El Gobierno nacional postergó hasta marzo del 2022 la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC) que impedirá el aumento del 8% que estaba previsto a partir de este miércoles. De esta manera, el Ejecutivo mantendrá el congelamiento de los precios de la nafta y el gasoil hasta el próximo año, como lo había anunciado la Secretaría de Energía.
La medida fue oficializada través del Decreto 820/2021 publicado este miércoles en el Boletín Oficial con la firma de Alberto Fernández; el jefe de Gabinete, Juan Luis Manzur; y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Postergan hasta el 2022 la suba del impuesto a los combustibles: el impacto en el precio de la nafta y el g... by Gimeluz Figueroa on Scribd
Entre los considerandos, el Gobierno remarcó que actualmente se encuentran postergados “los incrementos en los montos de impuestos precitados derivados de las actualizaciones correspondientes al primer y segundo trimestres calendario del año 2021, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil”.
En esta línea, destacó que la medida tiene como objetivo “asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios”. “Tratándose de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles”, detalla el Ejecutivo nacional respecto a la medida.
De llevarse adelante el aumento impositivo, el impuesto a los combustibles líquidos tendría un impacto del 8 por ciento para las empresas, lo que significa un incremento del 2 por ciento en el precio final que pagan los consumidores en las estaciones de servicio, según el análisis del mercado.
El secretario de Energía, Darío Martínez, había anticipado la medida publicada en el Boletín Oficial y sostuvo que el oficialismo busca tratar en el Congreso de la Nación el Proyecto de Ley del Régimen de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas. Esta iniciativa consiste en una reforma de los impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC) para establecer el tributo “como alícuotas porcentuales del precio de los combustibles líquidos” y no como una actualización cada tres meses por inflación que rige desde finales del 2017.
Sobre el impuesto a los combustibles, había indicado que el decreto iba a mantendrá el congelamiento “hasta tanto salga la nueva ley de promoción de inversiones hidrocarburíferas, donde hay un capítulo específico sobre cómo recalcular ese gravamen, que sea un porcentaje del precio del combustible y no que cada tres meses haya que analizarlo”.
En tanto, insistió en la necesidad de “poder subsidiar de una manera importante a aquel que realmente no puede afrontar el costo de la energía, pero aquel que sí puede que empiece a afrontarlo”. En este sentido, ratificó que se sigue trabajando en la segmentación de tarifas del sector para “hacer un uso más eficiente e inteligente de los subsidios”, sostuvo que el año próximo se darán "los primeros pasos" en ese sentido.
Sobre la segmentación. Martínez dijo que “el año que viene vamos a empezar con los primeros pasos de una herramienta que va a ir creciendo, mejorando, y va a servir no sólo para la tarifa sino también para muchas otras cosas”. “Es una herramienta que se va a quedar por años en la Argentina y, a medida que evolucione la tecnología, las bases de datos, eso se tiene que ir perfeccionando, pero hay que arrancar”, consideró.