El comercio mundial tuvo una mayor resiliencia de la esperada y sus resultados superaron las previsiones más pesimistas en 2022, tras desencadenarse la guerra entre Rusia y Ucrania, afirmó hoy la Organización Mundial del Comercio (OMC) en una nota.
El organismo si bien aún no publicó datos definitivos, estimó que el crecimiento del intercambio del año pasado fue superior al 3% previsto en abril último y sustancialmente más alto de los escenarios más pesimistas.
La solidez del comercio también se reflejó en las cadenas de suministro globales, según los últimos datos del intercambio de bienes intermedios que presentó un crecimiento del 4% anual en el segundo trimestre de 2022.
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El intercambio global resistió bien la guerra en Ucrania. A pesar de la devastación que hubo este año, los flujos de intercambio permanecieron abiertos y no vimos las peores predicciones previstas al iniciar la guerra, afirmó el economista en jefe de la OMC, Ralph Ossa.
Asimismo indicó que finalmente no se registraron fenómenos de escasez de oferta y de fuertes incrementos en los precios de los alimentos gracias a la apertura del sistema multilateral de intercambio y la cooperación a la cual los gobiernos se comprometieron en la OMC".
En ese sentido, la nota destaca que las economías que resultaron afectadas por la guerra encontraron otras fuentes de suministro para productos que provenían desde Ucrania y Rusia como es el caso del trigo, maíz, girasol, fertilizantes, combustibles y paladio, mineral raro utilizado para los catalizadores de los autos.
Una de ellas, por ejemplo, fue Etiopia cuyas importaciones de trigo dependían en un 45% del suministro de Ucrania y Rusia.
Como resultado de la pérdida de gran parte de las imputaciones de ambos participantes del conflicto bélico, el país recurrió a otros productores como Estados Unidos, cuyo volumen de envíos subió en un 20%, y Argentina, que pasó de 0% a representar el 21% de sus importaciones del grano en tan solo un año.
Esta situación se hace extensiva a diversos países que reemplazaron sus imputaciones de commodities alimenticias de la región del Mar Negro a otras fuentes como la Unión Europea, además de Argentina y Estados Unidos.
Por otro lado, si bien algunas commodities tuvieron incrementos sustanciales de hasta el 24,2% -en el caso del maíz-, estos aumentos fueron menores a los peores escenarios que proyectó la OMC.
Por ejemplo, algunas simulaciones del organismo señalaban que por las probables restricciones a las exportaciones alimenticias, los precios del trigo podrían haber aumentado hasta un 85% en algunas regiones de bajos recursos, cuando finalmente lo hicieron en un 17%.
En el caso de Ucrania y Rusia, se da una situación inversa en el comercio: las exportaciones ucranianas se desplomaron un 30% en su valor mientras que las de Rusia aumentaron 15,6%.
Según las estimaciones de la OMC, las exportaciones de Rusia si bien cayeron en términos de cantidades afectadas por sanciones que impactaron en sus flujos de bienes industriales- se vieron beneficiadas por los mayores precios de combustibles, fertilizantes y cereales.
Con información de Télam