El Gobierno francés anunció hoy sus planes para mantener los subsidios a los combustibles en 2023, aunque los mismos serán dirigidos únicamente para los hogares de menores ingresos.
La asistencia fue implementada a principios de este año por el fuerte alza de los precios en los surtidores debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, y la nueva política de segmentación de los subsidios fue anticipada por la primera ministra del país galo, Élisabeth Borne.
Actualmente rige un descuento de 10 centavos de euro -incluidos impuestos- en la carga de combustible de todas las estaciones de servicio francesas, el cual caducará el próximo 31 de diciembre.
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El subsidio, cuyo valor osciló entre los 10 y los 30 centavos a lo largo del año, comenzó a regir a principios de abril, y el mismo es aplicado por las propias distribuidoras, las cuales, luego, son compensadas por el Gobierno.
De forma similar, en España se aplica un descuento de 20 centavos por litro, el cual también vencerá el próximo 31 de diciembre.
Al igual que en Francia, La Moncloa analiza la continuidad del beneficio para el año entrante aunque de forma segmentada.
En concreto, Francia sustituirá los descuentos por un pago de 100 euros a los conductores con menores ingresos.
Se estima que hay cerca de 10 millones de ciudadanos que calificarían para este subsidio.
Representa un descuento de alrededor de 10 céntimos por litro si se conducen 12.000 kilómetros al año, el promedio de lo que hacen los franceses en un año, explicó Borne en una entrevista con el canal francés RTL, según la agencia DPA.
Para solicitar el subsidio, simplemente se deberá ingresar por la web oficial, informar la patente del auto y realizar una declaración jurada que acredite la necesidad del vehículo para trasladarse al trabajo.
El nuevo plan del Eliseo permitirá redirigir los subsidios a los hogares de menores ingresos, en lugar de hacerlo de forma generalizada como lo hizo hasta ahora.
Se estima que los descuentos a la nafta le demandó al Estado francés una erogación de 8.000 millones de euros que, con el nuevo sistema del año próximo, descenderá a 1.500 millones de euros, según las partidas presupuestadas.
Al igual que en el caso de los combustibles, el gobierno de Emmanuel Macron fijó un techo de aumento del 15% en las facturas eléctricas y de gas de los hogares y pequeñas empresas.
Sumadas estas medidas, el paquete de asistencia totaliza los 46.000 millones de euros, parte del cual será financiado mediante un impuesto a las ganancias extraordinarias de las firmas productoras de energía.
Con información de Télam