Con el objetivo de estimular el ahorro en pesos y reducir la demanda de dólares, el Banco Central dispuso elevar nuevamente el rendimiento de los depósitos a plazo, que comenzaran a contar un rendimiento deal superior al 50 por ciento anual para colocaciones a 30 días.
La medida se enmarca también en las negociaciones con el Fondo Monetaria por el préstamos de 45.000 millones de dólares que le otorgó al macrismo, de cuyas conversaciones se conoció la directriz del organismo multilateral de mantener tasas de interés reales negativas; es decir, por encima de la inflación.
"El nuevo nivel de la tasa de interés de política monetaria se adecua con los Objetivos y Planes del BCRA expresados en enero de 2020 y que fue alterado por la irrupción de la pandemia. Superada la crisis sanitarias, el BCRA ratificó en los Objetivos y Planes 2022, la meta de establecer un sendero de tasa de interés de política de manera de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local, y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria", justificó la autoridad monetaria.
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En ese sentido, el Directorio del BCRA dispuso hoy elevar en 250 puntos básicos la tasa de referencia de la política monetaria y crear la Nota de Liquidez (Notaliq) a 180 días a fin de ofrecer un instrumento de mediano plazo para absorber la liquidez.
En línea con la suba de la tasa de interés de política monetaria, a los efectos de propiciar su transmisión plena al retorno de las colocaciones a plazo en pesos, el Directorio del BCRA elevó los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos.
Para personas humanas, el nuevo piso se fija en 41,5 por ciento anual para las imposiciones a 30 días, lo que representa un rendimiento de 50,4% de tasa efectiva anual (TEA). Para el resto de los depositantes del sistema financiero la tasa mínima garantizada se establece en 39,5 por ciento, lo que representa una Tasa Efectiva Anual de 47,5 por ciento.
El resto de las tasas reguladas por el BCRA no tendrán alteraciones, de tal manera que la tasa para la financiación de saldos impagos de tarjetas de crédito se mantiene en 49%. También se mantienen las tasas de las líneas de inversión productiva con una tasa de 30 por ciento y para capital de trabajo con una tasa de 41 por ciento.