Antes de que definan retenciones, sigue el festival de liquidación del agro

Entre el 14 y el 18 de diciembre, se anticiparon exportaciones por 2,3 millones de toneladas, de las cuales 2,1 millones corresponden a la próxima cosecha.

19 de diciembre, 2023 | 20.08

Los exportadores de granos aceleraron en las últimas semanas la presentación de sus declaraciones juradas de ventas al exterior, con dos momentos bien marcados. Uno fue en los días previos a la megadevaluación que aplicó el gobierno de Javier Milei, el segundo, en las horas previas a que la Secretaría de Bioeconomía termine sus marchas y contramarchas y defina cuál será el nivel de retenciones que quedará para el sector. Para tener una idea de la posición especulativa, en solo dos ruedas hábiles, los pasados viernes 8 y lunes 11 de diciembre, previo a la asunción del libertario, se anotaron 3,1 millones de toneladas de ventas al exterior de maíz, de las cuales 2,9 millones corresponden a la próxima campaña 2023/24.

Tras la devaluación del 12 de diciembre, se suspendió la presentación de las declaraciones juradas, que volvió a estar vigentes este jueves. Ahí vino la segunda ronda, entre el 14 y el 18 se anticiparon exportaciones 2,3 millones de toneladas, de las cuales 2,1 millones corresponden a la próxima cosecha. Una situación similar, aunque en menor volumen, se exhibió en soja y trigo, según los informes presentados oportunamente por la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR).

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Hubo dos ventanas que se abrieron para el sector exportador, que se había comprometido con el ministro de Economía, Luis Caputo, a anticipar pre-financiación de exportaciones. La primera fue anticipándose a la devaluación que se esperaba del gobierno de Milei y la segunda fue para ganarle al nuevo esquema de retenciones. Para entender la maniobra, el ingreso de divisas se realiza –el 80 por ciento de forma anticipada—tras la presentación de declaraciones juradas y ahí quedan pactados los precios, tipo de cambio y nivel de retenciones que tendrán que respetar al momento de la venta. Si el precio es mayor, el tipo de cambio es superior o cambia el nivel de retenciones, al exportador se le respeta los valores que fueron pactados en las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE).

Un tercer actor que se suma a la discusión son los productores ya que la compra de los granos se realiza en pesos por parte de los exportadores –salvo en los casos en que todas las operaciones son verticales de la misma empresa—y no reciben la mejora plena por retenciones o tipo de cambio con que se benefician los intermediarios. De hecho, durante el Gobierno anterior, cuando se aplicó un tipo de cambio diferencial para el sector exportador se adoptó en simultáneo una precio sostén para el productor. A diferencia de años atrás, hoy los productores tienen la misma capacidad de acopio de granos, aún sin procesar, que el que tuvo históricamente la industria exportadora.

De hecho, pese a la duplicación del precio del dólar, la mejora en el precio al productor mejoró apenas 32 por ciento, pasando de 113.000 pesos la tonelada para el maíz a 150.000 pesos post devaluación. En el caso de la soja, la suba en el precio al productor fue de apenas 11 por ciento, de 225.000 pesos la toneladas a 250.000 pesos, de acuerdo con los valores de pizarra del SIO Granos de la ex Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (actual Secretaría de Bioeconomía). Sin embargo, los exportadores, aún con precios que la mayoría de los casos operan a la baja, en horas previas y hasta este lunes, el arribo de declaraciones juradas sobre la venta de granos se aceleraron.

Fiesta pre-devaluación

En la previa a la asunción de Milei y sin restricciones que pudiese haber dejado la administración anterior a la presentación de declaraciones juradas, en buena parte por la retención de granos preelectoral, el mercado se acomoda a las nuevas disposiciones.

Partiendo de estimaciones propias de esta bolsa, la cosecha de soja para la campaña en curso no pasaría las 20 millones de toneladas. Teniendo en cuenta que a la última semana de noviembre la comercialización asciende a 16,5 millones de toneladas, más lo que se utilice como semillas y otros fines, las toneladas disponibles para comprometer, de aquí a la incursión del nuevo ciclo, son de 1,9 millones de toneladas, cuando en promedio, para los últimos cuatro meses de campaña, aún quedaban disponibles para vender casi 5 millones de toneladas.

“En el caso del maíz, diciembre comienza con una disponibilidad de grano para comprar por parte de la industria y la exportación (ello es, sin contar asignaciones para semilla, forraje y otros) por 3,5 millones de toneladas, por encima del año pasado, aunque es casi la mitad del promedio del último lustro. Además, hay 6,7 millones de toneladas de maíz sin precio firme”, señaló el informe de la BCR.

En soja, la lógica imperante durante un año como este, arrasado por la sequía, ha devenido en volúmenes comercializados muy por debajo de la media, llevando a un atraso relativo de casi el 60 por ciento con relación al promedio de las últimas diez campañas a esta altura del año. Mientras que, del total comercializado hasta ahora, el 17 por ciento se realizó bajo la modalidad ‘a fijar’, por lo que la mercadería a la cual le resta ponerle un precio alcanza 4,6 millones de toneladas”, agrega.

Pese a la menor disponibilidad física, las ventas al exterior de maíz baten récords. “Previo a los anuncios presidenciales y antes de la suspensión del registro de declaraciones juradas de venta al exterior, los anotes de ventas externas de maíz siguieron a la orden del día”, explica el informe del viernes pasado de la Bolsa rosarina. En solo dos ruedas hábiles, los pasados viernes y lunes (previo y post asunción de Milei), se anotaron 3,1 millones de toneladas de ventas al exterior de maíz, de las cuales 2,9 millones corresponden a la próxima campaña 2023/24.

En un par de días, se registraron el 12 por ciento del total de DJVE de maíz registradas en el año; sin ir más lejos, casi el 30 por ciento de las registraciones de maíz nuevo hasta ahora se efectivizaron entre el 7 y 11 de diciembre.

Fiesta pre-retenciones

Ante el aluvión de presentaciones, el Gobierno suspendió las declaraciones juradas hasta el jueves, luego que el mercado había digerido los anuncios económicos de Caputo. Básicamente, la devaluación de la moneda. En esa semana, el ministro anunció parte del tan esperado paquete de medidas. Entre las resoluciones que más impactan sobre el mercado se encuentran las referentes al nuevo esquema cambiario. Por un lado, el tipo de cambio oficial subió a 800 pesos por dólar, planteando una devaluación mensual objetivo del 2 por ciento, al menos para el corto plazo.

Simultáneamente se estableció un tipo de cambio diferencial para exportación, según el cual el 80 por ciento del valor resultante deberá liquidarse al tipo de cambio oficial, y el restante a la cotización contado con liquidación (CCL). Estos cambios mejoraron los márgenes de la industria y la exportación, que se movieron en terreno negativo durante gran parte del año. Luego se volvieron a abrir la DJVE. Allí comenzó una nueva ola de presentaciones, anticipándose a la aplicación concreta del nuevo esquema de retenciones. En un primer momento se había anunciado que todos los productos de economías regionales pagarían el 15 por ciento (antes era 0) y la soja bajaba tres puntos al 30 por ciento.

Al día siguiente, en un corto video publicado en Twitter, el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, anunció un cambio de último momento en el esquema de derechos a la exportación -más conocidas como retenciones- luego de reuniones intensas con la Mesa de Enlace y sectores de las economías regionales. En resumen, vuelve a elevar los derechos de exportación a la soja del 30 al 33 por ciento (luego de haberlas bajado) y con eso compensar la eliminación de ese impuesto para una serie de productos regionales que enumeró en el video difundido este mediodía.

Según lo adelantado por Vilella, en redes sociales, se comunicó la suba de la alícuota del 31 al 33 por ciento para los subproductos de la soja y retenciones cero (0 por ciento) para los siguientes productos: olivícola, arrocero, cueros bovinos, lácteos, frutícola (excluido el limón), hortícola, porotos, papa, ajo, garbanzos/lentejas/arvejas, miel, azúcar, yerba mate, té, equinos, lana.

Sin embargo, desde el jueves hasta este lunes (acumulado del 14 al 18), mientras siguen las idas y venidas de Vilella, quien según su vocera, coordinará con la Mesa de Enlace los valores finales del esquema de derechos de exportación, se registró un nuevo festival de presentaciones de DJVE.

En soja se presentaron declaraciones por 20.245 toneladas en aceite y 84.149 en subproductos. Sin embargo, en maíz volvió a batirse récords: se presentaron declaraciones juradas por 2.265.450 toneladas, de las cuales 2.080.000 toneladas son de la próxima cosecha, según la Bolsa rosarina. En trigo, todas las presentaciones correspondieron a la próxima cosecha, 36.610 toneladas en harina, 25.214 toneladas en subproductos y 91.200 toneladas en trigo pan.  De esta manera, los exportadores se anticipan a cualquier aumento de retenciones.

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