde la fabricación de hilados, telas, indumentaria y la comercialización de máquinas, insumos y bienes finales. Al respecto, el sector abarca a 23.986 empresas registradas en todo el país: 1.117 empresas del sector primario, 17.370 del sector comercio y 5.439 de industria textil y confección, lo que equivale al 10% de empresas industriales registradas. Genera unos 540.000 empleo directos siendo clave en provincias como La Rioja (38%), Catamarca (37%), Santiago del Estero (22%), Chaco (18%) Capital Federal (18%) Corrientes (16%), San Juan (13%) y Buenos Aires (8%).

Según la encuesta de la Cámara de l Indumentaria, las expectativas son “regulares” para los próximos meses en más de la mitad de las empresas (56% del total) mientras que el 15% veo un escenario negativo y 27% tienen proyecciones de mejora. 

Por su lado, desde Pro Tejer grafican que el panorama es poco alentador si se compara además con tiempo atrás: “la industria en los últimos tres años tuvo récord de inversiones, más de 1.400 millones de dólares, pero con nuestras máquinas paradas la situación es aún peor porque a los empresarios se les suma el problema de llegar a pagar los salarios en un momento de baja rentabilidad, y también hay que hacer frente al pago del crédito de esas inversiones”.