¿Apertura comercial? Cómo hará el Gobierno para cerrar las importaciones de hecho

Pese a que Luis Caputo adelantó la eliminación de las SIRA, habrá otros mecanismos con los que administrará las importaciones en el contexto de la falta de dólares.

20 de diciembre, 2023 | 00.32

Pese a que el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la semana pasada que se eliminarán las SIRA (o permisos de importación), la falta de dólares hace que, en los hechos, las importaciones sigan restringidas por otros mecanismos, como la devaluación oficial, la falta de giro de las divisas, la postergación de la deuda comercial o la suba del impuesto PAIS.

El flamante presidente Javier Milei incluyó a la apertura comercial como uno de los ejes de su plataforma electoral. "Procederemos a avanzar en una apertura comercial unilateral a la chilena. Dado que con nuestras reformas las empresas argentinas serán competitivas en el mundo, la apertura comercial les abrirá un mercado de 8 mil millones de personas a nuestras empresas para que vendan sus productos y al mismo tiempo le permitirá a los argentinos comprar productos de cualquier parte del mundo de manera libre y sin tener que pedirle permiso a un burócrata", decía el documento del "Plan de Gobierno" que La Libertad Avanza presentó en campaña, que agregaba: "Se acabó la era de ser rehenes de unos pocos vivos que se hacen ricos a costa del bolsillo de los argentinos".

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En ese marco, Caputo dijo en el anuncio de su plan económico de la semana pasada: "Reemplazaremos el sistema de importaciones SIRA por un sistema estadístico y de información de importaciones que no requerirá de la aprobación previa de licencias. Se termina así la discrecionalidad y se garantiza la transparencia del proceso de aprobación de las importaciones. Es decir el que quiera importar podrá hacerlo y punto".

La incógnita, entonces, es cómo podría realmente abrirse las importaciones de forma irrestricta en una economía sin dólares como la actual. La respuesta es que, en verdad, eso no ocurrirá, ya que habrá otros mecanismos que impedirán de hecho que la apertura comercial se lleve a cabo en este momento.

El primero y más claro de estos mecanismos es, obviamente, la suba del tipo de cambio en más del 100%, que llevó al dólar mayorista arriba de los 800 pesos. Así lo considera la Cámara Argentina de Comercio. "Con el nuevo tipo de cambio oficial la demanda por importaciones se ajusta sola", consideró Matías Bolis Wilson, economista jefe de esta entidad.

Esto tiene además un efecto indirecto, ya que "un tipo de cambio 800, más el impuesto PAIS, probablemente va a limitar la demanda" de insumos, señaló Marcelo Elizondo, presidente de la International Chamber of Commerce en Argentina. Con la tasa del 17,5% extra, el dólar mayorista queda en verdad a un precio de $939. Desde la CAC, Bolis Wilson admitió que "los efectos son recesivos", pero destacó al mismo tiempo que "cuando empiece a normalizarse la economía, un mercado más liberado va a permitir crecer".

La otra razón por la que las empresas importadoras estarán restringidas de hecho es, por supuesto, la gigantesca deuda comercial que arrastra el Gobierno con ellas, que supera cómodamente los 50.000 millones de dólares. El Banco Central anticipó la semana pasada el lanzamiento de un bono, el Bopreal, con el objetivo de que estas empresas puedan suscribir a él en pesos para recibir los dólares a cambio. Sin embargo, este bono vence en octubre de 2027, por lo que el giro de dólares no será inmediato.

Más aún, Caputo aclaró que, para acceder al bono, se hará primero "un registro de comercio para que todos los que tienen este problema se registren", con el objetivo de que evitar que se cuelen el el bono las "importaciones non sanctas" que estaban "especulando con ver si podía comprar dólar oficial a $350”.

Más allá de este contexto, incluso el BCRA formalizó una de las vías por las que quedarán restringidas de hecho las importaciones a pesar de la próxima eliminación de las SIRA. La semana pasada, la entidad conducida por Santiago Bausili anticipó en un comunicado que "estableció plazos de pago diferenciados según la posición arancelaria de los distintos bienes y servicios importados, lo cual permitirá administrar las divisas durante los meses próximos, caracterizados por la baja estacionalidad de exportaciones". Es decir, no habrá permisos de importación formales, pero tampoco habrá giro irrestricto de dólar mayorista, imposible en estas circunstancias de escasez.

Para Elizondo, el Gobierno "está descontando que van a ir teniendo dólares a partir de marzo, cuando se empieza a exportar la cosecha gruesa", con una proyección de superávit comercial de 20.000 millones de dólares en 2024 que, tras los vencimientos de deuda del primer trimestre, termine por descomprimir la situación de acceso al dólar mayorista.