La liquidación de exportaciones de cereales alcanzó a 4.212 millones de dólares en mayo, lo que representa una baja de 0,45% respecto al mismo mes del año pasado y un 78% por sobre abril, según informaron la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Las entidades indicaron que comparado a los primeros cinco meses con el año pasado, el sector cerealero-oleaginoso perdió ventas al exterior por un 38%. "El ingreso de divisas del mes de mayo es el reflejo de un mercado fuertemente afectado por la extrema sequía que ha reducido drásticamente las producciones de la cosecha gruesa (maíz y soja)", indicó CIARA-CEC.
Añadió que el vencimiento del dólar soja al 31 de mayo "provocó una oferta de soja, girasol, sorgo y cebada significativamente superior a los meses previos".
CIARA-CEC subrayó que "el ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos, es el mecanismo que permite seguir comprando granos a los productores al mejor precio posible". "La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial", explicaron las entidades.
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"La mayor parte del ingreso de divisas –continuó- en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas".
En consecuencia, sostuvo que "esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas". CIARA-CEC advirtió que "en este sector, las comparaciones estadísticas entre distintos períodos son generalmente imprecisas o inexactas ya que la liquidación de divisas está fuertemente influida por el ciclo comercial de los granos".
Detalló que ese ciclo "depende de diversos y cambiantes factores exógenos como oscilaciones internacionales de precios, retracción de la oferta, distinto volumen y valor proteico de las cosechas, condiciones climáticas, feriados, medidas de fuerza sindicales, modificaciones regulatorias, barreras arancelarias y para arancelarias del exterior, exigencias fitosanitarias o de calidad de otros países, etcétera".
El complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el año pasado el 48 % del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del INDEC.
El principal producto de exportación del país es la harina de soja (14,2 % del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 50%. El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con el INDEC, fue el maíz (11 %) y el tercero fue el aceite de soja (6,9 %).
Dólar Agro
El equipo económico renovó y amplió el denominado dólar soja por segunda vez y en esta tercera edición se incluyeron productos de economías regionales. El objetivo es alentar la liquidación de exportaciones del agro que, solo en soja, se estimaba un remanente cercano a los 6 millones de toneladas, algo más de 4000 millones de dólares, a lo que iban a sumarse las primeras operaciones de la campaña actual, boicoteada por una sequía histórica que impidió un mejor desempeño.
En esta edición se ofrece un tipo de cambio diferencial de 300 pesos que, para el caso de los grandes complejos oleaginoso y cerealero se extenderá hasta fines de mayo, acaparando parte de la cosecha gruesa de oleaginosas, que se encuentran en sus mínimos en más de una década.
Hasta abril la liquidación venía en caída libre. De acuerdo con las cifras de Ciara-CEC, el nucleamiento de agroexportadores, en marzo el sector liquidó 1228,6 millones de dólares, convirtiéndose en el segundo marzo más bajo desde 2020, aunque un 90 por ciento más que en febrero previo. En lo que va del año este sector liquidó apenas 2802 millones de dólares, con una fuerte parálisis en los primeros dos meses del año. Ya en abril, las empresas del sector liquidaron la suma de 2435 millones de dólares, representando un aumento del 98 por ciento. Con la resolución 156/2023, el Programa de Incremento Exportador se amplió a cebada forrajera, complejo girasolero y sorgo.
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“Durante septiembre y diciembre de 2022, momento de las dos ediciones pasadas del Programa de Incremento Exportador para soja, se registraron Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) por alrededor de 17,16 millones de toneladas de las 40 millones emitidas durante ese año. Desde el 12 de abril, el complejo sojero lleva emitidas 4,5 millones de toneladas en DJVE”, señala el informe de la Bolsa de Cereales, a las que se suman contratos ya fijados. Por su parte, respecto al resto de los productos, se registraron DJVE del complejo girasolero por 25.250 toneladas; cebada forrajera, por 47.952 toneladas y sorgo, por 61.500 toneladas.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, entre marzo y mayo de este año, el volumen proyectado de todas las exportaciones del complejo sojero registra una pérdida de 1300 millones de dólares como consecuencia de la baja en su precio internacional.ión de los principales complejos agropecuarios y economías regionales.
“Al comparar con las ediciones pasadas, las toneladas negociadas de soja en términos de nuevos contratos y fijaciones acumulan 7,5 millones de toneladas, ubicándose un 43 por ciento por debajo de lo registrado durante el acumulado de septiembre (13,4 millones de toneladas), pero un 29 por ciento por encima de las cifras acumuladas del PIE II (5,8 millones)”, señala el informe publicado este lunes por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.